La Fiscalía
de Medio Ambiente y Urbanismo investigará y hará un seguimiento
de los Ayuntamientos en zonas de mayor incidencia de incendios forestales
y no descarta abrir una "investigación penal concreta" si estos
no cuentan con un plan de prevención de incendios.
Se trata de
un oficio del fiscal de Medio Ambiente y Urbanismo, Antonio Vercher, dirigido
especialmente a 151 Ayuntamientos de Galicia, Cataluña, Comunidad
Valenciana, Murcia y Andalucía, a los que desde el pasado mes de
julio ha pedido información sobre las zonas de alta peligrosidad
e incidencia de incendios forestales.
Así,
el fiscal "alerta" a las autoridades competentes y a los Ayuntamientos
a través de la Federación Española de Municipios y
Provincias (FEMP) de que fortalezcan y "hagan efectivas" las actuaciones
de prevención a las que obliga la normativa de incendios forestales.
En un oficio,
el fiscal de Medio Ambiente y Urbanismo, Antonio Vercher, considera que
la prevención de incendios es "una cuestión de naturaleza
estrictamente administrativa" y denuncia que de los 151 municipios, apenas
el 25 por ciento --38 de ellos-- dispone de un plan de prevención;
otros 47 municipios lo tiene en tramitación y otros 13 cuentan con
un plan pero está anticuado y lo están actualizando.
El resto, o
no tiene plan (19), o no cuenta con él pero lo tramitará
o bien no han respondido (16) hasta el 31 de enero de este año.
El oficio de
Vercher se dirigía al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación,
Luis Planas, a quien hace una descripción de la situación
de los 151 municipios requeridos.
En este contexto,
recuerda que en la obligación de la Fiscalía General del
Estado de prevenir los incendios forestales, en la primera mitad de 2018
se abrió un expediente para conocer la situación de estos
planes a los que están obligados los consistorios españoles.
Sin embargo, de cara a la previsibilidad de ocurrencia de incendios forestales
durante el verano de 2018, se centraron en los municipios con mayor probabilidad.
Así,
insiste en que según la legislación española "todos"
los municipios con superficie forestal tendrán que redactar un plan
de prevención de incendios en el que se regulan las actividades
y usos susceptibles de generar un incendio forestal y que diseñe
las infraestructuras de prevención necesarias al respecto.
Los objetivos
de estos planes son reducir la probabilidad de que suceda un incendio;
minimizar los tiempos de detección y respuesta ante la extinción
y reducir la peligrosidad del incendio forestal una vez producido.
Vercher admite
que la casuística en la producción de los incendios forestales
es de una "complicación y variedad extraordinarias" lo que complica
la prevención y la extinción y, al mismo tiempo, "justifica
plenamente" la elaboración de estos planes.
Asimismo, recuerda
que cada año se realizan "ingentes esfuerzos", materiales y humanos
en prevenir y luchar contra el fuego hasta que es "difícil" abordar
la materia desde ángulos "distintos y novedosos" y esto "obliga"
a las autoridades a replantar "aspectos que pudieran arrojar alguna luz"
en la búsqueda de la deseada eficacia.
El fiscal reflexiona
que por mucho que se invierta "año tras año" en luchar contra
el fuego, "da la impresión" de que repetir una y otra vez el mismo
planteamiento se olvidan "aspectos tan esenciales" como son los "obligados"
planes de prevención y su "lógica incidencia" en la aparición
y disminución de los incendios.
En este contexto,
el oficio del fiscal ve "oportuno" avisar a los Ayuntamientos de que la
Fiscalía hará un seguimiento sobre esta cuestión y
"no oculta la posibilidad" de que la ausencia de un plan de prevención
de incendios pueda analizarse como una causa en una investigación
penal concreta.
Esto sería
así en la medida en que la Fiscalía pueda valorar la falta
de un plan de prevención como un "factor coadyudante" en la producción,
extensión o difusión de un incendio forestal concreto".
Es decir, que
si en un incendio en suelo forestal se detecta que el municipio al que
pertenece no contaba con un plan de prevención, esto podría
considerarse como un delito.
"Esta Unidad
considera que es su deber alertar a las autoridades competentes a fin de
fortalecer y hacer efectivas las actuaciones preventivas que traza la normativa
de incendios forestales", concluye Vercher.
En el caso
de la Comunidad Valenciana, la circular remitida por la Fiscalía
General del Estado a medio centenar de localidades valencianas, no responde
sólo a pueblos incluidos en puntos ZAR, las áreas con mayor
riesgo de fuego forestal. La iniciativa también tiene un cuenta
un estudio del Ministerio de Agricultura en el que subraya las zonas con
mayor probabilidad de incendio cruzando tres variables: sequedad del terreno,
datos históricos de siniestros y últimos fuegos.
En el caso
de Galicia, la falta de pruebas contra los autores obliga a archivar casi
todas las investigaciones.
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