Intu Mediterráneo
también deberá cumplir los criterios de sostenibilidad y
crecimiento previstos en la Estrategia Territorial de la Comunitat Valenciana
(ETCV) aprobada en 2011 y vinculante desde el inicio de esta legislatura
que limita los crecimientos y que, en el caso de Paterna, podría
agotar su suelo de usos comercial e industrial para los próximos
treinta años.
Preguntada
sobre la dilatada tramitación a la que puede obligar la fórmula
de un plan parcial, tanto Salvador como el secretario autonómico
de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio,
Lluís Ferrando, explicaron que las reformas legislativas urbanísticas
precisamente persiguen agilizar este tipo de trámites.
Aunque Salvador
recordó que la anterior tramitación de Puerto Mediterráneo
se hizo mediante la figura de la actuación territorial estratégica
(ATE) -prevista en la Ley de ordenación del territorio, urbanismo
y paisaje (Lotup) impulsada por Isabel Bonig en 2012- y que se suponía
era una tramitación exprés (un año). «A pesar
que de que existía un gobierno monocolor de mayoría absoluta
del PP y no uno de mestizaje como ahora, fueron incapaces de aprobar la
ATE de Puerto Mediterráneo entre 2012 y 2015». Y añadió
que fueron «informes de, entre otros, el Ministerio de Fomento de
Iñigo de la Serna del PP, los que decían que no cumplía
la normativa en materia de accesos» por lo que «la Comisión
de evaluación ambiental tumbó el proyecto y la resolución
que firmó esta conselleria fue denegatoria».
Las ATE ahora
ha sido sustituida en la reforma recién aprobada de la Lotup por
los Proyectos de inversión económica sostenible (PIES). Una
nueva figura en la que no tienen cabida proyectos como el de Intu Mediterráneo
porque está destinada a «inversiones concretas en el ámbito
logístico o industrial» en las que «el uso comercial
o lúdico no puede ser mayoritario».
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