Dentro de
este sistema de gestión, Torre Sevilla cuenta también con
un sistema de contadores inteligentes que monitoriza y detecta cualquier
desviación en el consumo eléctrico en tiempo real para una
mejor gestión de los recursos energéticos. Asimismo, el caudal
de aire que generan los ascensores que recorren a 6 metros/segundo el rascacielos
se reaprovecha para mantener la temperatura óptima de las salas
de máquinas alargando la vida útil de los equipos.
La fachada
de vidrio de bajo coeficiente de transmisión térmica, los
perfiles de aluminio con rotura de puente térmico, y todo el sistema
de lamas horizontales, diseñado tras un riguroso estudio de soleamiento
sobre la Torre Sevilla, otorgan al edificio la máxima calificación
de eficiencia energética (categoría A), lo que implica la
reducción de la transmisión del calor entre la Torre y el
exterior.
SOSTENIBILIDAD
DEL CONJUNTO
En el caso
del conjunto arquitectónico, el componente sostenible se extiende
más allá del rascacielos, ya que el centro comercial TORRE
SEVILLA cuenta con cubiertas vegetales de 11.000 metros cuadrados que,
al actuar como aislante térmico, contribuyen al ahorro energético
del edificio. Estos techos verdes están dotados a su vez de un sistema
de captación de agua de lluvia que permite regar todas las cubiertas
ajardinadas con el 100% de agua reciclada, lo que garantiza la sostenibilidad
del sistema y avala el compromiso con el Medio Ambiente de todo el complejo
de la Torre Sevilla. Igualmente, la propia actividad de las especies vegetales
reduce el dióxido que se emite a la atmósfera disminuyendo
la contaminación del aire. Una vegetación que también
está presente en los jardines verticales del centro comercial y
en las oficinas de varias empresas con sede en el rascacielos.
Por su parte,
el Parque Magallanes junto al río Guadalquivir, con más de
40.000 metros cuadrados de superficie verde, incorpora un sistema de drenaje
sostenible que también permite el aprovechamiento del agua pluvial
para el riego.
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