El mercado
inmobiliario en España resulta cada vez más atractivo para
los inversores, que en el segundo trimestre del año aumentaron su
volumen de adquisiciones hasta los 2.400 millones de euros, un 14% más
que en el mismo periodo del año anterior. Más de la mitad
de esa cantidad, un 57%, correspondió a transacciones realizadas
por los fondos de inversión -principalmente internacionales-, que
desde hace tiempo tienen puestos sus ojos en nuestro país.
La atractiva
rentabilidad que ofrecen los activos inmobiliario en el contexto inversor
general y los descuentos a los que se ofrecen explican gran parte de ese
dinamismo, si bien la escasez de producto puede generar que finalmente
se decanten por otros mercados.
El segmento
retail es el que mayor volumen de transacciones acumula, con un volumen
de 950 millones entre abril y junio de 2018. Las rentabilidades oscilan
desde el 3% del segmento prime high street hasta el 6% máximo de
los parques comerciales prime. "De cara al final de año, hay abiertos
procesos de venta de un volumen considerable, lo que adelanta que el retail
seguirá siendo una pieza fundamental en el mercado de inversión
en los próximos meses", asegura el balance.
Le sigue el
residencial, que alcanzó los 870 millones de euros, mientras que
el sector de las oficinas se contuvo ante la escasez de producto en el
mercado y la logística se ajustó. La baja rentabilidad y
la ausencia de naves terminadas provoca que los inversores apuesten por
desarrollos de proyectos y nuevos productos de inversión.
La consultora
prevé que la actividad inversora en el sector inmobiliario continúe
en la segunda mitad del año, "en un contexto de mercado donde seguirá
habiendo abundante capital en los mercados, mucho apetito por los activos
en España y escasez de producto". El retail seguirá siendo
el gran protagonista, con incrementos de ventas en el comercio minorista;
actualmente, se mantienen abiertos procesos de venta de carteras de activos
comerciales por valor de 1.200 millones de euros. Además, continuarán
los procesos de saneamiento inmobiliario de las entidades financieras.
"La presión que están ejerciendo los distintos supervisores
del BCE a las entidades financieras españolas, para que liberen
el ladrillo de sus balances, seguirá provocando que se continúen
realizando operaciones de carteras de viviendas. Importantes fondos de
inversión y socimis especializadas en el mercado residencial serán
los principales compradores de esta tipología de activo".
DATOS
Según
los datos que maneja BNP Paribas Real Estate, se están invirtiendo
en torno a 2.400 millones de euros por trimestre, lo que se traduce en
volumen muy positivo, que viene empujado por "el buen momento por el que
pasa la economía española, unido a los buenos registros de
los fundamentales de los mercados, con incrementos de niveles de ocupación,
incremento de precios y la buena acogida por parte de la demanda de los
nuevos proyectos que se están incorporando al mercado, lo que está
generando un presión inversora por los activos que salen al mercado
en España".
Si miramos
la evolución de los primeros semestres de los últimos años,
a la cifra actual solo le superan los ejercicios 2015 y 2017. De hecho,
entre enero y junio del año actual España ha captado más
inversión inmobiliaria directa que en cada año del periodo
2009-2013.
Este año,
y como viene siendo costumbre, el retail está siendo el sector más
atractivo para la inversión directa (en el segundo trimestre acaparó
el 40% del volumen), seguido de la vivienda (captó el 37%), las
oficinas (10%), los hoteles (7%), los activos alternativos (5%) y la logística
(1%).
En lo que respecta
al origen de la inversión, destacan los fondos como los principales
agentes, al acaparar el 57% del volumen registrado en primavera, mientras
que las grandes socimis continúan centradas en la gestión
de sus activos. Las pequeñas, no obstante, sí que están
realizando algunas operaciones y destacan en el terreno residencial.
Y para lo que
resta de 2018 las perspectivas son positivas. Desde la firma esperan que
continúe la actividad inversora, en un contexto de mercado donde
seguirá habiendo abundante capital en los mercados, mucho apetito
por los activos en España y escasez de producto.
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