Así,
explicó el valor del alquiler urbano se fijará por ley en
torno al índice de referencia de precios del alquiler en las zonas
que se consideren de alta demanda. La Conselleria de Territori será
la encargada de delimitar esas zonas, a petición de los ayuntamientos,
y podrá delegar esa competencia a municipios como Barcelona, para
que puedan determinen ellos mismos las zonas y el precio. “Se declaran
zonas tensas, de manera que la limitación no es ilimitada en el
tiempo”, explicó.
La consellera
justificó la urgencia de acudir al decreto ley en el aumento que
han sufrido los precios de los alquileres, que a su juicio no se ajusta
“ni a los salarios ni al incremento de la capacidad adquisitiva que tiene
el país”.
En Cataluña,
señaló la conselleria, el precio medio del alquiler ha crecido
un 29% en los últimos cinco años, alcanzando los 698 euros,
160 más que en 2013, y ya está a un nivel superior al registrado
antes de la crisis, especialmente en Barcelona, donde el precio medio de
un piso de alquiler de 72 metros cuadrados es actualmente de 949 euros,
según el Incasòl. Fuentes de la conselleria explicaron que
si un propietario arrienda su piso por encima del valor máximo el
inquilino podrá acudir al juzgado a reclamar que el dueño
le devuelva las cantidades que ha pagado en exceso.
La nueva norma
va más allá de la regulación de los alquileres aprobada
por el Gobierno español y se basa en la competencias exclusivas
que tiene Cataluña para regular el Código Civil. Sin embargo,
será la primera vez que éste regule directamente los contratos
de alquiler de viviendas. La consellera reivindicó las “competencias
propias” de Cataluña y pidió “lealtad” al Gobierno y al futuro
ministro de Fomento para respetar esta regulación.
El inquilino
podrá reclamar en el juzgado que le devuelvan lo pagado de más.
El Departamento
de Justicia tiene previsto reunirse en los próximos días
con asociaciones de propietarios, sindicatos de inquilinos y otras organizaciones
sociales para a su juicio elaborar una ley que “sea coral, equilibrada,
y recoja sensibilidades y preocupaciones de todos”, según la consellera.
El presidente del Colegio de Apis, Gerard Duelo afirmó que los agentes
de la propiedad están “cien por cien de acuerdo” con la necesidad
de regular los alquileres, aunque estudiarán “cómo y cuándo”
debería realizarse.
MEMORIA PRELIMINAR
DEL ANTEPROYECTO DE LEY DE ARRENDAMIENTOS URBANOS DE CATALUÑA
La consejera
de Justicia de la Generalidad de Cataluña, Ester Capella, ha anunciado
este lunes que preparan un anteproyecto de ley para regular los alquileres
de viviendas, a través del Código Civil catalán, que
alargará la duración mínima de los contratos a entre
seis y diez años y prevé poder limitar precios.
En una comparecencia
en el barrio del Raval de Barcelona, junto al director general de Derecho
y Entidades Jurídicas, Xavier Bernadí, Capella manifestó
recientemente que están estudiando que la norma establezca condiciones
diferentes para particulares y sociedades, y que la duración mínima
de los contratos para los primeros será inferior que los segundos.
El nuevo proyecto
prevé posibilitar la limitación de los precios de alquiler
al departamento competente en materia de vivienda directamente o capacitando
a los ayuntamientos para hacerlo, e incluirá un paquete de medidas
para que el arrendamiento de inmuebles se haga con mejores garantías
y que busque "la preservación de derechos y deberes de todas las
partes".
COMPETENCIAS
Capella ha
destacado en su intervención que la Generalidad actúa en
"el ejercicio de sus competencias propias como país" y que prevé
poder debatir la ley en el Parlamento regional a finales de año,
y que se presente la memoria preliminar a finales de abril. Así,
ha resaltado que es "la obligación principal" de todo representante
político desplegar la legislación que quiere proteger e intentar
mejorar la vida de la ciudadanía, y es una prioridad del Gobierno
catalán regular el contrato de arrendamiento.
Al preguntársele
si teme que el Gobierno español pueda recurrir la norma ante el
Tribunal Constitucional, la consejera ha pedido al Ejecutivo que "respete
las competencias propias del Govern de Cataluña", y ha destacado
que se están limitando a aplicar el Estatuto en el marco del desarrollo
del derecho privado.
El objetivo
de esta nueva norma es ejercer la competencia exclusiva en materia de derecho
civil para contribuir al acceso a la vivienda y hacerlo compatible con
el turismo y el negocio inmobiliario, ha destacado el departamento en un
comunicado. Según Capella, el nuevo decreto quiere "evitar la litigiosidad
cuando se rescinde un contrato", así como la estabilización
del mercado de alquiler, reduciendo la diferencia entre el incremento de
los precios de alquiler y el estancamiento de los salarios.
La duración
mínima de los alquileres era de cinco años hasta 2013, cuando
se redujo a tres años con la reforma de la Ley de arrendamientos
urbanos (Lau), y ahora el Gobierno central está pendiente por segunda
vez de que el Congreso apruebe su Real decreto ley para volver al plazo
de cinco años.
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