En estos dos
primeros años, Homiii ha comprado 42 pisos que suman en torno a
8.000 metros cuadrados y 300 habitaciones. Todas ellas se encuentran ubicadas
en zonas céntricas de Madrid como Moncloa, Chamberí, Centro
y Salamanca. Se trata del primer proyecto de 'co-living' en España
a través del modelo de piso compartido que cotiza en el MAB.
Esta socimi
residencial ha alcanzado una rentabilidad bruta del 7,5% sin incluir la
posible revalorización de la cartera de activos que han comprado
Un propietario
tiene dos opciones a la hora de plantearse alquilar su piso a más
de un inquilino:
-
El alquiler compartido
solidario: Un único contrato para todos los inquilinos, donde se
destaca que dicho contrato es de carácter solidario. Es decir, que
cada inquilino responde ante el arrendador de la totalidad del alquiler
y demás gastos. De este modo, del impago de un inquilino responden
también los demás. De ahí que se llame solidario.
-
El alquiler compartido
mancomunado: tantos contratos como inquilinos haya en el piso. Estos contratos
incluyen el uso de la habitación, así como de las dependencias
compartidas. En este tipo de arrendamiento, el inquilino sólo responde
de sus obligaciones contractuales no de la de los demás. Así,
en caso de que uno de los inquilinos abandone el piso, el resto no tendrá
que abonar su parte de alquiler.
Para el propietario
tener un piso en alquiler compartido no tiene que ser más problemático
que hacerlo con uno sólo. La clave es la selección de los
inquilinos, ver que son solventes.
Pero la clave
para evitar cualquier tipo de problema entre inquilinos y propietario es
dejarlo todo claro en el contrato.
En este caso,
inquilinos y propietario podrán pactar la sustitución de
los inquilinos durante su vigencia, procedimiento y modo de selección
de tal modo que no se le pueda imponer un nuevo inquilino ni al casero
ni éste a los demás que conviven en la vivienda.
Asimismo, se
recomienda dejar por escrito y firmado unos estatutos reguladores para
la vida en común, que determine la forma de administrar y repartir
los gastos comunes, telecomunicaciones, electricidad, agua, gas o incluso
los de alimentación si se comparten, así como la utilización
de los elementos comunes.
Es importante
para los inquilinos, pero también lo es para el propietario pues
de esta manera tendrá claro cómo va a controlar los pagos
de cada inquilino.?
|