Decreto 309/2010,
de 15 de junio, por el que se modifica el Decreto 43/2008, de 12 de febrero,
regulador de las condiciones de implantación y funcionamiento de
campos de golf en Andalucía Desde que en febrero de 2008 se aprobó
el decreto regulador de los campos de golf, sólo un proyecto ha
logrado obtener la calificación de interés turístico,
El Següesal Golf, que promueve en Barbate el grupo Bogaris y que contempla
la construcción de 450 viviendas y más de 900 apartamentos
turísticos, autorizado en julio de 2011.
ANTECEDENTES
2012
NO SE PUEDE
UTILIZAR LA EXCEPCIONALIDAD PARA PASAR PROYECTOS RESIDENCIALES
Hay otros
dos proyectos que han superado la evaluación de la comisión
técnica y que incluso fueron ya vistos en el consejillo de viceconsejeros
que prepara los asuntos a tratar en las reuniones del Gobierno andaluz,
pero este ya estaba en funciones tras las pasadas elecciones autonómicas
y están pendientes de aprobación. Los dos campos están
también en la provincia de Cádiz, uno de ellos de la misma
promotora Bogaris, en Jimena de la Frontera, donde proyecta un complejo
con casi 600 viviendas y más de 900 apartamentos turísticos.
El otro proyecto es más restrictivo, con apenas 150 viviendas, en
Castellar de la Frontera, y que es un campo complementario a Valderrama,
en Sotogrande, designado por los jugadores profesionales el mejor campo
de golf de Europa.
El consejero
de Turismo y Comercio, Rafael Rodríguez, recuerda que el decreto
regula la declaración de interés turístico de los
proyectos, y que por tanto, para aprobarla tienen que tener “una vocación
claramente turística, en la que el uso deportivo y hotelero sea
preferente y, siempre que su impacto en el medio se ajuste a los preceptos
ambientales”.
Rodríguez,
uno de los tres miembros de IU en el Gobierno, advierte de que lo que no
puede ser es que se utilice la excepcionalidad de la declaración
de interés turístico “para colar proyectos eminentemente
residenciales y sortear la normativa urbanística y los preceptos
que imponen el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía
(POTA) o los planes subregionales”. “El decreto no está para eso,
pero propiciará todo campo auténticamente turístico”,
insiste. El proyecto rechazado en Almería, por ejemplo, planteaba
construir 1.870 viviendas.
Precisamente,
el decreto se elaboró tras una larga discusión en el Gobierno
para evitar que con la excusa de un campo de golf proliferen y se consoliden
núcleos de población aislados en suelo no urbanizable alejados
de las poblaciones y demandantes de nuevos servicios e infraestructuras.
En junio de 2010 se modificó el decreto para aligerar algunas exigencias,
como permitir que las viviendas no computen para el 30% de incremento residencial
y 40% de suelo que como tope pueden programar los municipios en sus planeamientos.
OTROS SEIS
CAMPOS EN TRÁMITE
Desde que
se aprobó el decreto regulador de la implantación de campos
de golf en Andalucía (febrero de 2008), se han presentado 19 proyectos
que aspiran a ser declarados de interés turístico, lo que
permite la excepcionalidad de que puedan incluir promociones residenciales.
Entre los
requisitos se exige una superficie mínima de 70 hectáreas,
un recorrido de 18 hoyos no inferior a 6.000 metros, y una distancia mínima
desde el eje de las calles hasta la edificación más próxima
de 90 metros. Deben contemplar un plan de actuación ambiental que
obtenga la calificación de calidad ISO, con reforestación
y plantación de especies autóctonas, y disponer de medios
propios para el agua de riego, pues no pueden usar la de la red general
ni de abastecimiento humano.
La obtención
de los permisos, desde la autorización ambiental unificada hasta
la declaración de interés público, supone un complejo
y lento proceso, que ha generado descontentos.
Para hacerlo
más transparente y fácil, el pasado marzo, más de
cuatro años después de aprobarse el decreto, se publicó
la orden que establece el procedimiento a seguir para los que se presenten
a partir de ahora.
El primer
paso de tramitación cuando se recibe una solicitud, antes de emitirse
ningún informe, es sacar el proyecto a información pública,
para que sea conocido y puedan presentarse alegaciones.
En esta
fase inicial está desde el pasado día 18 el último
proyecto recibido, el promovido por el banco Foreing Lybian Bank en la
Costa del Sol en la finca La Resinera, de 70 millones de metros cuadrados,
que perteneció a Gaddafi, aunque ocuparía cinco millones,
y prevé 1.200 viviendas. Además, hay otros seis en distintas
fases de tramitación previa al pronunciamiento de la comisión
técnica.
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