El último
informe de usos del suelo, publicado por la Dirección General del
Catastro, refleja la evolución que ha tenido la superficie urbana
de la provincia los últimos diez años. Se trata de un periodo
marcado por la severa crisis económica que hundió los cimientos
de uno de los principales motores económicos de Sevilla: la construcción.
Precisamente fue en 2008 cuando el sector comenzó a notar los primeros
síntomas del maremoto que vendría después. Entonces
se hablaba de recesión. Y hasta de brotes verdes. Lo más
duro llegaría con la nueva década. La actividad prácticamente
se paralizó. Muchas promociones quedaron estancadas. Otras tantas
pasaron a manos de los bancos. Un negro historial que parece haber tocado
fin con un esperanzador y moderado repunte.
La recuperación
se produce en un momento en el que las entidades financieras vuelven a
otorgar préstamos y liquidez a clientes y empresas. Todo sopla a
favor. Menos un factor: el suelo. No hay suficiente terreno disponible
en la capital andaluza. En 2008 la ciudad contaba con 2.607 parcelas sin
edificar. Tal cantidad suponía el 43,80% del suelo donde se podía
construir. La superficie total donde las promotoras podían desarrollar
sus proyectos alcanzaba las 2.596,79 hectáreas, una cifra, no obstante,
demasiado reducida para la actividad inmobiliaria de aquel momento.
LA MERMA DE
SUELO DISPONIBLE SE HA FRENADO POR LOS EFECTOS DEVASTADORES QUE TUVO LA
CRISIS INMOBILARIA
Cuando han
pasado diez años, el últimos mes de 2018 refleja que el número
de parcelas vacantes se limita a 1.850, es decir, 757 menos que en 2008.
Una cantidad que en la época del apogeo del ladrillo hubiera podido
duplicarse, lo que, en cierta medida, ha frenado la merma de suelo disponible.
El porcentaje de éste en toda la ciudad sólo alcanza el 20,19%,
mientras que la superficie se reduce a 951,51 hectáreas. Por tanto,
en una década castigada por la crisis, el número de hectáreas
edificadas ha llegado a las 1.405 en la capital andaluza. La situación,
no obstante, resulta más alarmante en otras ciudades andaluzas,
como Cádiz, donde el porcentaje de suelo vacante se reduce a poco
más del 5%.
Si el análisis
se realiza a nivel provincial, las parcelas sin edificar a finales de 2018
alcanzan las 59.186. Hace diez años la cifra era de 70.632. En una
década se han edificado 11.446 parcelas. En solo un año (de
2017 a 2018) dicho número ha sido de 814, lo que indica una cierta
reactivación del sector.
Para el estudio
comparativo por municipios se ha partido de aquéllos que en 2008
contaban con más de mil parcelas en las que aún no se había
materializado ningún proyecto inmobiliario. En aquel entonces el
ránking lo lideraba Alcalá de Guadaíra, con 3.339
parcelas en esta situación. Un puesto que sigue ocupando en 2018,
aunque con una cifra más reducida: 2.700. Sin embargo, es Dos Hermanas
la que cuenta actualmente con mayor superficie sin urbanizar: 2.376 hectáreas,
una extensión que lejos de menguar ha aumentado este periodo, con
un incremento del 33,7% y ello pese a que el número de hectáreas
no construidas se ha reducido, lo que demuestra que se ha llevado a cabo
un proceso de concentración. Es decir, los propietarios de estos
terrenos han comprado otros colindantes para el desarrollo de un proyecto
a medio plazo o a la espera de que mejoren las condiciones en el sector
para materializar alguna inversión inmobiliaria.
En diez años
han sido ocho municipios sevillanos los que han salido de este listado,
es decir, que el número de parcelas sin construir se ha situado
por debajo de las mil: Bollulos de la Mitación, Espartinas, Mairena
del Alcor, Morón de la Frontera, Los Palacios y Villafranca, Villamanrique
de la Condesa, Cañada Rosal y El Cuervo. También se ha producido
la tendencia contraria, como ha ocurrido en Burguillos, que ha pasado de
840 a 1.336 parcelas libres; y La Puebla de Cazalla, donde en 2008 había
761 parcelas en dicha situación y ahora hay contabilizadas 1.082.
En este municipio es curioso dicho fenómeno, pues pese al aumento,
la superficie ha disminuido de 60,14 hectáreas a 29,24. Por tanto,
se deduce que se ha producido una ocupación inmobiliaria que ha
hecho perder la mitad del terreno, mientras que se han reparcelado los
suelos disponibles que han quedado, lo que ha empequeñecido las
propiedades.
Sevilla es
la sexta provincia de España con menos suelo vacante. Tal cantidad
(28,71%) se mantiene casi ocho puntos por debajo de la media nacional (35,66%).
Por delante se encuentran Melilla (17,95%), Ceuta (21,95%), Córdoba
(24,45%), Baleares (24,85%) y Jaén (28,53%). La de mayor superficie
disponible es Guadalajara, con el 48,54% de sus suelos sin construir.
Fuente:https://www.diariodesevilla.es/sevilla/agota-suelo-Sevilla-construir_0_1313868791.html
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