Los planificadores
urbanos deben crear espacios atractivos donde las personas vivan, trabajen
y jueguen cerca. Esto reduciría la necesidad de transporte privado
y fomentaría el uso de transporte público más conveniente.
El uso compartido
y el uso múltiple de espacios maximiza su utilización y reduce
la necesidad de nuevos edificios. La planificación también
es esencial, ya que puede prolongar la vida útil de los edificios
mediante la reutilización y la reutilización.
Los planificadores
urbanos también pueden exigir el uso del enfriamiento del distrito
en áreas donde sea apropiado. El enfriamiento del distrito funciona
agregando la demanda de enfriamiento. Una instalación centralizada
envía agua refrigerada a través de una red de tuberías
de distribución a varios edificios.
El sistema
de refrigeración del distrito utiliza un 20-30% menos de electricidad
que la tecnología de refrigeración convencional más
eficiente energéticamente, un ahorro importante dado que la refrigeración
consume la mayor parte de la energía en regiones cálidas.
Los gobiernos
y los reguladores también deberían introducir la economía
circular en el diseño. Pueden lograr esto al requerir que los planos
para los nuevos edificios incorporen elementos que maximicen la eficiencia
de la energía y el agua. Algunas medidas para reducir el consumo
de energía y agua son amigables con el medio ambiente y económicas.
Por ejemplo,
una envoltura de edificio de alto rendimiento reduce las pérdidas
de calefacción y refrigeración. Los países deben revisar
sus regulaciones de eficiencia energética dadas las nuevas tecnologías,
diseños de construcción y métodos. Los constructores
también pueden instalar paneles solares fotovoltaicos para proporcionar
generación de electricidad renovable.
Finalmente,
los desarrolladores deben utilizar métodos de construcción
sostenibles. Por ejemplo, los gobiernos y los reguladores pueden fomentar
el uso de la construcción modular, que implica la construcción
de componentes en una fábrica en lugar de en el sitio.
La construcción
modular puede generar ahorros de hasta el 74% del material, el 68% de los
costes de equipo y hacer que la construcción sea más rápida
y menos laboriosa. Otra ventaja de la construcción modular es que
se adapta más fácilmente a medida que cambian las necesidades
de espacio. Por ejemplo, el distrito londinense de Lewisham ha colocado
en un sitio de zonas industriales abandonadas una estructura modular de
24 viviendas, que se puede desmontar y mover.
La aplicación
de la impresión 3D en la construcción también puede
conducir a ganancias de eficiencia, ya que utiliza una fracción
de los costes asociados típicos y el material de construcción
de los enfoques convencionales.
Ya, Dubai ha
lanzado una estrategia de impresión 3D. Sin embargo, cosechar los
beneficios completos de la transición requerirá un esfuerzo
coordinado donde todos los elementos de un entorno construido circular
puedan unirse.
Una forma de
avanzar hacia un circuito cerrado de material es crear un mercado para
intercambiar y reutilizar los materiales recuperados después del
desmontaje. Para habilitar dicho mercado, los reguladores y la industria
deberán introducir un "pasaporte de material" para garantizar que
los materiales recuperados sean de la calidad adecuada. El Reino Unido
ya tiene Environmate, donde los constructores se conectan para comprar
y vender materiales de construcción sobrantes.
Los gobiernos
y los reguladores pueden fomentar la reutilización de materiales
cambiando los códigos de construcción. Ciudades como Amsterdam
insisten en la coordinación de la construcción y demolición
para permitir el uso secundario de materiales.
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