Rehabilitaciones
Urbanas de Avilés (Ruasa) no será el agente urbanizador encargado
de construir en los solares del II Plan de Edificación Forzosa del
Centro Histórico que carezcan de una solicitud de obras en abril
de 2019. Llegado ese momento, la intención del actual gobierno es
iniciar los procesos para que sean empresas del sector quienes construyan
en las fincas afectadas. La causa principal es que Ruasa carece de recursos
económicos y humanos para ejecutar todas las intervenciones previstas,
por lo que se recurrirá a las posibilidades que ofrece la legislación.
En la presentación
del II Plan de Edificación Forzosa se explicó que, una vez
agotado el plazo de un año para presentar proyectos, el Ayuntamiento
de Avilés disponía de tres opciones, pasando todas ellas
por la expropiación de los solares.
En el primer
caso, el Ayuntamiento se encargaría directamente de la construcción
y comercialización de las viviendas; la segunda opción sería
edificar a favor de Ruasa para que, como sociedad urbanística pública,
construyese en la finca. La tercera posibilidad permite expropiar a favor
de cualquier particular con capacidad para construir. La adjudicación
de los terrenos no se efectuaría de una manera directa, si no mediante
un concurso público.
En él
se primarían aspectos como el menor precio de venta de las viviendas
o locales comerciales, además del plazo más corto de construcción.
La normativa legal obliga a los adjudicatarios a presentar un proyecto
en el plazo de tres meses.
Esta es la
vía que se optará si es necesario recurrir a la expropiación.
Con todo, en función de la evolución de la intervención,
no se descarta que Ruasa asuma alguna intervención en este plan,
pero el papel principal recaerá en el sector privado. Para saber
los detalles, habrá que esperar. Hasta abril del próximo
año no se sabrá el resultado final del II Plan de Expropiación.
De momento,
los primeros meses han resultado positivos para una iniciativa de gran
complejidad legal. Así, de las trece fincas incluidas, dos ya cuentan
con proyectos de obra y se están comercializando las futuras viviendas.
Se trata de
los números 41-43 de la calle de Galiana y del número 55
en la calle de La Estación, la zona de la ciudad que recibirá
más intervenciones dentro del II Plan de Edificación. El
plazo de solicitud de licencias vence en abril del próximo año
y, a partir de ahí, se determinarán las fincas en las que
se incide.
Tampoco es
obligatorio que el Ayuntamiento opte por expropiar. Como se recordará,
en el I Plan de Edificación se incluyeron 34 solares, donde se logró
la construcción de 24 de ellos. En ese momento, el gobierno decidió
no hacer nada en los diez que habían quedado desiertos.
No obstante,
desde el gobierno municipal se indica el interés en ir agilizando
la construcción en estos solares que permitirán eliminar
los huecos vacíos en el centro de la ciudad. El caso más
evidente se da en el número diez de la plaza de España, que
puede considerarse el símbolo de este plan por su ubicación.
Ha sido uno
de los solares para los que su propiedad solicitó en su momento
licencia de obra sin que pudiese ejecutarla por la falta de financiación,
según declararon. Ahora mismo, la propiedad espera la resolución
al recurso Contencioso-Administrativo que ha presentado.
De momento,
tan sólo dos solares han solicitado proyectos para la construcción.
Se trata del número 55 de la calle de La Estación y los números
41-43 de la calle de Galiana y que, en esta actuación, se contabilizan
como una unidad.
Precisamente,
en la calle de La Estación se concentran el mayor número
de propuestas de esta iniciativa del gobierno municipal. Además
del número 55, otras seis; lo que le convierten en el lugar más
beneficiado y que, de culminarse por éxito, se rehabilitaría
completamente.
En La Estación
se encuentra varias de las propuestas con más posibilidades de salir
y también la más compleja. Entre las primeras se encuentran
las fincas que van del número uno al nueve.
Las tres primeras
de los impares pertenecen a dos mismos propietarios; mientras los números
siete y nueve cuentan con un titular diferente. Sin embargo, la posibilidad
de unir las fincas (muy clara en los números tres al nueve, incluso
coordinarse con el número uno) abre la vía a una cooperación
que resuelva ese solar vacío.
La situación
contraria es el número 24, donde una sentencia judicial anuló
en el año 2015 la inscripción registral. La propiedad se
reparte entre una constructora, titular mayoritaria, con el 88,2%, y diecisiete
herederos, donde una de las partes agrupa a cinco personas y existen dudas
de la cesión de derechos a terceros.
En Rivero 54,
la propiedad también se encuentra repartida y, en el número
109, se halla bajo un concurso de acreedores, lo que puede complicar la
resolución o ser un acicate para recibir ingresos, aunque es un
solar difícil, como todos los del centro histórico.
Por su parte,
en el número 48 de la plaza de El Carbayedo, los técnicos
municipales apuntan a que la propiedad es de una empresa, aunque no se
puede confirmar totalmente.
ANTECEDENTES
16 ABRIL 2018
Según
informa el diario el comercio, el Ayuntamiento de Avilés ha aprobado,
a través de un decreto de Alcaldía, el segundo Plan de Edificación
Forzosa que, como sucedió con su predecesor, ha comenzado a dar
resultados solo con su gestión. Así, uno de los solares incluidos
ha presentado ya el proyecto de construcción, con lo que se ha conseguido
el objetivo de la administración municipal: completar las parcelas
edificables que, en el centro de Avilés, se encuentran sin construir.
En concreto,
se trata de una finca situada en el barrio de Sabugo, entre la avenida
de Los Telares, donde tiene el número 16, y la calle de La Estación.
Precisamente la calle de La Estación es la que tiene más
registros en esta iniciativa. La finalidad de esta acción del gobierno
es completar la trama urbana en el centro histórico, donde existen
parcelas sin edificar. Esta situación perjudica a la ciudad toda
vez que esas parcelas se convierten en focos insalubridad, frente a la
riqueza que presenta la actividad residencial y comercial, incluyendo el
potencial de asentar nueva población en el casco histórico
evitando, de esa manera, el riesgo de convertirse en un espacio con una
actividad limitada al horario comercial o de servicios.
El II Plan
de Edificación Forzosa se aprobó después de notificar
a los propietarios afectados su inclusión y la posibilidad de presentar
alegaciones contra la decisión municipal. Fue el caso de tres de
ellos que registraron escritos contra la obligación de culminar
el derecho de construcción en las parcelas. Los informes de los
técnicos municipales aconsejaron desestimarlos, como así
hizo el gobierno.
Además,
los titulares de otras tres fincas presentaron escritos aclarando datos
sobre la propiedad, que se incorporaron a los respectivos expedientes.
De esta
manera, el Ayuntamiento aprobaba el Plan de Edificación Forzosa.
Ahora, los propietarios incluidos recibirán una notificación.
Desde que se confirme la entrega, dispondrán de un año para
presentar un proyecto para solicitar la licencia de construcción.
Aquellas viviendas que se encuentren en un estado deteriorado dispondrán
de un año para cumplir con su deber de conservación.
En el primer
Plan de Edificación Forzosa se incluyeron 34 parcelas, de los que
se logró la edificación en veinticuatro. La iniciativa fue
suficiente para activar los procesos de construcción y el gobierno
confía que, en esta ocasión, suceda algo parecido. No obstante,
el II Plan se enfrenta a fincas complejas por su pequeño tamaño,
donde apenas se cubrirán costes. Uno de los casos más evidentes
es el número 48 de la plaza de El Carbayedo, una pequeña
construcción, pero cuyo deterioro lastra la zona.
También
se da el caso, denunciado por sus propietarios, como sucede en el número
diez de la plaza de España, que la dificultad para acceder a la
financiación bloquea la edificación.
Otra de
las barreras que se han encontrado ha sido la titularidad de las fincas.
Las diferentes sucesiones por herencias fragmenta la propiedad o incluso
se desconocía la identidad de los titulares. En este sentido, la
recepción de tres aclaraciones de propiedad puede indicar el interés
por construir en la finca.
Otro factor
positivo es la mejora de la economía, si bien la situación
del mercado inmobilario es muy frágil y las promociones van saliendo
con cuentagotas frente a la realidad que se vivía en todo el país
antes de 2007.
El II Plan
de Edificación Forzosa contempla la posibilidad de expropiar las
parcelas incluidas, si bien es la última medida. Para ello, deberá
culminarse el plazo de un año sin que los propietarios presenten
una propuesta de construcción. A partir de ese momento, se abre
la posibilidad de iniciar la expropiación a través de tres
vías. Una primera sería directamente desde el Ayuntamiento;
otra a favor de Rehabilitaciones Urbanas de Avilés (RUASA), como
sociedad urbanística pública para que inicie el proceso de
construcción. También cabe la posibilidad de expropiar a
favor de un particular que tenga capacidad de construir en ese suelo. En
este caso, los derechos de construcción se adjudicarán a
través de un concurso público en el que se tendrá
en cuenta el precio de venta de las viviendas y bajos comerciales y el
plazo de conclusión de los trabajos. El objetivo es apoyar a las
intervenciones más accesibles a la población y los plazos
más breves.
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