La razón
por la que los inversores inmobiliarios apuestan por las residencias de
tercera edad y las viviendas tuteladas es el hecho de que este tipo de
inversión tiene rendimientos más altos que la mayoría
de los otros activos inmobiliarios. De hecho, este sector ya ha superado
al resto del mercado inmobiliario en términos de flujo de ingresos,
apreciación y retorno total de la inversión.
Ya hay SOCIMIs
especializadas en la inversión inmobiliaria de residencias, cuyo
objetivo es crear una cartera inmobiliaria de activos relacionados con
el sector de la tercera edad, con el propósito de maximizar los
retornos de los accionistas a través de una gestión activa
del patrimonio adquirido.
La madurez
del sector ha dividido las empresas entre empresas propietarias y empresas
operativas (PropCo/OpCo) y ha abierto la puerta a inversores inmobiliarios
para crear nuevas maneras de invertir en el sector de residencias de tercera
edad.
A pesar de
que el número de residencias de tercera edad y de camas ha aumentado
en los últimos años, la demanda de camas sigue siendo mayor
que la oferta actual. Esto tiene como consecuencia una tasa de ocupación
elevada: mayor rentabilidad para el inversor inmobiliario.
El desequilibrio
entre la oferta y la demanda y la importancia que le da la población
a la salud por encima de otras necesidades hace que el mercado de las residencias
para la tercera edad sea más resiliente que otros sectores inmobiliarios
tradicionales y permite tener altas tasas de ocupación también
en tiempos de crisis.
El aumento
de precios de las residencias de tercera edad está teniendo como
consecuencia que algunos inversores prefieran adquirir terrenos terciarios
donde construir la residencia. Una gestión que alarga el inicio
de la actividad entre 18 y 24 meses más. Tiempo que se tarda en
construir la residencia.
Lo que tradicionalmente
se consideraba una opción peor se ha convertido en la opción
preferente para los inversores en el mercado de las residencias en España.
Aunque los tiempos se alargan entre la construcción y luego las
gestiones para llenar la residencia, esta solución permite abaratar
la inversión ese 50% de las residencias activas en venta.
Esta situación
también conlleva que propietarios de terrenos terciarios, constructores
en su mayoría, consideren una opción rentable y real promover
una residencia de tercera edad o una promoción de viviendas tuteladas.
En la guía
práctica de viviendas tuteladas y residencias de tercera edad se
analizan todas estas cuestiones desde una perspectiva práctica,
por lo que resulta de gran utilidad antes de iniciar la promoción
de una residencia de tercera edad.
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