El estudio
de la situación internacional revela que se ha seguido un camino
lento hasta llegar al escenario actual, en el que hay una mayor conciencia
social sobre la necesidad de actuar. Vivimos un momento histórico:
las acciones y actores involucrados en el compromiso hacia el futuro sostenible
han aumentado exponencialmente. En paralelo, ha crecido el reconocimiento
y la implicación de las ciudades como agentes fundamentales para
hacer frente a los retos de la sostenibilidad.
OCHO CATEGORÍAS
DE LA SOSTENIBILIDAD URBANA
El análisis
de las iniciativas internacionales ha permitido identificar una serie de
parámetros de estudio comunes en todas ellas, que se han agrupado
en ocho categorías clave que deben tenerse en cuenta a la hora de
abordar los procesos de transformación de las ciudades de un modo
sostenible: Regeneración urbana y sostenibilidad económica;
Preservación de los valores ambientales; Modelo urbano compacto
y mixto; Movilidad y conectividad; Interacción Social y equipamientos;
Eficiencia de recursos; Innovación aplicada y Smart City y Habilidad
y Bienestar.
En este sentido,
el informe de Arup concluye que la sostenibilidad urbana es un proceso
complejo en el que unos aspectos se construyen a partir de otros. Debe
partir de una visión estratégica que busca generar crecimiento
y prosperidad en la ciudad y terminar en el que debe ser el objetivo último
de todo desarrollo urbano, que es mejorar las condiciones de vida actuales
sin comprometer las de las generaciones futuras.
En concreto,
la primera categoría aborda la regeneración urbana y sostenibilidad
económica como puntos de partida clave de todo proyecto sostenible,
enfatizando la importancia de que los grandes desarrollos urbanos se sustenten
sobre una sólida una visión estratégica la ciudad,
generen oportunidades de empleo, y sean económicamente viables.
La segunda
categoría se refiere a la preservación de los valores ambientales,
que se convierten en un activo del diseño que aporta grandes beneficios
sociales y económicos.
La tercera
categoría refleja que la ciudad sostenible sigue un modelo compacto,
urbano y mixto, donde hay una alta ocupación del suelo disponible
y mezcla de usos. Esto favorece la cohesión social, permite ofrecer
más y mejores servicios y optimizar la eficiencia en el consumo
de recursos. En este modelo de ciudad se potencia, como indica la cuarta
categoría, la movilidad y conectividad, promoviendo el uso del transporte
público, favoreciendo al peatón y convirtiendo a la bicicleta
en una alternativa real.
La quinta categoría,
interacción social y equipamientos, explica cómo este modelo
de urbe genera cohesión a través de la interacción
entre los ciudadanos, la economía local de los comercios, los lugares
de trabajo y los equipamientos sociales y culturales. A su vez, la sexta
categoría pone en valor que los nuevos desarrollos deben buscar
la eficiencia de recursos naturales, a la vez que dan respuesta a las necesidades
de los modos de vida actuales. Por su parte, la séptima categoría
profundiza en la innovación aplicada y Smart City y aborda cómo
la era digital y la revolución tecnológica permitirá
una profunda transformación en las ciudades.
En definitiva,
tal y como recoge la octava categoría, habitabilidad y bienestar,
el objetivo final de todo desarrollo urbano sostenible debe ser mejorar
la habitabilidad de las ciudades y el bienestar de las personas.
Además,
la firma de ingeniería ha estudiado actuaciones similares a la remodelación
prevista en el norte de Madrid, proyectos que son buenos modelos de sostenibilidad
urbana y representan un ejemplo de las mejores prácticas en cada
una de las categorías identificadas.
DECLARACIONES
DE LOS PROFESIONALES AL DIARIO EL MUNDO
Según
publica hoy el diario el Mundo, Arup ha planteado es hacer de Madrid Nuevo
Norte un referente en la gestión eficiente del agua. "Hay que buscar
soluciones basadas en la naturaleza que permitan hacer compatible la implantación
de actividades económicas con la regeneración de territorios
degradados, como es la zona norte de Madrid", justifica Flavio Tejada,
director europeo de Ciudades de Arup. Para convertir el proyecto en un
modelo de desarrollo urbano water sensitive, ya presente en otros países
como Inglaterra o Eslovaquia, Distrito Castellana Norte apostará
por sistemas de drenaje sostenibles, una alternativa innovadora y eficiente
de gestionar el agua de lluvia que da continuidad a las escorrentías
naturales, permite la reutilización de estos recursos y maximiza
la integración paisajística. Recogida y reutilización"Todas
las parcelas de carácter público -parques- y privado que
tengan opción de aprovechar el agua con ese sistema de drenajes
naturalizados deberán diseñarse de tal modo que,por un lado,
recojan el 100%de las aguas pluviales en sus cubiertas, patios o espacios
comunes y, por otro, puedan reutilizarlas o, en su caso, verterlas sobre
ese sistema", explica Tejada.
Para ello,
en las fases de diseño y construcción de Madrid Nuevo Norte
se dotará a las cubiertas de los edificios, calles y parcelas de
una cobertura vegetal mínima que favorezca el drenaje sostenible.
Como respuesta al impacto del cambio climático augurado para los
próximos años, y frente al sistema unitario que ahora existe
en Madrid, Arup defiende el diseño de una nueva redde saneamiento
separativo de aguas fecales y pluviales.
La transición
hacia este sistema y el cero vertido de pluviales a la red está
previsto que se consiga en el año 2050.Pero la promotora de este
macroproyecto urbanístico no se limitará a gestionar un uso
eficiente del agua.
También
propone una actuación sostenible centrada en el barrio y en los
edificios.
Y ya tiene
las conclusiones del trabajo de consultoría, análisis y valoración
realizado por la consultora CBRE España, que ha concluido que Madrid
Nuevo Norte se certificará, a lo largo de todo el proceso (desde
el diseño hasta la construcción), a través de los
tres principales sellos mundiales en sostenibilidad.
Certificaciones
Según Luis Cabrera, director del Departamento de Energía
y Sostenibilidad de CBRE, "se espera que el planeamiento de MNN tenga emisiones
de carbono cero, producción de energías renovables,consumo
de energía casi nulo de los edificios, una alta calidad de aire,
movilidad a través de bicicletas y otros vehículos no contaminantes,así
como la presencia de huertos urbanos". La propuesta se concreta en conseguir
que los edificios sean un 80% más eficientes que los actuales y
que el 80% del transporte sea público.
Un compromiso
medioambiental que pasa antes por saber a qué certificaciones se
puede optar ahora para tener en cuenta todas las medidas del diseño
del desarrollo. En este sentido, CBRE ha propuesto a Distrito Castellana
Norte aunar las tres certificaciones más reconocidas mundialmente:
LEED-ND (sostenibilidad en el distrito); Sustainable Sites (sostenibilidad
en zonas comunes como parques) y WELL Communities (referida a la participación
ciudadana, la cohesión socialy la manera en la que se crea comunidad
alrededor del planeamiento)."Como todos los procesos de certificación,
éstos tienen el inconveniente de que son exigentes y demandan que
se sean riguroso en la manera de construir a futuro", manifiesta Cabrera.
Y recomienda que los promotores de este desarrollo apuesten por el certificado
LEED para ganar visibilidad en el mercado. Pero la tarea no es nada fácil.
Para empezar,
"el LEED-ND (nuevos desarrollos) obliga a que todos los edificios tengan
esta calificación y una localización geográfica en
el mismo ámbito", reconoce Cabrera.Pero aún hay más:
esta categoría sirve para certificar la sostenibilidad del desarrollo
de barrios de nueva planta y consta de una pre-certificación previa
a la aprobación del plan, otra en el momento de la planificación
(no es la acreditación definitiva) y una tercera cuando la obra
de urbanización sea completada y se haya terminado al menos la construcción
de un edificio LEED (esta es la certificación final). Según
Aurelio Ramírez, presidente de Spain Green Building Council (SpainGBC),
organismo que otorga esta certificación, "para lograr el LEED-ND
ya sea en la pre-certificación, fase de planificación o en
la fase de obra acabada y funcionando, hay que demostrar que se han proyectado
o están realmente ejecutadas en obra 12 estrategias obligatorias
y al menos 40 voluntarias de un total de 110".
Estas actuaciones
se reparten en cinco campos muy distintos. Por un lado, se estudia la situación
(conexión con el tejido urbano existente, recuperación de
suelos contaminados y degradados, red de bicicletas...). Por otro, la innovación
(relación con las nuevas tecnologías, procesos y diseños
emergentes); la prioridad regional (ahorro de agua y eficiencia energética);
el diseño del barrio (densidad de la edificación, la tipología
y protección de las viviendas o la accesibilidad y los huertos urbanos)
y la construcción de edificios sostenibles.
A día
de hoy, según corrobora SpainGBC, en el programa hay 547 nuevos
barrios registrados en el LEED-ND, de los cuales 181 han logrado el sello.
Ninguno de ellos se encuentra en España, ni registrados, ni certificados.
"Por lo tanto, hasta el momento, en nuestro país esta iniciativa
todavía no ha suscitado ninguna curiosidad ni ningún interés",
dice su presidente.
Quizás,
Madrid Nuevo Norte se convierta en el primero. Con todo, la función
principal de la consultora CBRE es concretar en qué impacta el desarrollo
en lo relacionado con los Edificios de Consumo de Energía Casi Nulo,
tanto desde el punto de vista técnico como de los modelos de gestión
más adecuados para la futura comercialización.
Ver
informe completo
|