Además,
este mismo año, Catella a través de su fondo Catella European
Student
Housing Fund
ha adquirido la residencia de estudiantes La Campana, situada en el centro
de pamplona, por aproximadamente 16 millones de euros.
Un año
después de que Greystar aterrizara en España, vuelve a apostar
por dos nuevos proyectos, el último ha sido firmado a finales del
pasado agosto en Bilbao, dónde se levantará un edificio de
25.500 m² encima de la futura terminal de Autobuses de Bilbao (Termibus),
de los cuales 10.500 m² se destinarán a una residencia de estudiantes.
El otro proyecto
que Greystar ha puesto en marcha, es el desarrollo de la residencia de
estudiantes en el campus de Teatinos de la Universidad de Málaga.
La empresa ha invertido casi 10 millones de euros por la promoción
de esta residencia y proporcionará alojamiento para casi 350 estudiantes.
Además,
Greystar, a día de hoy cuenta con otras dos promociones de residencias
de estudiantes, una ubicada cerca de la zona de Plaza Castilla y la segunda
es la rehabilitación del Colegio Mayor Miguel Antonio Caro en Ciudad
Universitaria, ambas en la cuidad de Madrid.
Éste
mismo año, el fondo norteamericano WP Carey pagó en julio
10 millones de euros a Solvia por un edificio en San Sebastián que
convertirá en una residencia
de estudiantes
con capacidad para 300 universitarios.
La rentabilidad
de las residencias en el centro de las grandes ciudades se sitúa
en el 5,5%, por encima de activos clásicos como las oficinas o los
locales comerciales.
Existe una
brecha de 2,32% entre la oferta y la demanda de plazas en residencias de
estudiantes. Son necesarias 123.389 plazas más para satisfacer una
demanda creciente.
Las residencias
de estudiantes se están consolidando como una opción de inversión
sólida, tanto para inversores nacionales como internacionales. Así
concluye el último estudio de BNP Paribas Real Estate, “Residencias
de Estudiantes, octubre de 2018”, en el que la consultora internacional
de servicios inmobiliarios muestra cómo el interés de los
inversores en las residencias de estudiantes se ha incrementado en los
últimos años y analiza los factores que están impulsando
esta opción de inversión alternativa.
Actualmente,
la prime yield para las residencias de estudiantes en las zonas centrales
de las grandes ciudades se sitúa en el 5,5%, por encima de otros
activos clásicos como los edificios de oficinas o los locales comerciales
a pie de calle. En ubicaciones secundarias, la rentabilidad se sitúa
en torno al 6,5%.
De acuerdo
con BNP Paribas Real Estate España, se prevé que la tendencia
de inversión en este tipo de activos irá a más y que
transformará el parque de residencias actual. Al igual que ha ocurrido
con otro tipo de activos, se estima que la profesionalización de
este sector también se incrementará, dado que, en estos momentos,
muchas de las residencias de estudiantes en España están
gestionadas por operadores no especializados
A la vista
de las últimas transacciones realizadas, como la compra de Resa
por una joint venture en 2017 por 400 millones de euros, entre otras operaciones
de calado, se observa que este tipo de inversión es una tendencia
al alza. También lo es la profesionalización de este sector.
Cada vez son más los inversores que consideran este mercado como
una opción para poder incrementar sus carteras con activos inmobiliarios.
Los factores
que contribuyen a este aumento del interés por parte de los inversores
son múltiples. Las solicitudes de acceso a la universidad han aumentado
un 93% entre 2011 y 2017 y se espera que la demanda de estudios superiores
se mantenga en los próximos años.
Los jóvenes
españoles en edad de estudiar valoran mucho la opción de
formarse. El paro juvenil se mantiene aún muy elevado, con un nivel
de desempleo en el primer trimestre de 2018 de 32,3% entre los 20 y 24
años. Esto provoca un mayor interés por continuar formándose
después de la educación secundaria, lo cual es, además,
más viable en un entorno económico favorable.
Por otro lado,
la llegada de alumnos internacionales para cursar educación superior
en nuestro país ha experimentado un continuo aumento en los últimos
años. La educación universitaria en España se está
convirtiendo en un mercado internacional en expansión, con un gran
pronóstico de crecimiento. En el curso 2016-2017, el 7,25% de los
estudiantes de grado, primer y segundo ciclo universitario y tercer ciclo
han sido estudiantes internacionales, con un total de 97.000. Esto supone
un incremento del 11% con respecto al curso anterior y de 30% con respecto
al curso 2014-2015.
Además,
España es el único país europeo, junto al Reino Unido,
en registrar un balance positivo de estudiantes a través del programa
Erasmus, con un mayor número de entradas que de salidas. El flujo
neto registrado en 2014 fue de 5.695, con 42.558 estudiantes recibidos
frente a los 36.842 enviados. En cuanto al número de estudiantes
recibidos a través de este programa, nuestro país supera
a otros como Francia, Alemania, Italia o Reino Unido.
Otros factores
que contribuyen a despertar el interés de los estudiantes internacionales
además del programa Erasmus y el Plan Bolonia son: el idioma (activo
considerando relevante en el entorno profesional internacional debido a
una mayor presencia de hispanohablantes); el atractivo turístico;
la calidad de vida; el prestigio de las universidades españolas
(entre las 500 primeras de The Times Higher Education World University
Rankings se encuentran siete universidades españolas) y el coste
de las matrículas.
El coste de
los estudios superiores en España, que es inferior al del conjunto
de los países de nuestro entorno, es un elemento importante de atracción
de estudiantes extranjeros. En el curso académico 2016-2017, los
precios públicos en la Comunidad de Madrid experimentaron un descenso
del 5% en el grado y de en torno a 8% en el caso de los máster.
Por eso se prevé que la demanda internacional motivada por unos
costes atractivos siga aumentando en los próximos años.
El crecimiento
del número de estudiantes alejados de sus hogares en los últimos
años, ha provocado el consiguiente aumento de demanda de alojamiento.
En España se ofertaban 93.500 plazas de alojamiento, entre residencias
y colegios mayores para el curso 2015-2016. La tasa de provisión
era de 2,32 estudiantes por cada cama, por lo que el déficit era
de 123.398 plazas.
En 2017 se
incrementó la oferta con 14 nuevos centros, hasta alcanzar los 1.484,
lo que supone un aumento de 2.149 plazas. Se espera que la oferta de residencias
privadas siga creciendo en los próximos años, debido a la
progresiva demanda en un entorno donde se mantiene el interés por
invertir.
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