La Auditoría de Infraestructura Australiana de 2019 analiza desafíos y oportunidades en los próximos 15 años y más. Es la segunda infraestructura de auditoría nacional que Australia emprende, la primera se publicó en 2015, y examina las necesidades de infraestructura de la comunidad y la industria australianas, cubriendo los principales sectores de infraestructura de energía, transporte, telecomunicaciones, agua y, por primera vez, Infraestructura social y residuos.

"Desde la última Auditoría de Infraestructura de Australia que lanzamos en 2015, los gobiernos de Australia han realizado importantes avances para promover la reforma, mejorar la planificación y abordar las brechas de infraestructura", dijo Alroe. “Desde 2015 se han iniciado más de $ 123 mil millones en trabajos de construcción, con una cartera comprometida de más de $ 200 mil millones. Sin embargo, hay mucho más por hacer para aliviar las presiones del crecimiento, catalizar el desarrollo y permitir que nuestras empresas compitan en un escenario global”.

La Auditoría de 2019 determina que la infraestructura en las cuatro ciudades más grandes (Sydney, Melbourne, Brisbane y Perth) no logra mantener el ritmo del rápido crecimiento de la población, particularmente en la periferia urbana. "Con nuestra población proyectada para crecer en un 24% para llegar a 31.4 millones en 2034, se espera que nuestras ciudades más grandes vean presión sobre el acceso a la infraestructura", dijo.

"Los costes de la inacción son significativos", dijo Alroe. "Si se detuviera la inversión, se proyecta que el costo de la congestión vial crecerá en $ 18.9 mil millones a $ 38.7 mil millones en 2031. Esto afecta la calidad de vida, así como nuestra productividad económica y competitividad como nación".

Infraestructura Australia está pidiendo comentarios en respuesta a 136 desafíos y 44 oportunidades identificadas en la Auditoría de 2019. Las presentaciones estarán abiertas hasta el 31 de octubre de 2019.

En respuesta a la auditoría, la Federación de Contratistas Civiles de Australia (CCF) ha repetido su llamado a la acción urgente para estimular la economía australiana al aumentar el gasto en infraestructura. Insta al gobierno federal a adoptar un plan de tres puntos: utilizar la financiación de la deuda para desplegar un mayor volumen de proyectos de infraestructura en los próximos 10-15 años para estimular la economía; lanzar y financiar una campaña nacional de habilidades y una agenda de capacitación; y reducir la burocracia en el "sector extractivo" para garantizar un suministro suficiente de materias primas.

La inversión en infraestructura de transporte ayudará a salvar las aguas turbulentas de un mercado inmobiliario en declive y suavizar el sector de la construcción comercial, pero no hay duda de que se necesita hacer más para acelerar la actividad de la construcción e impulsar el crecimiento económico.

Master Builders Australia también respondió al informe. "El último pronóstico de la industria predice que el aumento de la inversión del gobierno en infraestructura de transporte aumentará el volumen de obras de construcción civil de $ 92.42 mil millones en 2019 a casi $ 104 mil millones en 2022", dijo el CEO Denita Wawn. “Este aumento de $ 92.6 mil millones pateará el volumen de civileslos trabajos de construcción aumentaron en un 12.5 por ciento en los próximos dos años y esto obviamente es una buena noticia para nuestra industria, la economía y la comunidad ", dijo. "Tenemos la esperanza de que la inversión en infraestructura urbana, incluidos los proyectos incluidos en los acuerdos de ciudades del Gobierno, ayudará a desbloquear la nueva oferta de vivienda y las caídas moderadas en el sector de la construcción residencial, que se prevé que disminuya un 28 por ciento desde su máximo en 2020/21 . "Por lo tanto, aunque elogiamos y apoyamos la agenda de infraestructura del Gobierno, sin duda hay que hacer más".