El zócalo
comercial, que se desarrollará en la planta baja, tendrá
una longitud de 100 metros y permitirá reforzar el núcleo
de actividad y usos terciarios que se ha generado en torno a esta glorieta
de la S-20, en la que se ubican, además del local de McDonald's,
un supermercado de la cadena LUPA. Sobre ese zócalo comercial se
plantean dos bloques de viviendas, cada uno de ellos de seis plantas de
piso más bajo cubierta, y una crujía máxima de 15,5
metros. El concejal ha destacado el crecimiento que se está produciendo
en este área de la ciudad, tanto desde el punto de vista residencial,
como de actividades terciarias, un dato positivo, en su opinión,
que contribuye a la mezcla de usos así como a la reactivación
económica y a la generación de empleo.
Junto a este
estudio de detalle, el pleno tratará también en su próxima
sesión una modificación puntual del Plan General de Ordenación
Urbana, elaborada de oficio por el servicio de urbanismo del Ayuntamiento
de Santander, para mejorar la regulación aplicada a la instalación
de ascensores en edificios preexistentes y a la ejecución de obras
en edificios fuera de ordenación.
Según
ha precisado Díaz, en ambos casos se trata de flexibilizar los requisitos
y condicionantes que establece el Plan General de 1997, adaptándose
a la realidad actual y recuperando, en el caso de los ascensores, algunas
de las medidas contempladas en el PGOU de 2012.
Así,
se amplían las posibilidades para la implantación de ascensores
en edificios preexistentes, con una normativa menos restrictiva que la
del plan de 1997, favoreciendo la reducción o eliminación
de barreras arquitectónicas y la mejora de la accesibilidad, sin
que ello afecte a la ordenación urbana contemplada en el PGOU.
Por lo que
respecta a la normativa aplicable a los edificios fuera de ordenación,
se trata de aplicar unos criterios menos restrictivos en cuanto a las obras
permitidas en aquellas edificaciones "disconformes" con el plan vigente,
en función de la fase de tramitación y plazos en que se encuentren
los desarrollos urbanísticos por los que se vean afectados.
Con este cambio,
se agrupan en una sola figura todas las situaciones previstas en el planeamiento
actual (fuera de ordenación, fuera de ordenanza o situaciones preexistentes),
que pasan a denominarse "situaciones disconformes con el plan", con tres
grados diferentes que son los que determinan el tipo de obras que podrán
ejecutarse en cada caso.
En definitiva,
se trata de facilitar a los propietarios la ejecución de las obras
necesarias para el correcto mantenimiento de sus viviendas en tanto se
producen los desarrollos urbanísticos por los que puedan verse afectadas,
atenuando las restricciones que establece el plan del 97, ha concluido
Díaz.
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