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¿Qué
debe saber un profesional en un caso práctico como el de la noticia?
"Foster + Partners"
presenta el proyecto de la torre a 305 metros, el segundo más alto
de Londres
Los londinenses
ponen nombres extraños en edificios modernos y especiales construidos
en su ciudad. El primero se llamaba Gherkin (pepino encurtido), luego "Walkie-Talkie"
(comunicación por radio) y "molinillo de queso". El último
parece ser llamado Tulipán. Se espera que la construcción
comience en 2020 y finalice en 2025 estará junto a Gherkin, que
fue construido por la misma compañía. El cambio es que este
último no será el centro del espacio comercial, sino un edificio
dedicado a las actividades culturales y la educación. La parte superior,
cubierta de cristal, tendrá galerías, bares y restaurantes,
así como vistas de 360 grados de la ciudad. El plan será
financiado por Jacob J Safra, quien también es dueño de Gherkin.
Desde Foster
aseguran que la estética del edificio pretende complementar la del
Gherkin, el famoso rascacielos de oficinas que levantó esta firma
de arquitectura hace 20 años y que cuenta con 180 metros de altura.
El proyecto
ha sido impulsado por el grupo brasileño Bury Street Properties,
parte del conglomerado del millonario Josep Safra, quien compró
el Gherkin en 2014 por más de 700 millones de libras. Su hijo, Jacob
Safra, aseguró ayer que el nuevo rascacielos "complementa la elegancia
y la fuerza del Gherkin".
Al parecer,
Safra pidió a Foster un proyecto para hacer de la parte superior
del Gherkin un mirador, tipo el que tiene abierto el Shard y que se ha
convertido en una gran atracción para la ciudad y en un buen negocio
para sus propietarios.