"Tenemos gran
fe en este proyecto", dijo Ernesto Fernández Taboada, director ejecutivo
de la Cámara de Comercio China-Argentina. “El financiamiento está
asegurado por los bancos chinos, pero hay que hacer algunos ajustes. Estas
son dos presas en el mismo río que aprovechan al máximo su
flujo. Será bueno para la provincia y para todo el país ”,
agregó.
En 2016 la
Corte Suprema de Argentina suspendió el trabajo en las presas, dictaminando
que se llevaría a cabo una evaluación adecuada del impacto
ambiental y una consulta pública. Los opositores a la represa dijeron
que podrían destruir sitios arqueológicos e impactar negativamente
el glaciar Perito Moreno, un importante atractivo turístico para
el Parque Nacional Los Glaciares.
También
podrían afectar el curso del río Santa Cruz y los niveles
de agua en los estuarios donde el raro Grebe encapuchado , una especie
en peligro crítico endémico de Argentina, pasa el invierno.
En los últimos 25 años, las poblaciones de aves que habitan
en el agua han caído un 80%. Hoy, se estima que quedan menos de
800.
El ex presidente
Mauricio Macri (2015-2019) respondió a las sentencias judiciales
reduciendo el proyecto. En lugar de 11 turbinas, habría ocho y la
altura de las presas se reduciría para reducir su impacto ambiental.
Las modificaciones
satisficieron a la Corte Suprema, que finalmente dio luz verde a las obras
en septiembre de 2017.
Más
allá de los grupos ambientalistas, las comunidades locales pertenecientes
a los pueblos mapuche y tehuelche también se oponen al proyecto.
Defienden el río y el territorio circundante como espacios sagrados
y han presentado un reclamo legal formal para una consulta sobre el proyecto.
Para sus partidarios,
las presas representan una oportunidad de desarrollo para Santa Cruz. La
mayoría de la fuerza laboral es argentina, aunque la gerencia y
algunos puestos especializados están ocupados por chinos.
Para 2022,
el proyecto habrá creado 3.000 empleos y generado más empleos
para aquellos que proporcionan alimentos, medicinas y servicios recreativos
al sitio. El préstamo para la construcción se pagará
con la venta de energía generada por las presas.
COLABORACIÓN
DE INFRAESTRUCTURAS CON CHINA
El proyecto
es parte de una 'asociación estratégica integral' entre China
y Argentina, un estatus diplomático que el país asiático
mantiene con solo unas pocas naciones. Los lazos políticos y económicos
entre los dos países se hicieron cada vez más estrechos durante
la última década, especialmente con Fernández de Kirchner.
Argentina obtuvo
fondos chinos para once proyectos que cubren ferrocarriles, energía
solar, energía nuclear y presas. Argentina también se benefició
de un canje de divisas por valor de 19 mil millones de dólares,
intercambiando préstamos en monedas locales para obtener tasas favorables,
lo que ayudó a fortalecer las reservas de divisas del Banco Central.
Solo el 9.65%
de la energía eléctrica en el territorio argentino proviene
de fuentes renovables, incluida la energía hidroeléctrica.
Esta cifra es muy inferior al promedio latinoamericano y desde la meta
nacional del 20% para 2025 establecida en la Ley 27.191. La matriz energética
se compone principalmente de hidrocarburos, principalmente gas natural.
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