¿Por
qué?
Porque toda
la responsabilidad técnica recae en el promotor vendedor. En esta
modalidad, desaparece la clásica relación entre promotor,
contratista y arquitecto. Y además, no es un “Project & Construction
Management” sino un servicio llave en mano completo.
A veces, incluso
el promotor delegado asume las funciones la de agente comercializador,
asumiendo la parte del riesgo del proyecto que deriva de su comercialización
(bono o prima- “success fee”).
En otras ocasiones
forman un “joint venture”, sociedad vehículo (SPV) en la que fondo
y promoción son socios.
Así,
es frecuente encontrar en el mercado actual estructuras de inversión
a través de la figura de la promoción delegada en que fondo
y promotor se convierten en copropietarios de un activo para promoverlo
y comercializarlo conjuntamente mediante la creación de una sociedad
vehículo (SPV) en la que ambos participan.
Otra opción
es para promotores que tienen suelo pero no tienen financiación
para promover, así que contactan con un inversor que les compra
el suelo y al mismo tiempo suscriben un contrato de promoción delegada
de modo que el mismo vendedor-promotor se obliga a construir el inmueble
sobre la parcela que él mismo ha vendido al comprador (forward funding
agreement y que podría englobarse en el artículo 17.4 de
la Ley de Ordenación de la Edificación).
A veces se
produce la compra del suelo por el promotor asegurándose el precio
de venta del inmueble construido.
En otras ocasiones
el inversor compra el suelo al promotor definiendo de inicio el precio
final a pagar por el inmueble terminado, generalmente capitalizando las
rentas que finalmente se obtengan a la rentabilidad mínima exigida
por el inversor a la operación (Precio=Renta anual/Yield exigida).
El “Forward
purchase” es un contrato de compraventa de futuro edificio.
El forward
purchase agreement implica pagar un mayor precio y por lo tanto mayores
ingresos para el vendedor, pero a cambio supone falta de financiación,
ya que el precio se recibirá una vez finalizado el inmueble.
En el forward
purchase el comprador-inversor no asume inicialmente ningún riesgo,
pero en ocasiones se acepta un pago inicial a la firma del contrato, de
normalmente un 5%.
Por el contrario,
el forward funding agreement conlleva un menor ingreso para el vendedor
pero a cambio obtiene financiación, derivada de la venta previa
de la parcela, lo que supone una buena opción para dar salida a
todas aquellas parcelas cuyos propietarios no tienen suficientes recursos
para construir.
La fórmula
del forward funding ofrece algunas ventajas al promotor-vendedor, como
son las de tener financiación para el proyecto en cuestión,
las de asumir menores riesgos iniciales al transmitir la propiedad del
terreno y la existencia de un comprador.
Tiene la particularidad
de que el comprador-inversor financia la construcción, cubriendo
todos los costes de construcción a medida que ésta se está
llevando a cabo, incluyendo tanto los costes directos del vendedor, como
aquéllos indirectos que las partes hayan pactado (facturas, honorarios
de los arquitectos, etc.).
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