El incremento
anual en el número de compraventas en la provincia de Valencia confirma
la evolución positiva del mercado residencial. Así, en 2017
se registraron 31.000 transacciones de vivienda, un 6% del total a nivel
nacional y un 21% más que en 2016. Concretamente, la vivienda de
segunda mano se ha posicionado como la tipología que concentra el
mayor volumen, con un 94%, mientras que las operaciones de compraventa
de obra nueva en la región metropolitana se encuentra todavía
en mínimos desde la crisis, concentrada principalmente en la capital
con casi el 20% de las transacciones. Así se desprende del informe
elaborado por CBRE.
“El número
de transacciones de vivienda –fundamentalmente usada– en la capital viene
creciendo de media desde 2014 al 15% anual, ritmo que está siendo
replicado o incluso superado por municipios colindantes como Torrent y
Paterna, o localidades costeras como Gandía”, afirma José
Ángel Sospedra, director de la oficina de CBRE en Valencia. De este
modo, la capital valenciana y estos tres municipios concentraron el 47%
del volumen total de transacciones de la provincia en 2017.
En este sentido,
la escasez de suelo finalista y el retraso en la concesiones de licencias
municipales en la ciudad de Valencia pueden estar influyendo en el desplazamiento
de la demanda hacia los municipios colindantes y tal y como apunta Sospedra
“los municipios de Torrent, Paterna y Sagunto representan casi el 10% del
mercado de la región. Otras zonas costeras como Gandía o
Cullera están absorbiendo también una buena parte de la demanda
–bastante moderada– de obra nueva”.
Todo ello,
junto con el intenso ajuste experimentado tras la crisis, está ralentizando
la demanda de nuevas promociones, muy condicionado, también, por
la escasa oferta de obra nueva. Concretamente, en 2017 se registraron 565
viviendas terminadas en la provincia de Valencia.
Los indicadores
de la oferta de vivienda –y concretamente los visados de dirección
de obra– muestran que la producción de inmuebles irá recuperándose
de forma paulatina. De hecho, en la provincia de Valencia el número
de visados ha crecido a un ritmo del 38% con respecto a 2016, proyectándose
a corto plazo en la capital un total de 1.400 visados de obra nueva a construir.
Asimismo, se espera que a lo largo del año comiencen a tramitarse
en la ciudad las licencias pendientes, lo que debería impulsar la
producción de obra nueva en los próximos meses.
A nivel municipal,
el número de viviendas de obra nueva visadas a corto plazo se concentra
en la capital, con una proyección de más de 1.400 activos
a construir. Así, los distritos con los ámbitos urbanísticos
más avanzados –Cuatre Carreres y Patraix (en la zona sur), junto
a Benicalap (en la zona norte)– acaparan la mayor parte de las nuevas promociones.
“Las cifras
reflejan que por el momento existe poco dinamismo en el resto de la provincia.
No obstante, observamos que, a la hora de adquirir una vivienda, las tipologías
de vivienda, así como la propuesta de valor de la promoción
pueden tener más peso que una localización centralizada”
afirma Samuel Población, director nacional de Residencial y Suelo
de CBRE.
Por otro lado,
los precios en toda la Comunidad Valenciana han mostrado una tendencia
al alza desde 2015, y concretamente el informe refleja que es en la ciudad
de Valencia donde más se ha dejado notar la presión al alza,
alcanzando a finales de 2017 una tasa de crecimiento anual de los precios
medios de en torno al 6%, en línea con el comportamiento a nivel
nacional. Según apunta Samuel Población, “las razones que
explican esta tendencia son principalmente el aumento de la demanda de
vivienda y la limitada oferta de vivienda terminada y de obra nueva”.
Las rentas
del alquiler en la ciudad de Valencia están experimentando un gran
crecimiento, con una tasa del 40% en la renta media desde el mínimo
registrado tras la crisis, como consecuencia de la tensión generada
por la mayor demanda de vivienda en este régimen habitacional, así
como por el auge del alquiler turístico.
Por su parte,
la renta media en la ciudad de Valencia a finales de 2017 (8,2 €/m2
al mes) es comparativamente inferior a las registradas en las grandes ciudades
de España como Madrid, Barcelona, Bilbao, Palma de Mallorca o Málaga),
por lo que Valencia se posiciona como una localización más
asequible para el arrendamiento de vivienda.
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