Por ejemplo,
en un edificio de cuatro plantas, en el que en la primera se admite hospedaje
y oficinas y en la cuarta solo hospedaje, en los anillos 1 y 2 harían
falta accesos independientes en los dos pisos, pero en el anillo 3, solo
en el cuarto.
Cuando se plantee
cambiar el uso residencial por el de hospedaje en edificios completos,
para instalar un hotel o pisos turísticos, será necesario
un plan especial que estudie el impacto en el entorno y que deberá
ser aprobado por la Junta de Gobierno y el pleno. A no ser que el edificio
ya tenga un uso terciario, en cuyo caso podrá obtener licencia directa,
excepto en los edificios protegidos. Cuando se trate de un edificio protegido
de uso residencial, el plan especial deberá demostrar que no es
viable rehabilitarlo para el uso residencial.
El Ayuntamiento
tiene un equipo de 22 inspectores de la Agencia de Actividades (ADA) que
ha revisado 11.936 viviendas en 502 edificios. De estas, ha determinado
que 1.729 se dedican al alojamiento turístico, el 14,48%. El Ayuntamiento
no tiene competencias en alojamientos turísticos pero sí
de licencias de uso terciario, en este caso, de alojamiento, y es quien
otorga licencias de actividad o decreta el cierre de establecimientos por
carecer de permiso.
SITUACIÓN
EN LA COMUNIDAD VALENCIANA
La regulación
de los apartamentos turísticos en la Comunidad Valenciana depende
de los ayuntamientos, concretamente de un informe de compatibilidad urbanística,
según establece la nueva ley de Turismo, en vigor desde 2018. En
Valencia, los pisos turísticos legales —es decir, los registrados
en el censo autonómico— deben situarse por encima de comercios y
oficinas y por debajo de las viviendas residenciales. No pueden compartir
planta con hogares y tampoco se permite que más del 50% de los pisos
de un edificio se use como apartamentos turísticos porque el inmueble
pasaría a ser de uso terciario.
Urbanismo diferencias
además entre los edificios de apartamentos que se alquilan los 365
días al año y las viviendas de particulares, que lo arriendan
cuando se van de vacaciones pero cuyo uso sigue siendo residencial. En
este segundo caso no hay límite genérico de días a
modo general para alquilarlo, pero en las nuevas regulaciones por barrios
se están incluyendo restricciones.
Es el caso
de Ciutat Vella, casco histórico de la capital, donde abundan los
apartamentos turísticos, y en El Cabanyal, barrio situado junto
a la playa. En pleno centro, Valencia permite a los particulares alquilar
su piso a turistas un máximo de 60 días al año, aunque
en la actualidad, debido a la saturación y las quejas vecinales,
el Consistorio ha paralizado las autorizaciones. En el Cabanyal, un enclave
popular donde abundan las plantas bajas, se ha optado por limitar el número
de alquileres para turistas a un 10% del total, porcentaje que se amplía
al 30% para las casas que están en primera línea de playa.
BARCELONA
En Barcelona,
el cierre de pisos turísticos ilegales ha sido una de las principales
acciones municipales. La ciudad tiene 9.600 pisos turísticos legales
y dejó de conceder nuevas licencias en 2014
PALMA DE MALLORCA.
En Palma el
alquiler de pisos y apartamentos a turistas está prohibido en toda
la ciudad. El pasado mes de abril el Consistorio aprobó una ordenanza
que restringe de forma total el alquiler turístico en viviendas
plurifamiliares y sólo permite el arrendamiento vacacional en las
unifamiliares (casas aisladas o chalés) excepto en las situadas
en polígonos industriales, el entorno del aeropuerto y en suelo
rústico.
En el resto
de Mallorca, el alquiler de pisos a turistas sólo está autorizado
en determinados municipios y fue regulado por el Consell Insular en base
a criterios de ocupación, urbanismo y saturación. La Ley
General Turística aprobada en 2017 por el Parlamento regional obliga
a los propietarios de viviendas vacacionales a obtener un número
de registro y autorización en la Consejería de Turismo para
poder ser comercializadas, bajo advertencia de hasta 40.000 euros de multa.
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