El concejal
de Urbanismo del ayuntamiento de la capital pacense, Celestino Rodolfo,
ha considerado que los NUS "constituyen un problema que hay que solucionar"
y que el equipo de gobierno "pretende solucionar a toda costa".
"No los soluciona
tampoco por la ambigüedad en la relación de los preceptos que
pretenden regularlo", ha concretado, para matizar en relación a
los NUS que se crea la figura de los asentamientos en suelo rústico
y que "para poder llegar a tener visos de regularización" se deben
aprobar con carácter previo las directrices de ordenación
territorial de Extremadura o Badajoz debería ratificar un plan territorial,
en ambos casos documentos que elabora, tramita y aprueba la Junta de Extremadura.
También
se deberá aprobar un plan especial de ordenación del territorio,
así como un plan especial de asentamiento y, para Rodolfo, todo
ello constituye una tramitación "de años y años y
años", "absolutamente inabarcable" y un "galimatías" que
"no hay por dónde cogerlo", por lo que "no se soluciona el problema"
de estas urbanizaciones que, a su juicio, requieren un tratamiento "más
específico", que tuviera en cuenta cuál fue su génesis
y que aplicara unos criterios de clasificación del suelo específico.
Asimismo, ha
tildado de necesario que se clarifique el nivel de cargas, cesiones o infraestructuras
mínimas "arbitrando mecanismos de gestión acordes con la
situación de consolidación", y sería "conveniente"
considerar la posibilidad de que estos asentamientos puedan tener otra
clasificación del suelo con un régimen de obligaciones específico.
En el caso
de la ciudad de Badajoz, el edil popular ha detallado que hay 21 núcleos
secundarios, de los que dos "sí tienen solución", Cerro Gordo
que surge con un Proyecto de Interés Regional (PIR) y Golf Guadiana,
que surgió por la Ley de oferta turística complementaria
y en su día se presentó su plan especial.
Los otros 19,
ha abundado, abarcan más de 2.000 viviendas y surgieron "en su inmensa
mayoría" a raíz de una doble normativa, la Ley del suelo
de 1976 y el reglamento de gestión urbanística de 1978, al
amparo de los cuales se permitía en suelo no urbanizable la construcción
de edificios aislados destinados a vivienda familiar "siempre que no existiera
la posibilidad de formación de un núcleo de formación".
Un aspecto
este último, según ha apuntado, que "nunca se controló",
de manera que, aunque surgieron "de forma legal", se fueron concediendo
licencias y realizando segregaciones y parcelaciones "y nadie se encargó
de controlar que efectivamente se estaban formando núcleos de población",
ha criticado.
A este respecto
ha añadido que, de ellos, cinco (El Corzo, Río Caya, La Atalaya,
Tres Arroyos y Dehesilla de Calamón) elaboraron en su día
planes especiales a raíz del plan general de 1989 y aprobado por
el ayuntamiento al crear la figura de las "áreas de admisibilidad
residencial".
No obstante,
ha matizado, cuando se aprueba la revisión del año 2007 ya
en vigor la Ley del Suelo de Extremadura, Lesotex, los "declara sin validez"
y "obliga a reformularlo", de manera que las sucesivas normativas del suelo
"en ningún caso" han "contribuido" a la regularización de
estos 19 núcleos, quitando Cerro Gordo y Golf Guadiana, que para
poder "seguir adelante" según la normativa actual tendrían
que formular un plan especial.
"Lo que el
ayuntamiento tiene claro es que, para dar una solución a este problema,
hay que ir al origen, es decir, a la génesis de estos núcleos
secundarios que fueron segundas residencias que establecieron o que quisieron
construir los propietarios de las mismas y que estaban en el campo", ha
aseverado el concejal.
Así,
y a título personal, ha expuesto que la "solución" pasaría
por no exigir o rebajar el cumplimiento de los estándares del suelo
urbano no consolidado o urbanizable y que estos núcleos no exijan
a su vez al ayuntamiento su mantenimiento, que correría a cargo
de los propietarios, al tiempo que ha incidido en la importancia de cuestiones
relativas a salubridad o saneamiento y de la seguridad para que los viales
sean lo suficientemente anchos para que puedan pasar por ellos los bomberos
o una ambulancia en caso de peligro.
REACCIONES
Ante este proyecto
de ley, el Ayuntamiento contratará una asistencia técnica
con expertos de distintas áreas para que hagan un análisis
y una propuesta de viabilidad. El objetivo es buscar una solución
pronto, por lo que encargarán el estudio con cargo a los presupuestos
de 2018 aún por presentar.
Además,
la nueva Ley plantea gravar la propiedad con un pago anual del dos por
ciento del valor catastral después de la aprobación del plan
territorial.
Una muestra
de que estas casas se encuentran al margen de la Ley es que el Ayuntamiento
no concede licencias de construcción en estas urbanizaciones desde
el año 2007. Incluso, en parcelas que están urbanizadas y
que lindan con otras donde existen viviendas. A partir de entonces solo
dio el visto bueno a expedientes iniciados con anterioridad a ese año,
que es cuando se aprobó el Plan General Municipal y que no contribuyó
a regularizarlas.
De hecho, cinco
de esos núcleos (El Corzo, Atalaya, Río Caya, Tres Arroyos
y Dehesilla de Calamón) trataron de normalizar su situación
en los años 90 con la figura de 'área de admisibilidad residencial'
del plan general de ordenación urbana de 1989. El Ayuntamiento los
autorizó, pero la Ley del año 2001 (Lstoex) les obligó
a reformular un plan especial a cada uno de esos cinco y, finalmente, quedaron
sin validez en la aprobación del Plan General Municipal de 2007.
Entre los problemas
que tienen estos vecinos es que carecen de redes de saneamiento de aguas,
por lo que vierten en fosas sépticas que pueden generar problemas
de salubridad. En algunos casos los viales son estrechos para vehículos
de emergencias.
A pesar de
todo esto, se produce una contrariedad, dado que Catastro les obliga a
pagar el IBI como propiedades urbanas.
ASAMBLEA DE
EXTREMADURA
Celestino Rodolfo
ha explicado que, a iniciativa del Grupo Parlamentario Popular en la Asamblea
de Extremadura y dentro del periodo de consultas en el que se encuentra
la tramitación en sede parlamentaria de la Lotus, comparecerá
este jueves, día 18, en la Comisión de Urbanismo para manifestar
la postura del equipo de gobierno del ayuntamiento respecto a este proyecto
de ley.
Una intervención
que, según ha avanzado, centrará en uno de los problemas
de la ciudad de Badajoz, los núcleos secundarios, y en que los sucesivos
planes generales, leyes autonómicas y modificaciones de leyes "no
han conseguido arbitrar un marco" que permita su solución, y en
relación a lo cual ha reconocido que, en su opinión, la Lotus
"tampoco lo soluciona".
Sobre la Lotus,
ha considerado que está elaborada por arquitectos pero el mundo
jurídico ha participado "muy poco" y "soluciona cosas", pero otros
aspectos "quedan en el aire", además de "abusar de los conceptos
indeterminados" y poder generar problemas en su aplicación y en
su interpretación.
Finalmente´,
ha avanzado que, en vista de esta regulación, el equipo de gobierno
tiene previsto, una vez se aprueben los presupuestos, dedicar una partida
para contratar una asistencia técnica para formular un diagnóstico
con base en la normativa actualmente vigente y la Lotus de forma que equipos
especializados y multidisciplinares analicen los NUS de la ciudad, qué
trámites, condiciones o características requerirían
y las posibles soluciones.
EL ORIGEN DEL
PROBLEMA
Estas urbanizaciones
nacieron en los años 70 a raíz de la Ley del Suelo de 1976
y una regularización de dos años después. Estas normas
permitían la construcción aislada de edificaciones que no
terminaran en núcleos fijos de población. En su origen eran
segundas residencias donde la gente iba a pasar los fines de semana y,
por tanto, no requerían de los mismos servicios que si estuvieran
dentro del casco urbano, como saneamiento de aguas o centros escolares.
Precisamente
eso fue lo que no se controló en los años 70, que esas construcciones
aisladas no terminaran formando parte de urbanizaciones. «Ahora son
19 pueblos alrededor de la ciudad», dijo el concejal de Urbanismo,
Celestino Rodolfo.
Para darle
una respuesta, el plan general de 1989 creó las áreas de
admisibilidad residencial, una figura que la Ley de 2001 no reconoció
a pesar de que cinco urbanizaciones se habían constituido como tales.
Desde 2001 se les obliga a realizar un plan especial para suelo urbanizable
no consolidado. Ninguna lo ha hecho y las áreas de admisibilidad
residencial fueron anuladas. La nueva Ley (LOTUS), ahora en tramitación,
pide un nuevo proceso que es largo y tedioso, según Rodolfo. Cree
que no es la solución.
ANTECEDENTES
8 de noviembre de 2017
NOTICIA
ADAPTADA AL SISTEMA EDUCATIVO inmoley.com DE FORMACIÓN CONTINUA
PARA PROFESIONALES INMOBILIARIOS. ©
REFORMA
DE LA LEY DEL SUELO DE EXTREMADURA
¿Qué
aprendo?
Se analiza
en la guía práctica inmoley.com de Urbanismo de Extremadura
Convertir
conocimiento en valor añadido > Herramienta práctica >Guías
prácticas
Los alumnos
deberán remitir a su tutor un análisis sobre características
de la reforma del urbanismo extremeño.
La consejera
de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio, Begoña
García Bernal, anunció que la Administración regional
está trabajando en una nueva ley del suelo para sustituir a la actual,
que data del año 2001 y que se ha modificado en seis ocasiones.
García Bernal lo anunció en la inauguración del encuentro
'Mi ciudad, mi territorio', que se celebró en el Palacio de Congresos
de Mérida, dentro de la segunda edición de los Premios de
Urbanismo y Ordenación del Territorio. La consejera espera que esta
nueva ley, que han denominado de ordenación territorial urbanística
sostenible de Extremadura, pueda ser debatida en la Asamblea a finales
del primer semestre de 2018. En este sentido, aseguró que es hora
de dejar de poner parches y abordar una ley «acorde a los nuevos
tiempos, con la mirada puesta en la sostenibilidad, la perspectiva de género
y la paulatina despoblación de los pequeños municipios».
Esta nueva
ley va a ser una herramienta muy potente para hacer «más normal
en la ley lo que ya es normal en la calle», apuntó.
Entre las
características de la nueva normativa, destacó la participación
a la hora de elaborar el texto, ya que han participado agentes sociales
y económicos, con «asociaciones de todo tipo, y muy especialmente
con los ayuntamientos». García Bernal valoró el trabajo
de los arquitectos y jurídicos extremeños que, de manera
voluntaria, llevan dos años «realizando un trabajo callado,
para que la ley salga hoy en el portal de transparencia de la Junta».
Esta ley
«no solo tratará el suelo como elemento motor de la economía
regional, sino que le reconoce sus características de sostenibilidad,
que le otorga al suelo, al vuelo y al cielo, la protección necesaria»,
dijo.
ANTECEDENTES
7 de noviembre de 2017
NOTICIA
ADAPTADA AL SISTEMA EDUCATIVO inmoley.com DE FORMACIÓN CONTINUA
PARA PROFESIONALES INMOBILIARIOS. ©
PROYECTO
DE LEY DE COORDINACIÓN INTERSECTORIAL Y DE SIMPLIFICACIÓN
DE PROCEDIMIENTOS URBANÍSTICOS DE EXTREMADURA.
¿Qué
aprendo?
Se analiza
en la guía práctica inmoley.com de Urbanismo de Extremadura.
Convertir
conocimiento en valor añadido > Herramienta práctica >Guías
prácticas
Los alumnos
deberán remitir a su tutor un análisis sobre las novedades
del Proyecto de ley de Coordinación Intersectorial y de Simplificación
de Procedimientos Urbanísticos de Extremadura.
Proyecto
de ley de Coordinación Intersectorial y de Simplificación
de Procedimientos Urbanísticos de Extremadura. Esta ley supondrá
una notable simplificación de los trámites y la burocracia
en la tramitación de planes generales, revisiones y sus modificaciones
de carácter estructural, tramitación de modificación
y revisión de los planes territoriales. La consejera de Medio Ambiente
y Rural, Políticas Agrarias y Territorio, Begoña García,
señala la necesidad de legislar ante la situación que se
había generado en los últimos años de desarrollo
exponencial de una compleja trama de intervención administrativa
donde cada vez más agentes y organismos reclaman ser actores en
los procesos de ordenación urbanística y territorial en aras
a garantizar la sostenibilidad del modelo de desarrollo y para dotar de
seguridad jurídica a los proyectos.
Esta ley,
según la consejera, nace del fruto del consenso y la participación
de numerosas entidades del sector e impondrá racionalidad y eficiencia
en la simplificación administrativa, "la transparencia" y el "apoyo"
a las autoridades locales y a los ayuntamientos en la elaboración
de los planes generales municipales y los planes territoriales.
“No tiene
ningún parangón similar en ninguna comunidad autónoma
que medio ambiente y urbanismo estén juntos con unos plazos", ha
asegurado la consejera, quien ha destacado la pues en marcha del “silencio
positivo”, es decir, que si no ha llegado el informe en el tiempo pertinente,
se considera que es positivo y sigue el procedimiento
García
ha detallado que se trata de una ley que pretende establecer el marco normativo
que permita coordinar e integrar la emisión de los informes sectoriales
en los procedimientos para la aprobación de los instrumentos de
ordenación urbanística y territorial cuando su aprobación
definitiva corresponda a los órganos urbanísticos y de ordenación
del territorio, propio de la Junta de Extremadura.
De esta
manera se pondrá en marcha un procedimiento de coordinación
intersectorial, para auxiliar a las administraciones promotoras de planeamientos
urbanístico y territorial en la obtención y tramitación
de los informes sectoriales y se pondrá en marcha una Comisión
de Coordinación Intersectorial, como órgano colegiado que
permita el diálogo y la confrontación de los distintos intereses
sectoriales.
ANTECEDENTES
La Ley de
Coordinación Intersectorial y de Simplificación de los Procedimientos
Urbanísticos y de Ordenación del Territorio de Extremadura
busca la simplificación y agilización de la tramitación
de los procedimientos de aprobación de los instrumentos de ordenación
urbanística y territorial, cuya resolución corresponda a
los órganos urbanísticos y de ordenación del territorio
de la Junta de Extremadura. Se busca un marco normativo que permita armonizar
el alcance multisectorial de estos procedimientos, de manera que se pueda
conseguir la emisión de informes de forma coordinada, desde una
visión intersectorial; un órgano intersectorial, de coordinación
y simplificación urbanística y territorial, en el que de
forma conjunta puedan estudiarse y analizarse, desde las perspectivas de
las distintas problemáticas y competencias sectoriales, las observaciones
o consideraciones que deban tenerse en cuenta para su integración
coherente en el planeamiento correspondiente, así como para agilizar
la tramitación administrativa de éste; y un marco jurídico
sectorial reordenado en su dimensión temporal, para crear un plazo
único e integrado, de tres meses, en el que se produzca el debate,
la reflexión y las manifestaciones sectoriales, para dotar de seguridad
jurídica y mayores certezas la tramitación de los instrumentos
urbanísticos y territoriales. Para ello se hace imprescindible modificar
distintas leyes autonómicas sectoriales que preceptúan la
emisión de los referidos informes, de manera que se unifique el
momento de su solicitud, el plazo para su emisión y, en su caso,
los efectos derivados del transcurso de dicho plazo.
La Junta
de Extremadura va a ayudar a los ayuntamientos a tramitar los planes generales
que regulan los usos y actividades del suelo. Estos planes se configuran
como una herramienta «de gran alcance estratégico» en
la implantación de las actividades económicas y empresariales
y, por ende, en la creación de empleo.
Según
los cálculos de la Dirección General de Urbanismo están
«totalmente obsoletos» en más de 200 municipios. Pese
a tratarse de una figura fundamental, algunos no los revisan desde el año
1986, precisamente por lo complejo y largo del procedimiento.
«Son
instrumentos que a los ayuntamientos con pocos recursos se les escapan,
un proceso que les resulta arduo y en algunas ocasiones imposible»,
reconoce la directora general de Urbanismo, Eulalia Moreno. Si no cuentan
con un plan general actualizado, los municipios tienen que recurrir a la
Junta y «tomar todas las cautelas» a la hora de autorizar las
actividades económicas y usos del suelo. Una problemática
que afecta a cuestiones tan cotidianas como la construcción de naves
y granjas agrícolas, aserraderos o queserías. «Si el
plan dice que en el suelo no urbanizable no puede haber industria, hay
que seguir un procedimiento larguísimo para comprobar si se pueden
o no hacer», explica.
Según
Moreno, todo el planeamiento de Extremadura debería haberse revisado
a raíz de la aprobación de la Ley del Suelo en el año
2001, pero la cuestión se ha ido retrasando, especialmente en los
pequeños municipios, debido a numerosos factores. Entre ellos, los
enormes plazos de tramitación, que se pueden extender «hasta
7 u 8 años», y lo complejo del procedimiento, que obliga a
pedir hasta 32 informes sectoriales diferentes (de carreteras, medio ambiente,
patrimonio...), cada uno de ellos a un organismo distinto y con sus propios
tiempos de respuesta.
El resultado,
asegura la responsable de Urbanismo, es que en algunos casos «incluso
cuando se aprueba, el plan llega a estar obsoleto». Para evitar estas
situaciones, la Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas
Agrarias y Territorio ha comenzado a trabajar en la Ley de Coordinación
Intersectorial y de Simplificación de los Procedimientos Urbanísticos
y de Ordenación del Territorio de Extremadura.
Esta nueva
normativa establece dos novedades fundamentales: por una parte, permite
al Ejecutivo regional tomar parte en el procedimiento de revisión
de los planes desde el principio para dar a los ayuntamientos apoyo técnico
y jurídico; por otra, pretende acortar «drásticamente»
los plazos de tramitación, que se reducirían de unos siete
a dos años.
A la espera
de la nueva norma, la Junta está firmando convenios de colaboración
con numerosos ayuntamientos para subvencionar la asistencia técnica
y colaborar en la tramitación del Plan General Municipal. El Diario
Oficial de Extremadura (DOE) ha publicado acuerdos con los municipios de
Aldeacentenera, Casas de Millán, Tornavacas, Acebo y Gata en la
provincia de Cáceres y Villagonzalo, Cristina, Vegaviana, Oliva
de la Frontera y Benquerencia de la Serena en Badajoz.
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