Sin embargo,
cinco años después, Defensa sólo ha conseguido poner
el candado a 34 de esas instalaciones que quería cerrar (21%) y
apenas ha logrado enajenar alguna de las que tenía en desuso. Según
aseguran desde la Dirección General de Infraestructura (DIGENIN),
«las grandes limitaciones presupuestarias y otras cuestiones asociadas
a la gestión de la infraestructura» han provocado que muchas
actuaciones hayan sido pospuestas. El principal problema para llevar a
cabo esos cierres es la falta de fondos, ya que antes de clausurar una
instalación había que invertir en trasladar a los efectivos
y el material, y para adecuar el nuevo destino. El plan cuantificaba para
la «Fase I» una inversión de 70 millones, estimando
el ahorro anual en 15 millones, pues no habría gasto en seguridad
o mantenimiento. En la «Fase II», el desembolso sería
de unos 800 millones para ahorrar 37 al año. Hasta ahora sólo
ha podido destinar 14 millones.
En lo que se
refiere al primer estadio, el Ministerio quería llevar a cabo 49
actuaciones en 109 recintos, cifras que «evolucionaron a 103 actuaciones»,
explican desde la DIGENIN, recordando que, «en función de
la actuación, ésta puede implicar varias acciones y pueden
afectar a una o varias instalaciones». Y se centraba, sobre todo,
en delegaciones o subdelegaciones de Defensa, planeando el cierre de 26,
que se trasladarán a otras dependencias. Además, contemplaba
la cesión de hospitales y la reorganización de las instalaciones
del Ejército de Tierra, la Armada o el Estado Mayor de la Defensa
en Madrid. En esta ciudad, por ejemplo, se ha cerrado el Centro de Inteligencia
de las Fuerzas Armadas, trasladado a la base de Retamares. Así,
para la segunda fase hay ya 129 instalaciones militares que Defensa quiere
cerrar y se han incluido en un Plan de Infraestructura a medio plazo hasta
2024, del que habló el secretario de Estado de Defensa, Ángel
Olivares, en el Congreso el pasado octubre. Eso sí, apuntan que
«la actividad de planificación en la infraestructura es un
elemento vivo para adaptarse a las necesidades y cambios de nuestras Fuerzas
Armadas», por lo que algunas de las que se querían cerrar
podrían volver a ser útiles. Con todo, Defensa avisa de que
dependerá de «la disposición de recursos económicos»,
pues para el cierre completo ha de destinar más de 800 millones.
Además
de las instalaciones que Defensa quiere cerrar, hay otras 358 que intenta
vender. Son «propiedades con edificaciones sin uso o bajísimo
nivel de actividad y casi la totalidad están cerradas». Entre
ellas, los terrenos del antiguo hospital del Aire o los cuarteles de Campamento,
en Madrid. Están incluidas en el «Procedimiento para la enajenación
de inmuebles» y el encargado de venderlas es el Instituto de Vivienda,
Infraestructura y Equipamiento de la Defensa (INVIED). No obstante, Defensa
recuerda las dificultades para «encontrar comprador en plena crisis
inmobiliaria» y que muchos tienen «una difícil salida»,
entre otros por sus calificaciones urbanísticas. Sólo han
vendido «un número pequeño».
Fuente: https://www.larazon.es/espana/defensa-solo-ha-logrado-cerrar-el-21-de-las-instalaciones-que-le-sobran-IK21186790
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