Para el propietario
o promotor inmobiliario este sistema plantea enormes ventajas como son
la existencia de un interlocutor único y no una multitud de los
mismos, un responsable directo del proyecto y un presupuesto único
desde el primer momento.
La intervención
del Project Manager es fundamental pero puede haber problemas con los arquitectos
y con los constructores, incluso con los clientes (promotores e inversores
inmobiliarios).
La clave es
contar con un buen contrato de Project Management.
A través
del contrato de Project Management, un profesional coordina todos los aspectos
de un proyecto inmobiliario complejo.
El contrato
de Project Management, llamado contrato de gerencia o de dirección
integrada de proyecto, es aquel contrato en virtud del cual el dueño
de la obra –por ejemplo la Administración- confía al gerente
o director del proyecto su representación frente a las empresas
que intervienen en el procedimiento de licitación para que le ofrezca
una evaluación de las diferentes ofertas y, una vez elegida la empresa
adjudicataria por el órgano de contratación, realice el control
y seguimiento de la ejecución de la obra, siendo retribuida la empresa
que ejerce como manager o gerente en función de su pericia para
la salvaguarda de la secuencia constructiva y de logística de los
diferentes oficios para que la obra sea ejecutada con las calidades y en
el tiempo pactados.
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