Ahora es el
Ayuntamiento el que, teniendo en cuenta este documento de alcance ambiental,
tiene que hacer las correspondientes indicaciones y elaborar el estudio
ambiental estratégico.
250.000 METROS
CUADRADOS PARA DIFERENTES EQUIPAMIENTOS PÚBLICOS.
A apenas una
semanas de la aprobación inicial de Madrid Nuevo Norte, prevista
para septiembre, el diseño del desarrollo urbanístico del
norte de la capital está prácticamente resuelto. A la disposición
de las 10.500 viviendas, el área de oficinas –incluidos los tres
nuevos rascacielos–, las zonas verdes, la estación de Chamartín
y el resto de nodos de transporte, hay que sumar 24 parcelas para la ubicación
de centros de salud, educativos y deportivos.
Según
el periódico ABC, estas dotaciones, explican fuentes cercanas al
proyecto, son parte de las negociaciones que han mantenido el promotor,
Distrito Castellana Norte (DCN), y el Ayuntamiento de la capital desde
hace meses, hasta la presentación definitiva del plan, hace ahora
un mes.
La premisa
a seguir es que atiendan tanto las exigencias de los futuros moradores
de esta zona de la ciudad como de los que ya viven en barrios como Las
Tablas, Begoña, Tres Olivos o Fuencarral, históricamente
aislados entre sí y del resto de Madrid. «Se han definido
según las necesidades y la participación ciudadana, que han
sido uno de los protagonistas de todo el proceso», detallan a ABC.
Así,
la ubicación de los equipamientos se ha hecho en función
de las demandas de los residentes y de la extensión que cada uno
requiere. Según consta en la maqueta final, se distribuyen a ambos
márgenes de la M-30 y especialmente en los bordes del ámbito,
precisamente para paliar las deficiencias de los barrios. Al sur, donde
se sitúa la estación de Chamartín y la «city»
financiera, se prevén dos grandes parcelas que albergarán
centros educativos, de salud y cívico-social. También otra
para usos deportivos.
Uno de los
objetivos que se persiguen es que la zona de oficinas «genere vida»,
de modo que acabada la jornada laboral siga habiendo movimiento. Por eso,
al más de un millón de metros cuadrados para el uso terciario
hay que añadir los previstos –en menor medida– para pisos y estas
dotaciones. Todo, alrededor del parque que se habilitará en la parte
de las vías de tren que quedará cubierta.
El grueso de
los servicios públicos, sin embargo, se asienta al norte de la vía
de circunvalación, donde se levantarán los bloques de viviendas,
incluidas las 2.100 que serán protegidas. A este lado, se prevén
cerca de una veintena de parcelas dedicadas a polideportivos, institutos,
colegios, centros culturales y otros equipamientos. Si bien no está
claro qué dotaciones irán en unos terrenos y cuáles
en otros, sí están reservadas las diferentes áreas.
Uno de los
puntos fundamentales, consensuado entre el ayuntamiento y DCN, es que estas
infraestructuras lleguen antes de que la gente se instale, para evitar
que se repita lo ocurrido en otros barrios jóvenes de la capital,
como Valdebebas, que nacieron sin apenas dotaciones. «No queremos
que el norte sea otra isla», apuntan fuentes del proyecto a ABC.
De hecho, el
edil de Urbanismo, José Manuel Calvo, ha repetido en varias ocasiones
que uno de los extremos por los que no se aprueban los desarrollos del
Sureste es porque esta cuestión no está prevista y la zona
requiere un crecimiento «equilibrado y progresivo». En la planificación
de Nuevo Norte, reformulación de la conocida como operación
Chamartín, se incluyen también la construcción de
tres nuevas estaciones de Metro y otras plataformas de transporte, como
autobuses.
A tenor de
este supuesto y de las últimas palabras del presidente de DCN, Antonio
Béjar, lo más lógico es que las obras de estos equipamientos
arranquen el próximo año. Esta es la fecha en la que, si
nada cambia, llegarían las grúas al norte de la ciudad. «El
deseo es que comiencen a finales de 2019 o principios de 2020, pero sin
garantía ni responsabilidad por nuestra parte», declaró
Béjar a principios de agosto en un encuentro con periodistas.
La entrega
de llaves, a tenor de este calendario, sería entre 2021 y 2022.
No obstante, no es más que una hipótesis a largo plazo y
antes debe aprobarse la modificación del Plan General de Ordenación
Urbana (PGOU). Los plazos que se manejan, como ha venido informando este
diario, es que el Ayuntamiento dé el primer paso en septiembre y,
una vez se eleve al Gobierno regional y se autorice definitivamente, se
vote en el Pleno de Cibeles en el primer trimestre de 2019. Solo entonces
se trabajará en la parcelación.
Estos 250.000
metros cuadrados de dotaciones públicas se enmarcan en los 2.657.313
con los que cuenta el ámbito en total. Como el resto del proyecto,
girarán en torno a la estación de Chamartín, que es
el eje que vertebra la operación. Su reforma, aunque va acompasada
con Madrid Nuevo Norte, tiene sus propios plazos y las actuaciones ya han
comenzado. Próximamente, el Ministerio de Fomento convocará
un concurso de ideas para el diseño del futuro espacio, que tendrá
18 vías de alta velocidad, el triple de las que posee actualmente.
|