Fomento quiere
frenar el aumento de los precios del alquiler en las grandes ciudades (Madrid
y Barcelona, especialmente, donde los arrendamientos han subido en los
últimos cinco años un 38% y un 47,5%, respectivamente).
Según
publica el País, “el parque [de vivienda para el alquiler] no podrá
basarse en casas de obra nueva y lo de utilizar los activos de la Sareb
parece que no va a salir porque no encajan con lo que se necesita. Lo más
factible es que se hable con grandes tenedores, principalmente fondos de
inversión y entidades financieras, para que haya acceso a un parque
mayor”, explican fuentes de la Administración. En esta situación
es en la que ha entrado con fuerza la posibilidad de financiar con dinero
público la rehabilitación de viviendas.
En la práctica,
en caso de salir adelante la propuesta, estas ayudas se ofrecerán
a fondos buitre y socimis (sociedades cotizadas de inversión en
el mercado inmobiliario), que son los que se han quedado con la mayor parte
de los activos del ladrillo de la banca con grandes descuentos sobre sus
valores en libro. Eso sí, a cambio de esta ayuda tendrán
que cumplir algunas condiciones. La primera, que los arrendamientos se
hagan a un precio por debajo de mercado durante un periodo de tiempo determinado.
Desde el ministerio,
por el momento, esperan que se pueda contar con algunos activos de la Sareb.
“Se está haciendo un análisis de sus activos para saber cuánto
se puede incorporar, pero hasta septiembre no sabremos nada”, aseguran
portavoces de Fomento. Sin embargo, Jaime Echegoyen, presidente de la Sareb,
ya adelantó en junio en un curso de la Asociación de Periodistas
de Información Económica (APIE) que la SAREB tiene a disposición
de Ayuntamientos y comunidades autónomas 1.640 viviendas sociales
desde 2013, pero que ninguna Administración las ha reclamado porque
la localización de los pisos no coincide con las zonas en que se
necesitan. Esto es, el centro de grandes urbes como Madrid o Barcelona.
“El parque de viviendas sociales no se ha agotado”, dijo en el inicio del
verano.
Pese a ello,
Fomento no quiere descartar ninguna opción de forma oficial y espera
a las próximas reuniones del equipo de trabajo e interministerial.
“A partir de septiembre sabremos hasta dónde podemos llegar”, reiteran
fuentes del ministerio.
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