Según
el Lean Construction Institute (LCI), los principios fundamentales de Lean
Construction son:
1) Respeto
por las personas:
Las personas
son parte integral de la implementación y entrega exitosa de los
procesos de construcción ajustada, a través del flujo libre
y desinhibido de ideas y comentarios constructivos, ninguno de los cuales
sería posible sin un respeto mutuo por todos los participantes en
el proceso. Dichos participantes pueden abarcar desde representantes superiores
del Cliente, Arquitecto y Constructor hasta capataces y supervisores comerciales
especializados.
2) Centrarse
en el proceso y el flujo:
El objetivo
de la construcción ajustada, al igual que la fabricación
ajustada, es lograr un flujo de trabajo continuo e ininterrumpido confiable.
Esto se logra principalmente a través de una comunicación
abierta entre todas las partes interesadas del proyecto, tanto durante
el desarrollo del cronograma del proyecto como, lo que es más importante,
durante el proyecto cuando una actividad se desvía del cronograma.
Esta comunicación permite realizar rápidamente ajustes en
el cronograma para el seguimiento de las actividades, evitando así
demoras, desperdicios o exceso de inventario.
El Lean Construction
Institute ha desarrollado aún más un sistema de principios
de construcción ajustada que se enfoca específicamente en
mejorar la confiabilidad del proceso de programación llamado Last
Planner, cuyo enfoque principal es extraer información de las partes
interesadas del proyecto en un proceso colaborativo para desarrollar un
cronograma detallado. En lugar de presionar a los participantes para que
cumplan con un cronograma desarrollado independientemente de la mayoría
de las partes interesadas.
3) Generación
de valor:
El enfoque
tradicional de la construcción se centra en lo que el cliente quiere
que el equipo de construcción construya, por ejemplo, lo que se
muestra en los planos y especificaciones, mientras que los procesos de
construcción ajustada alientan al equipo del proyecto a considerar
el valor general desde la perspectiva del cliente. Esto generalmente se
logra reuniendo a todas las partes interesadas del proyecto, incluido el
Cliente, para definir las Condiciones de Satisfacción de un proyecto.
4) Eliminación
de desechos:
Un principio
clave de la construcción ajustada es la eliminación del desperdicio
en la mayor medida posible, aceptando que la eliminación total es
una expectativa poco realista. Los desechos se definen generalmente como
la utilización de recursos que no agrega valor, pero el LCI ha definido
una serie de subconjuntos relacionados con la construcción de esto:
Las disputas
también se podrían agregar a esta lista. Las disputas contractuales
pueden interrumpir el flujo de actividades, retrasar el trabajo y resultar
en la utilización de recursos que no agregan valor alguno y posiblemente
reducen el valor a través de relaciones dañadas.
5) Mejora continua:
En el concepto
de construcción ajustada es fundamental el principio de que es necesario
mejorar continuamente todos los procesos con el objetivo de eliminar el
desperdicio, o citando a LCI: el
“pensamiento
ajustado exige una mentalidad de mejora continua. Los líderes deben
crear un entorno en el que se fomente la experimentación y se acepte
un pequeño fracaso manejable si el objetivo es mejorar continuamente”.
Sin embargo,
a pesar de los mejores esfuerzos de LCI, IGLC y otros, la industria de
la construcción ha tardado en adoptar cualquiera de estos principios
lean debido en gran parte a la percepción de que los métodos
lean solo son aplicables a entornos controlados, como una fábrica
que produce productos estandarizados. Es decir, la situación opuesta
a la que se encuentra en una obra de construcción.
Pero, ¿hay
alguna otra razón que frene la adopción de principios de
construcción ajustada? ¿Por qué son importantes los
contratos para Lean?
Desafortunadamente,
los contratos de construcción tradicionales dividen a todas las
partes de un proyecto en campos separados. La lógica comercial dicta
que cada parte intentará optimizar su propia parte del proyecto,
desoptimizando así el conjunto. Ejemplos de este enfoque incluyen
la transferencia del riesgo a la parte menos capaz de gestionarlo e incluir
términos contractuales onerosos que conducen a disputas que consumen
mucho tiempo.
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