Así,
este año cada vivienda gastará, de media, 30 euros más
en reformas que en 2017, hasta los 681 euros. Y como el parque nacional
está integrado por 25,7 millones de viviendas, el gasto en reformas
en España ascenderá hasta los 17.514 millones de euros. Para
el próximo ejercicio las previsiones son aún más optimistas,
ya que el gasto medio de cada vivienda podría ascender un 4,7% hasta
los 713 euros.
No obstante,
el crecimiento del gasto en reformas estará condicionado por distintas
variables, entre las que destacan la gestión que hagan las comunidades
autónomas de las ayudas y la facilidad que den a los ciudadanos
de acceder a los fondos. Por otra parte, también influirán
la evolución de los conflictos geopolíticos que han provocado
el repunte del precio del petróleo y los derroteros por los que
continúe el desafío independentista, “ya que estas amenazas
podrían impactar en la marcha de la economía española
y, por ende, ralentizar la actividad del sector de las reformas”, según
explican desde Andimac.
En cualquier
caso, el incremento del gasto de cada vivienda irá en paralelo a
un mayor número de reformas. De hecho, según el Observatorio
360º de la Vivienda y la Reforma, en España este año
se reformarán en torno a las 1,6 millones de viviendas, unas 100.000
más que en 2017. Sin embargo, esa cifra apenas representa un 6,25%
del parque; sumando las obras asociadas a la compraventa de viviendas de
segunda mano y las mejoras orientadas a la renovación y el mantenimiento
de los hogares.
Y es que si
bien es cierto que siete de cada diez inmuebles que se venden en nuestro
país pasan antes o después por una reforma, no es menos cierto
que el nuevo Plan Estatal de Vivienda fomentará en mayor medida
el alquiler que la compra-venta, en un momento en el que el uso turístico
de las viviendas y la mayor propensión de los jóvenes hacia
el alquiler han disparado los precios en las principales ciudades. Y, en
este contexto, a partir de los datos de Arthursen, Andimac asegura que
por un piso reformado se puede sacar hasta un 30% más de renta de
alquiler.
Este mayor
gasto en reformas resulta totalmente lógico si se tiene en cuenta
que el ritmo de envejecimiento del parque de viviendas en España
aumenta al 3,3% anual, lo que Andimac atribuye a que las primeras casas
de la pasada burbuja inmobiliaria empiezan a cumplir la mayoría
de edad. Es más, actualmente el 81% de las viviendas tiene más
de 18 años, y ese porcentaje escalará hasta el 83% durante
el próximo ejercicio. Además, la mitad de las viviendas de
todas las comunidades autónomas tienen más de 40 años
y se han construido bajo criterios de baja calidad. Y ello supone un acicate
para el sector de la reforma que, no obstante, sigue sin terminar de despegar.
Así,
los datos relativos tanto al número de reformas como al gasto en
obras que realiza cada hogar están muy lejos de demostrar un culto
hacia el estado de las casas, como sí existe en el caso de los coches
en un contexto también de parque envejecido. De esta manera, mientras
que los españoles dedican el 5% de su presupuesto familiar disponible
al cuidado y mantenimiento de sus vehículos, tan solo destinan el
1,5% a la mejora de sus hogares. Pero el aumento de la renta de las familias
por encima del 3% anual, gracias a los buenos datos económicos que
anticipan la creación de nuevos empleos y una subida del salario
medio, impulsará un mejor mantenimiento y conservación de
las viviendas.
Andimac apunta
que como consecuencia de este mayor gasto que realizará cada hogar
en reformas, el valor económico del mercado de materiales de construcción
destinados a la vivienda crecerá en 2018 casi un 9%, hasta los 22.349
millones de euros, que podrían incrementarse en otros 1.500 millones
a lo largo del próximo ejercicio.
De forma paralela,
al hilo de las previsiones efectuadas por el INE, si se mantuvieran las
tendencias actuales en España el número de hogares crecería
casi en un millón en los 15 próximos años; de manera
que en 2031 habría más de 5,5 millones de hogares unipersonales,
lo que supondría casi el 30% del total. Y este crecimiento de la
cifra de hogares llevará aparejada la necesidad de adecuarlos individualmente
a cada situación personal y familiar, para lo que, de nuevo, resultan
fundamentales las reformas y obras de adaptación y mantenimiento.
Una vez demostrado
que el nuevo Plan Estatal de Vivienda, junto al momento tan álgido
que atraviesa el mercado del alquiler, servirá como revulsivo para
las reformas, la Administración podría contribuir al despegue
definitivo de un sector llamado a lograr la sostenibilidad de la construcción
en España y a apuntalar la recuperación de la economía
y del mercado laboral, pues por cada puesto de trabajo en obra nueva se
generan 1,5 en reformas.
Y para ello
sería imprescindible recuperar la deducción de IRPF por rehabilitación
de vivienda habitual en el tramo estatal y autonómico -que se eliminó
en 2013-, lo que podría favorecer a unos 200.000 hogares y serviría
para aflorar buena parte de la actividad sumergida que persiste en el sector.
Asimismo, las comunidades autónomas deberían aprovechar la
novedad que suponen las ayudas a la reforma planteadas en el nuevo Plan
Estatal de Vivienda para facilitar a los hogares el acceso directo a unos
fondos que podrían beneficiar al 55% de las viviendas en nuestro
país.
Además,
es importante seguir impulsando la figura del asesor técnico en
reforma, que Andimac promueve entre profesionales en activo bajo la certificación
ISO 17024 de competencias profesionales, encargados de coordinar las obras
y auditar –de forma imparcial- que estén bien realizadas. De hecho,
este año se están certificando a los primeros profesionales
con un título que, por otra parte, ya se ha incluido dentro de los
programas de Formación Profesional, por lo que se perfila como una
de las profesiones del futuro ante la necesidad de profesionalizar el sector,
cubrir la falta de mano de obra especializada de la que se aquejan las
empresas y prestar al usuario final un asesoramiento cada vez más
solicitado.
Andimac también
propone impulsar la creación del Código Técnico de
la Reforma (CTR) que, al igual que el Código Técnico de la
Edificación (CTE), marque las pautas por las que debe regirse la
reforma desde el punto de vista técnico y constructivo y cubra el
vacío que deja el CTE, que únicamente se dirige a la vivienda
nueva.
Según
el secretario general de Andimac, Sebastián Molinero, “la entrada
en vigor del Plan Estatal de Vivienda; el envejecimiento del parque, que
junto al de la población y a los nuevos modelos de hogares obliga
a adaptar los inmuebles; y el boom que experimenta el mercado del alquiler
en las principales ciudades conforman un caldo de cultivo propicio para
el impulso de las reformas en España”.
Ver
informe
|