La tendencia
al alza del precio del alquiler responde al desequilibrio que existe hoy
en día entre la oferta de vivienda - que es escasa - y la alta demanda.
Como consecuencia a esta descompensación del mercado de alquiler
tradicional, nace el auge del alquiler de las habitaciones, como una solución
para desbloquear la oferta actual de vivienda en las grandes ciudades.
De hecho, el alquiler de habitaciones ha aumentado desde 2015 en el mercado
de Barcelona - uno de los mercados principales de Badi - un 46% y se estima
que en los próximos tres años crezca un 32%.
Esta es una
de las primeras conclusiones de la Radiografía del alquiler de habitaciones
en España 2019 elaborada por Badi y que analiza el estado del mercado
del alquiler de habitaciones a largo plazo en el último año
así como identifica las posibles soluciones en el sector para configurar
ciudades más accesibles y acordes con los nuevos modelos de vida.
La diferencia
del precio de la oferta y lo que está dispuesta a pagar la demanda
en España es de un 7% en el alquiler de habitaciones, frente a un
52,5% en el alquiler tradicional.
El estudio
de Badi concluye también que la diferencia entre la oferta actual
y el precio que la demanda está dispuesta a pagar para alquilar
una habitación en España es de un 7%, lo que significa que
existe un equilibro en el mercado del alquiler de habitaciones. En las
ciudades de Barcelona y Madrid la diferencia es de un 12%.
Este equilibrio
no se mantiene en el alquiler tradicional, donde la diferencia de precio
entre la oferta y la demanda es de un 52,5%. Estas cifras revelan que el
alquiler de habitaciones emerge como una solución que se adapta
al modelo de vida y a las necesidades de los ciudadanos actuales a la vez
que permite desbloquear la oferta existente para satisfacer a una gran
demanda en aumento.
El precio medio
del alquiler de una habitación en España es de 396 euros.
El precio medio
de alquiler de una habitación en España en 2019 fue de 396
euros.
Concretamente,
un 28% inferior a la media europea que alcanzó los 550 euros en
el último año.
A nivel nacional,
ciudades como Madrid o Palma se encuentran en la media, mientras que la
ciudad de Barcelona se sitúa un 12% por encima del resto de ciudades
españolas como resultado de la alta demanda existente.
Valencia, Málaga
y Sevilla se emplazan un 27% por debajo mientras que Granada y Murcia en
un 40%.
La demanda
de las principales ciudades españolas proviene de inquilinos de
la misma ciudad.
Barcelona es
la ciudad donde existe más demanda de alquiler de habitaciones,
concentrando un 43,2% del total. Le siguen en el ranking de top ciudades
españolas con más demanda, Madrid con un 29,8% y Valencia
con un 5%.
Por lo que
se refiere al origen de la demanda, proviene principalmente de la misma
ciudad. En el caso de la ciudad de Barcelona, el 58% de la demanda es nacional
de la cual el 66% vive en Barcelona y el tercio restante procede de los
países europeos de Francia, Reino Unido, Italia y Alemania. En Madrid,
más de la mitad de la demanda - concretamente el 77% - vive en España,
de la cual el 64% procede de la ciudad de Madrid y un 36% proviene de Reino
Unido y Francia y de los países latinoamericanos de México,
Colombia y Argentina.
El 90% de los
usuarios que alquilan una habitación son particulares.
El perfil de
usuario que pone una habitación en alquiler son en el 90% de los
casos, particulares que viven en el piso. En su gran mayoría son
mujeres (57%), trabajadores (70%) y tienen 32 años de media. Su
motivo principal para compartir piso es vivir experiencias positivas y
significativas al mismo tiempo que les brinda la oportunidad de ahorrar
en costes y mantener una vivienda en el centro de la ciudad.
DECLARACIONES
El director
general de Badi España, Ignasi Giralt, cree que hay viviendas desaprovechadas
en el centro de las ciudades que podrían entrar en el mercado de
habitaciones. "Hay muchos pisos vacíos y pisos con habitaciones
a los que no se les saca rendimiento", dijo Giralt durante la presentación
de su estudio en Madrid. Es la primera radiografía del mercado de
habitaciones hecha por esta plataforma, que nació en Barcelona en
2015 y se ha expandido por Europa.
Giralt ha señalado
que el hecho de que solo el 24 % de la vivienda disponible se dedique al
alquiler -frente al 35 % de Francia y Reino Unido, el 45 % de Austria y
el 58 % de Suiza- supone un "potencial enorme" y ha manifestado su intención
de "colaborar" con el Ayuntamiento de Madrid en su objetivo de "desbloquear
la oferta disponible".
Giralt defiende
aumentar la oferta de vivienda ya construida en lugar de construir vivienda
nueva en el extrarradio o imponer controles de precios. Según Badi,
muchos jóvenes buscan vivir cerca del centro de modo económico
y sin compromiso de largo plazo. "Somos la generación del aquí
y ahora", dice Giralt.
"Actualmente
tenemos 40 viviendas más en pipeline para activar en los próximos
meses y pronto empezaremos a operar el primer edificio completo en La Sagrera
(Barcelona) con una zona de coworking. Además, estamos mirando opciones
para gestionar coliving centralizado", apunta.
Para apoyar
su plan de crecimiento, la compañía negocia con fondos, family
office y Socimis con viviendas en alquiler. Jaime de la Torre, vicepresidente
de Badi Homes, explica que, tras detectar una brecha entre la oferta disponible
de grandes tenedores de viviendas y la demanda insatisfecha de los inquilinos,
decidieron entrar en el negocio de la gestión. "Queremos ayudar
a desbloquear oferta complementaria y subir el estándar de calidad",
indica.
De la Torre
asegura que los grandes fondos de inversión recurren a servicers
porque no tienen capacidad de operar su cartera y esta necesidad insatisfecha
es la que pretenden cubrir desde la compañía.
Para ello,
Badi Homes pone a disposición de los propietarios un servicio de
asesoramiento en la reforma y diseño, gestión, búsqueda
de inquilino y mantenimiento a cambio de una comisión que ronda
el 20% de los ingresos generados para el arrendatario.
Al inquilino,
por su parte, Badi Homes le facilita la contratación, el pago y
las renovaciones, así como una serie de prestaciones adicionales.
"El inquilino cuando entra solo necesita el cepillo de diente porque todo
lo demás -sábanas, toallas, mobiliario, vajilla, luz, agua,
gas, Internet, mantenimiento y limpieza de zonas comunes- se lo ofrecemos
nosotros. Lo único que cobramos aparte es la limpieza de la habitación",
aclara.
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