En esa estrategia
de digitalización, el BIM (Building Information Modeling) ha de
situarse en el centro y deberá conectar todos los elementos. En
general, el BIM tiene aún gran potencial para impulsar mejoras (en
costes, calidad, retrasos, seguridad) a lo largo de toda la cadena de valor
de la construcción (diseño, construcción, operaciones,
derrumbes) y, utilizado como eje central de un proyecto, puede conseguir
ahorros del 15 al 20 por ciento.
Además,
el informe identifica una serie de palancas clave a tener en cuenta por
los actores del sector, y que se dividen en tres categorías: procesos
de trabajo interactivos; máquinas, equipamiento y empleados conectados;
y modelos industrializados. Su selección ha de ir de la mano de
una estrategia conjunta que vaya más allá de las especificidades
y genere sinergias entre todas las partes involucradas.
La industria
de la construcción está sumándose a la transformación
digital, siguiendo la tendencia de otros sectores. A pesar de que llega
con retraso, las compañías, ya sean promotoras, constructoras,
fabricantes de materiales o distribuidores, tienen que adaptarse a este
cambio, que producirá un entorno competitivo más complejo
pero, al mismo tiempo, más dinámico.
La revolución
digital puede ser una gran oportunidad para mejorar la eficiencia en costes,
la experiencia del cliente y la diferenciación respecto a los competidores,
pero puede suponer una amenaza si no se lleva a cabo correctamente. El
informe de Oliver Wyman “Digitalización en el sector de la construcción:
la revolución en marcha”, insta a las empresas del sector a aprovechar
esta situación y a acelerar la adaptación a un mercado en
evolución para evitar contratiempos futuros.
La presión
por el cambio proviene de diferentes direcciones, como unos clientes con
expectativas cambiantes, nuevas capacidades tecnológicas, una nueva
generación de profesionales, un marco legislativo favorable o el
lanzamiento de grandes proyectos de infraestructuras a nivel mundial. Solo
una estrategia global y coherente, teniendo en cuenta todos los aspectos
en conjunto, garantizará el éxito.
La complejidad
del sector exige que la definición de una estrategia digital arranque
con un análisis inicial que tenga en cuenta todos los aspectos involucrados.
Solo mediante una evaluación exhaustiva del entorno podrá
impulsarse un enfoque digital verdaderamente potente. Así, las compañías
han de dar un paso atrás antes de avanzar, evaluando, entre otros,
cuál es la evolución en las expectativas de los clientes,
la situación de los competidores, las tecnologías disponibles,
el nivel de madurez o la existencia de startups con las que aliarse. Desde
2010, la industria de la construcción ha dado lugar a 1.200 startups
que han recibido 19.400 millones de euros en rondas de financiación,
lo que da una idea del potencial del sector.
La digitalización
no solo tiene que ver con la tecnología, sino que influye en la
organización, procesos y personas. En definitiva, supone un cambio
completo de la cultura de la compañía y su comportamiento.
El informe identifica una serie de factores de éxito que aseguran
un cambio sostenible en el largo plazo.
El proyecto
de digitalización ha de ser una prioridad de toda la compañía
y estar impulsado desde la dirección. Solo así podrá
impulsarse un cambio real de mentalidad que, además, tiene que ser
comunicado de forma clara entre todos los empleados, evidenciando la necesidad
de remar en una misma dirección, y ha de dotarse de los recursos
necesarios para salir adelante. La creación de una función
digital central que se responsabilice de impulsar y coordinar será
clave en esta transformación de la compañía, tanto
como situar a las personas en el centro: incentivos y formación
ayudarán al impulso de trayectorias profesionales innovadoras que
se valgan de lo mejor del nuevo y viejo modelo.
Finalmente,
la digitalización generará enormes cantidades de información,
que llegará de forma inmediata y estará relacionada con temas
muy variados. Si bien esto representa una enorme oportunidad, requiere
de una adaptación de los procesos y enfoques específicos
que prioricen el análisis y eviten la confusión.
EL CLIENTE:
EN BUSCA DE UN PROYECTO A SU MEDIDA
La ola de la
digitalización ha cambiado la manera en la que los consumidores
se relacionan con las empresas, gracias a la irrupción de nuevas
plataformas que les ofrecen productos o servicios a medida.
En palabras
de Alejandro Gaffner Socio en Iberia de Energía, Infraestructuras
y transporte: “la digitalización está en el centro de la
transformación del negocio de la construcción. Estamos convencidos
de que la estrategia digital es un componente clave para el éxito
en los próximos años. Lo importante es gestionar la rentabilidad
de esa transformación digital”.
Este cambio
en los gustos y expectativas está llegando a la construcción,
y los clientes esperan ese nivel de personalización para su hogar,
oficina, local comercial o infraestructuras. Es necesario, más que
nunca, que las compañías sitúen al cliente en el centro,
repensando su experiencia y buscando una oferta verdaderamente innovadora.
Las necesidades del cliente ocupan un lugar clave a la hora de alimentar
y enriquecer el desarrollo de la estrategia digital.
A la experiencia
mejorada se le une un cambio de pensamiento, menos centrado en el producto
y más en el servicio. Las compañías han de alejarse
de los modelos antiguos y hacerse más flexibles, trabajando cerca
del cliente e integrando constantemente sus expectativas cambiantes.
Para hacer
realidad la ‘vida conectada’ que desean, las construcciones tendrán
que ofrecer opciones más personalizables, modulares, eficientes
y conectadas. Además, la digitalización del sector también
supondrá una gran oportunidad a la hora de reducir el impacto ambiental
de los proyectos, ayudando al cumplimiento de los objetivos de emisiones
en todo el mundo. En este sentido, según el estudio de Oliver Wyman,
la eficiencia energética es el aspecto que se considera más
importante (79%) en la fase de concepción de un nuevo proyecto,
seguida de la conectividad al Internet de las Cosas (IoT) y la seguridad
para el usuario.
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