A continuación nos mostraron que al realizar una rehabilitación de una casa tipo G (la más baja calificación energética) que consume alrededor de 560 kilovatios/hora por metro cuadrado al año podrían transformarla en una casa tipo A (idónea) ya que esta consume en torno a 56 kilovatios/hora por metro cuadrado al año, una décima parte. 

Las fortalezas del prefabricado del hormigón son variadas: durabilidad, resistencia mecánica, inercia térmica, flexibilidad en el diseño, ventajas a nivel acústico ya que hay una eliminación de juntas, uso de materiales reciclados y resistencia al fuego. Esta última la recalcan, ya que nos aseguran que habrá una nueva legislación al respecto. 

Recalquemos que algunas de las fortalezas y desventajas van sincronizadas, por ejemplo tenemos un peso elevado que nos dificulta el transporte, pero nos facilita en el resto de etapas, especialmente durante el servicio del edificio en cuanto a una notable mejora del comportamiento acústico o mayor inercia térmica. 

Se aseguró que el 90% de los materiales necesarios están en la corteza terrestre, de tal forma que resulta una gran ventaja, pues están son fácilmente accesibles y posibilitan la creación de industria local generadora de riqueza. 

Se expuso un estudio que revela que el proceso más importante para intentar reducir el consumo del cemento es en el fabricado original. Tienen dos “eco-diseños” realmente interesantes, el primero es el de la “passivhauss”: que habla del aislamiento térmico, hermeticidad del aire, ausencia de puentes térmicos, recuperación del calor de la ventilación y ventanas y puertas eficientes térmicamente. 

El segundo “eco-diseño” se denomina “wellness” cuyo objetivo es diseñar proyectos prefabricados que obtengan incorporados las siguientes propiedades, confort térmico, iluminación natural, aire limpio y agua pura. Y para finalizar la conferencia hablaron de la tecnología radical, ya sea sobre fabricación aditiva 3D, es decir, prefabricados al instante o usar balance cero de CO2 en el cemento y nos aseguran que se están innovando en este campo, ya que afirman que hay estudios al respecto en elementos no estructuralmente resistentes.

Mejorar la capacidad energética a través de la activación de la inercia térmica, elementos descontaminantes con la propiedad fotocatalítica o empleo de RCD's para procesar áridos reciclados, son otras de las tecnologías que se están potenciando para incrementar la vertiente sostenible en prefabricados.