ANTECEDENTES
20/04/2018
El Tribunal
Supremo ha desestimado el recurso contencioso-administrativo interpuesto
por la concesionaria que explota la autopista de peaje AP-41 Madrid-Toledo
en el que reclamaba al Ministerio de Fomento una compensación de
420,14 millones de euros por el reequilibrio económico de la concesión
derivado de la apertura de la M-407 en 2009 (320 millones) y de la no construcción
de la conexión Toledo-Ciudad Real-Córdoba (100,1 millones),
que afectaron negativamente en las cifras de tráfico previstas.
Con la desestimación
de la Sala de lo Contencioso-Administrativo Sección Cuarta del Supremo,
la concesionaria de la AP-41, que está participada por Comsa, Sando,
Azvi, Isolux y Banco Espirito Santo (BES), limita el derecho de compensación
a los 141,8 millones -pagaderos hasta 2046- que recogía el Real
Decreto 698/2015, de 17 de julio.
La decisión
judicial es de gran relevancia para el futuro de la AP-41, puesto que los
acreedores estaban dispuestos a aprobar el convenio y evitar así
su liquidación si el Alto Tribunal hubiera fijado una compensación
en los términos reclamados (420 millones que con los intereses acumulados
rebasaría los 600 millones, explican fuentes jurídicas) o,
al menos, por un importe cercano.
El Juzgado
de 1ª Instancia y de lo Mercantil de Toledo, que instruye el proceso
concursal de la sociedad, tiene que decidir si admite a trámite
el convenio que presentaron las empresas, que fue el que aceptó
el administrador concursal -no así el del Ministerio de Fomento-,
o si, por el contrario, abre directamente la fase de liquidación.
Si lo admite, la junta de acreedores tendría que votar, pero tras
la sentencia del Supremo, las fuentes jurídicas consultadas dan
por seguro que lo rechazarán.
Se despeja
así el destino de la AP-41, que recorrerá el mismo camino
que las otra ocho autopistas de peaje quebradas (las radiales 2, 3, 4 y
5, la M-12 Eje Aeropuerto, la AP-36 Ocaña-La Roda, la Circunvalación
de Alicante y la AP-7 Cartagena-Vera). El propio ministro de Fomento, Íñigo
de la Serna, reconocía el pasado martes que tras la liquidación
de la R-3 y R-5, prevista para los próximos días "quedaría
únicamente por saber cuál es su futuro, que aún no
lo sabemos, de la AP-41". Las dudas se sustentaban tanto por el desenlace
que pudiera tener el conflicto en el Supremo como por los plazos del proceso
concursal, que aún se halla en la fase de convenio.
Fomento
siempre ha sostenido su intención de incluir la AP-41 en el lote
de las radiales de Madrid, la M-12 y la AP-36 para relicitarlas este mismo
año. Ahora bien, para ello es necesario que el juez abra la fase
de liquidación. En ese escenario, el Gobierno podría acometer
la resolución administrativa del contrato sin esperar a que el magistrado
apruebe la liquidación -en la fase de convenio no puede hacerlo-.
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