"Entre las
unidades didácticas impartidas, los alumnos, en su mayoría
arquitectos, aparejadores, ingenieros, técnicos de medio ambiente
y urbanismo, y técnicos de gestión económica, pudieron
conocer fórmulas de financiación básicas y realizar
una valoración económica de las medidas que se han de adoptar,
de gran trascendencia para el Ayuntamiento", recuerda Pedro Arconada, formador
y director de la empresa de ingeniería Zero Energy.
Además
de Madrid, son numerosas las ciudades españolas que podrían
ser un modelo en la implantación de EECN, "aunque cada una debe
diseñar su propia estrategia desde su idiosincrasia, necesidades
y características climáticas", sostiene Inés Leal.
En este sentido, no existe un modelo único de EECN, sino más
bien objetivos comunes que se pueden alcanzar desde muy diversas acciones.
En esta carrera
por conseguir edificios públicos de alta eficiencia energética,
el Gobierno de Navarra ha encontrado en el estándar Passivhaus la
respuesta ante la vaga definición de EECN. Además de Navarra
de Suelo y Vivienda (Nasuvinsa), también Vivienda y Suelo de Euskadi
(Visesa), el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Burgos han
incorporado el Passivhaus en los pliegos de condiciones de sus licitaciones
durante 2017.Sin duda, Navarra es, a través de Nasuvinsa, una de
las autonomías donde más se ha apostado por viviendas sociales
de alta eficiencia energética. En la actualidad, han puesto en marcha
el programa Navarra Social Housing, que prevé la construcción
de 542 viviendas para alquiler social siguiendo los parámetros del
Passivhaus.
El Banco Europeo
de Inversiones (BEI) financia la mitad de los 80 millones de euros que
supone el Plan de Vivienda de Alquiler, y que contempla la construcción
del que se convertirá en el primer edificio de vivienda pública
que se construye bajo este estándar en la Comunidad Foral, con 42
viviendas protegidas y localizado en Mutilva. Aragón es otra de
las autonomías que más apuesta por el Passivhaus. En su Plan
de Inversiones en Vivienda (2018-2023), Zaragoza Vivienda incluye la construcción
de 308 casas para alquiler social. Un Plan que también recibirá
la financiación del BEI, que aporta la mitad de los 71,5 millones
de euros.
El Gobierno
de Aragón también recogerá con su nueva Ley de Vivienda
regional las exigencias prestacionales del estándar.
Otro ejemplo
parte del Gobierno Vasco que, a través de Visesa, ha impulsado la
construcción del edificio Passivhaus más alto del mundo,
la primera Torre de Bolueta, que sitúa a su comunidad como una de
las puntas de lanza del estándar en España, con 171 viviendas,
de las cuales 108 son protegidas y 63 en alquiler social.
Para Germán
Velázquez, socio de VArquitectos, estudio encargado de este proyecto,
"el País Vasco está siguiendo una línea similar a
Navarra, donde es rara la licitación de servicios de arquitectura
que no contemple la ejecución como ECCN". Velázquez añade:
«Fuera de estas comunidades, en cambio, sólo se encuentran
casos aislados, algo que, sin duda, va a cambiar en muy poco tiempo».
En cuanto a
la financiación, las experiencias sobre vivienda pública
ya realizadas en España están demostrando que los EECN son
viables económicamente. De hecho, según Velázquez,
un edificio público se puede hacer de consumo de energía
casi nulo con el mismo presupuesto. Y lo razona: "La normativa actual exige
muchas cuestiones que ya no supondrán un extra para construir ECCN;
la clave está en la redacción de un buen proyecto para poder
hacer que las ratios euros por metro cuadrado sean equivalentes a las de
un edificio convencional". Según su experiencia, el coste medio
por metro cuadrado está en torno a 650/750 euros en un edificio
público convencional, frente a los 700/800 euros que supone construir
un EECN
.El compromiso
de las administraciones no se limita a este tipo de actualizaciones para
mejorar el confort de las viviendas públicas. Así, el Instituto
Catalán del Suelo (Incasol), dependiente de la Generalitat, está
trabajando en un estudio que trata no sólo de analizar la situación
actual de la producción estándar de viviendas públicas
respecto a los criterios establecidos en la certificación ambiental
Breeam, sino también de definir el incremento de coste que supondría.
El precio medio
por metro cuadrado construido de los inmuebles públicos está
alrededor de 850 euros. "Los criterios que hay que añadir a la producción
actual para obtener una certificación Breeam Edificación
Muy bueno, que es muy alta para una promoción de viviendas, supondría
incrementar este coste entre un 2% y un 3%", reconoce Gonçal Marqués,
director de Proyectos de Incasol.
Sea como fuere
a las Administraciones Públicas se les acaba el plazo. ¿Cumplirán
sus deberes a partir de 2019? Mientras que para algunos expertos, como
Emilio Linzoain, de ATEC Aparejadores y precursor del primer edificio residencial
EECN de protección en Europa, situado en Pamplona, depende totalmente
de la localización, "ya que la no definición por parte de
las comunidades de qué es un edificio de consumo de energía
casi nulo hace que los diferentes organismos públicos no den el
paso definitivo para apostar por ellos", otros, como Inés Leal,
directora del Congreso de Edificios Energía Casi Nula, defienden
que "España va por el buen camino y se cumplirán los plazos
marcados".
Fuente: http://www.elmundo.es/economia/vivienda/2018/09/14/5b9a904d46163f19188b463b.html
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