La cooperativa
se ha adelantado a un puñado de grandes inmobiliarias y fondos de
inversión que en los últimos meses han mostrado al club su
interés por esta operación inmobiliaria, pero que se han
limitado a recibir información sobre el proyecto o a presentar propuestas
no vinculantes ante las incertidumbres administrativas que rodeaban el
proceso hasta la aprobación definitiva por parte del Ayuntamiento
de Madrid.
Éstas
se disiparon el pasado 15 de noviembre cuando, tras muchas idas y venidas,
la Junta de Gobierno del consistorio que dirige Manuela Carmena dio luz
verde final al proyecto de urbanización del ámbito completo
Mahou-Calderón. Un cambio radical en tres fases que incluirá
la demolición del antiguo estadio del Atlético de Madrid
y una reordenación del tráfico de la M-30.
La autorización
del Ayuntamiento de Madrid ha acelerado el proceso y según estas
mismas fuentes el club maneja ya tres ofertas por los terrenos del Estadio
Vicente Calderón, de las cuales la de ADU Asesores es la primera
que se ha presentado con carácter firme. En los últimos días
varias informaciones publicadas por El Confidencial y por Merca2 situaban
también al fondo Stoneweg, a la cooperativa Ibosa y a Solvia en
la puja por los terrenos.
En concreto,
la ahora en venta SDIN -Solvia Desarrollos Inmobiliarios- en una 'joint
venture' con el fondo Oaktree estuvo muy interesada en el inicio del proyecto,
pero no llegó a presentar una oferta en firme para seguir adelante.
Según señalan fuentes del mercado inmobiliario cercanas a
esta operación, pese a que la opción no está descartada,
no se ha llevado a cabo una propuesta formal.
Miles de metros
de zonas verdes, cientos de viviendas y una parte importante de comercios
y servicios que cambiarán de aspecto radicalmente esta parte de
la capital. Pero llegar hasta aquí no ha sido fácil. Todo
comenzó en 2008 cuando Alberto Ruiz-Gallardón -en aquel entonces
alcalde de Madrid- firmó un convenio con el club para que se trasladase
a La Peineta. El club rojibanco se comprometió a derribar el Vicente
Calderón y comprar la parcela del nuevo estadio, todo ello valorado
en casi 250 millones de euros.
Para poder
afrontar el pago, los rojiblancos se aliaron con la cervecera Mahou y,
de forma conjunta, firmaron un acuerdo con FCC para el derribo y la reconstrucción
de La Peineta. Las modificaciones en el urbanismo de Madrid se trasladaron
al PGOU de la ciudad en 2009 y este cambio fue aprobado por el ayuntamiento
y posteriormente sancionado por el Ejecutivo regional, ambos en manos del
PP. Pero no todo el mundo estaba de acuerdo, y una asociación de
atléticos crítica con la gestión del club lo llevó
a los tribunales al considerar que la edificabilidad superaba la limitación
de alturas de la Ley del Suelo.
El TSJM dio
la razón a los aficionados y los afectados (club, cervecera y ayuntamiento)
recurrieron al Supremo. Antes de que alto tribunal tomase una decisión,
Esperanza Aguirre dejó la presidencia de la Comunidad de Madrid
y su sucesor, Ignacio González, aprobó una nueva norma que
eliminaba la afección de la limitación de alturas sobre este
proyecto. Como consecuencia de ello, el Supremo obligó al TSJM a
repetir el proceso completo.
En este nuevo
procedimiento, el TSJM estimó parcialmente el recurso de los aficionados
contra el PGOU y tumbó el proyecto. En paralelo, el pleno del Ayuntamiento
de Madrid aprobó en noviembre de 2014 un Plan Parcial de Reforma
Interior de la zona que permitía el derribo del estadio una vez
se terminase la reforma de La Peineta pero que continuaba incluyendo los
rascacielos que habían causado los problemas en el inicio de los
trámites.
Como consecuecia,
en 2016, el consistorio se vio obligado a reducir de 20 a ocho las alturas
máximas que se iban a poder construir en el nuevo desarrollo. Esta
reducción de la edificabilidad supuso un aumento de los precios
del suelo que se trasladarán al montante final que los afortunados
de vivir en esta zona de la ciudad tendrán que pagar.
Según
lainformacion.com, el Atlético de Madrid necesita vender los terrenos
de su antiguo estadio cuanto antes. El préstamo que se vio obligado
a contraer con el magnate mexicano Carlos Slim a través de Inbursa
para pagar el proyecto de La Peineta -el actual Wanda Metropolitano- tuvo
que ser refinanciado gracias a una hipoteca sobre este último inmueble.
El club llevó esta operación a la junta de accionistas del
pasado mes de noviembre, tal y como consta en los registros oficiales.
Pese a que
ha aumentado los plazos de pago que se cernían hasta entonces sobre
el club, los rojiblancos necesitan liberar las deudas de su balance. La
venta de estos terrenos aliviaría en gran manera las cuentas de
la Sociedad Anónima Deportiva de cara a los próximos ejercicios.
La propuesta
de ADU Asesores apela al valor añadido del régimen cooperativo.
Según el presidente de Concovi, Juan Casares, ya hay 800 familias
que han 'prereservado' una plaza en el residencial por si finalmente el
Atlético de Madrid optara por la oferta de la gestora por los terrenos
del Vicente Calderón y hay otras 7.000 con interés de encontrar
una vivienda en el barrio en espera para las que se va a abrir un proceso
que les permitirá obtener un Derecho Preferente de Incorporación
a la cooperativa en los próximos días.
El proyecto
cuanta también con la financiación necesaria para abordar
el proyecto, según Casares, ya que la gestora ha rubricado un acuerdo
con un importante fondo de inversión - cuya identidad no quieren
revelar - que se habría comprometido a asumir esa carga financiera
en caso de que el de ADU Asesores sea el proyecto elegido.
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