José
Antonio López Torralba, director técnico AVM & Valoraciones
regulares de CBRE destaca, “la inteligencia artificial basada en el Big
Data está teniendo un enorme impacto en el ámbito de las
valoraciones inmobiliarias, ya que el hecho de disponer de grandes bases
de datos fiables y de sistemas informáticos capaces de tratar y
extraer conclusiones de esa información es uno de los grandes retos
a los que diariamente se enfrenta nuestro sector”.
De este modo,
los modelos automatizados de valoración (AVM por sus siglas en inglés,
Automated Valuation Model), incorporan importantes ventajas, como la alta
fiabilidad de resultados y la agilidad de respuesta, ofreciendo valoraciones
representativas en periodos muy cortos de tiempo. Así, es posible
valorar grandes carteras de inmuebles y activos individuales con resultados
altamente realistas.
Las limitaciones
que encuentran están, fundamentalmente, en valoraciones de inmuebles
singulares, o activos en mercados poco dinámicos o transparentes,
ya que una de las claves principales de las AVM es contar con bases de
datos amplias, completas y actualizadas. “Además, es imprescindible,
en estos casos en particular, que la información que se ofrece sobre
el activo sea completamente veraz para que los resultados sean correctos
ya que, de lo contrario, la inteligencia artificial no podrá proveernos
datos suficientemente fiables”, subraya López Torralba.
En este sentido,
la consultora ha apostado por AVM CBRE 2.0 para reforzar la exactitud de
los datos finales gracias a una serie de procesos de contraste de la información
facilitada por el cliente, los cuales permiten llegar a resultados con
una fiabilidad de entre el 90% y el 99% con tiempos de cálculo por
inmueble en torno a 10 segundos. A estos se suma un conjunto de bases de
datos cruzadas adecuadamente para obtener datos finales de la mayor calidad.
Con este fin, se emplean tanto bases de datos públicas como privadas,
así como otras de carácter interno de la compañía,
concretamente las de Transacciones del Registro de la Propiedad, ofertas
de portales inmobiliarios, tasaciones realizadas por CBRE y comparables
enriquecidos utilizados en las tasaciones.
Estas dos funcionalidades
se completan por un mecanismo de autoevaluación exclusivo de la
compañía que, mediante procesos de similitudes físicas,
espaciales y temporales entre los inmuebles valorados y los comparables
utilizados, permite conocer la ratio de confianza que alcanza el resultado
obtenido. Un dato que resulta determinante a la hora de tener en cuenta
si la valoración es válida y fidedigna.
A día
de hoy esta automatización de las valoraciones sólo se emplea
para activos residenciales, aunque el objetivo es desarrollar un algoritmo
con el que sea posible llegar a valorar todo tipo de inmuebles.
López
Torralba concluye, “en CBRE creemos en el uso de las últimas tecnologías
para mejorar día a día el sector: las valoraciones automáticas,
lejos de poner en peligro el sector de la valoración y tasación,
suponen una oportunidad, ya que generan sinergias entre las distintas áreas
inmobiliarias y permiten un mejor posicionamiento estratégico de
nuestra compañía”.
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