El banco de
la UE proporcionará al IFD un préstamo de 200 millones de
euros para prestar a instituciones financieras en Portugal, que destinará
fondos a entidades que promuevan la construcción, rehabilitación
y mejora de la infraestructura. Los intermediarios financieros deberán
igualar la cantidad prestada por el BEI, con lo que se dispondrá
de un total de hasta 400 millones de euros para el programa de inversión.
Portugal tiene
uno de los porcentajes más altos de personas mayores con problemas
de salud mayores de 65 años de Europa. El esquema permitirá
que entidades del tercer sector, como las Misericórdias y las Instituições
Particulares de Solidariedade Social (IPSS), desarrollen un programa de
inversión. El objetivo es aumentar la disponibilidad, ya que las
instalaciones actuales están desactualizadas y, en muchos casos,
no pueden satisfacer las necesidades actuales. Como resultado, el gobierno
portugués se ve obligado a brindar atención continua en un
entorno hospitalario, lo que coloca al servicio nacional de salud bajo
una presión mucho mayor, o las familias se ven obligadas a convertirse
en cuidadores informales o contratarlos sin la capacitación necesaria.
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