ANTECEDENTES
11 de diciembre de 2017
NOTICIA
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PARA PROFESIONALES INMOBILIARIOS. ©
NUEVA LEY
DEL SUELO DE BALEARES
¿Qué
aprendo?
• Se analiza
en la guía práctica inmoley.com de Urbanismo de Baleares.
Convertir
conocimiento en valor añadido > Herramienta práctica >Guías
prácticas
• Los alumnos
deberán remitir a su tutor un análisis sobre las principales
novedades de la nueva ley del suelo de Baleares.
El Parlament
ha aprobado la nueva Ley de Urbanismo de Balears con el punto 14 de la
disposición transitoria, añadido por el PSIB, que permite
la legalización de unos terrenos de Platja d’en Bossa, en Ibiza,
que pertenecen al empresario Abel Matutes. Según el PSIB en caso
de tener que derribar todas las construcciones afectadas se tendría
que pagar unos 600 millones de euros en indemnizaciones. La situación
queda en manos del Ayuntamiento de Sant Josep de Ibiza, ya que las empresas
siguen operando a pesar de que estén construidas en suelo rústico.
Entrará en vigor el próximo 1 de enero de 2018 y tiene la
intención de reforzar la disciplina, agiliza los planeamientos y
obliga a destinar suelo a vivienda pública. En la ley, que ha incorporado
total o parcialmente más del 30 por ciento de las enmiendas de los
grupos, destaca, como medida concreta, que las construcciones ilegales
en rústico puedan "ser demolidas siempre" y que esto nunca vaya
a prescribir.
El Govern
busca con la LUIB, además de lo ya explicado, dar más garantías
a la protección de suelos protegidos (ANEI, ARIP y áreas
de protección APT costeras), el incremento del parque de vivienda
pública e impedir la reclasificación como suelo urbano de
los asentamientos en medio rural, así como cerrar la puerta a la
amnistía de las edificaciones fuera de ordenación en rústico.
Sobre las
medidas de disciplina urbanística, en suelo urbano o urbanizable
se prevén multas de entre el 50 y el 70 por ciento del valor de
la obra ejecutada si el uso está permitido y entre el 75 y el 100
por ciento del valor si el uso no está permitido.
Para obra
e instalaciones en suelo rústico, las multas serán del 300
por ciento del valor si el uso está prohibido y entre el 150 y el
300 por ciento del valor si el uso está autorizado.
La nueva
Ley de Urbanismo permitirá desclasificar suelo urbanizable no desarrollado
en el que no se ha desarrollado un proyecto
Durante
una rueda de prensa, Busquets ha señalado que con esta disposición
adicional podrán "parar y desclasificar urbanizaciones del siglo
pasado que no se han desarrollado en los plazos que se marcaron en su momento"
y que "pueden ser objeto de especulación en el futuro". La diputada
ha indicado que sólo en Llucmajor esto representa unas 200 hectáreas
de terreno.En este sentido, desde Més han valorado la nueva ley,
que además "contendrá medidas para agilizar la tramitación
de los planeamientos municipales".
ANTECEDENTES
4 de octubre
de 2017
NOTICIA
ADAPTADA AL SISTEMA EDUCATIVO inmoley.com DE FORMACIÓN CONTINUA
PARA PROFESIONALES INMOBILIARIOS. ©
TRAMITACIÓN
DE LA NUEVA LEY DEL SUELO DE BALEARES
¿Qué
aprendo?
Se analiza
en la guía práctica inmoley.com de Urbanismo de Baleares.
Convertir
conocimiento en valor añadido > Herramienta práctica >Guías
prácticas
Los alumnos
deberán remitir a su tutor un análisis sobre las principales
novedades de la nueva ley del suelo de Baleares.
La tramitación
parlamentaria de la nueva ley del suelo de Baleares no está siendo
pacífica por lo que la nueva ley nacerá sin un consenso mínimo
que garantice su supervivencia en caso de cambio de gobierno en los próximos
años. El gobierno no ha aceptado ni una sola de las enmiendas de
la oposición. En concreto las presentadas por los grupos parlamentarios
PP y El PI al proyecto de ley de Urbanismo de Baleares con 22 votos a favor,
31 en contra y tres abstenciones. La justificación ha venido del
conseller de Territorio, Energía y Movilidad, Marc Pons, que ha
explicado que entre los pilares fundamentales del proyecto de ley se encuentran
la regulación de las líneas básicas de los tres tipos
de suelo, "incluido el suelo rústico que deliberadamente y de manera
intencionada estuvo arrinconado por la Ley de Ordenación y Uso del
Suelo (LOUS)". Además, introduce mecanismos para facilitar y acortar
la tramitación administrativa del planeamiento urbanístico,
aporta "transparencia y claridad para evitar la especulación" y
apuesta por la reutilización del suelo urbano. Entiende el conceller
que en la normativa se dan más garantías para los suelos
especialmente protegidos y se resuelve "con contundencia y claridad" la
disciplina urbanística tanto para garantizar el cumplimiento de
sanciones como para actuar como elemento preventivo y disuasivo de comportamientos
irregulares.
Pons ha
defendido que debe ser una norma que se tiene que construir "pieza a pieza"
y que busque "un amplio consenso" para conseguir un equilibrio entre el
crecimiento económico y la protección del territorio.
"Necesitamos
profundizar en un modelo que apueste por la protección de los paisajes.
Un modelo que nos ayudará a hacer una ciudad menos contaminante
apostando por la reutilización del suelo urbano", ha añadido
el conseller.
La diputada
del PP, Antònia Perelló, ha calificado de "muy deficiente"
el texto presentado por el Govern y ha asegurado que la normativa aportará
"inseguridad jurídica" al suponer una "ruptura total" con los principios
y procedimientos establecidos desde la normativa de 1976.
"Asistimos
a un nuevo capítulo de la técnica de derogar todo lo que
se hizo en la legislatura pasada y complicar la vida de los ciudadanos.
No hace falta una nueva ley de Urbanismo, la única razón
de ser es derogar la LOUS", ha criticado la diputada popular.
En este
sentido, Perelló ha asegurado que durante la tramitación
de la LOUS se hizo un esfuerzo "muy grande" para consensuar el texto, que
finalmente "ofrecía una regulación completa".
Por su
parte, el diputado de El PI, Josep Melià, ha criticado que elaboren
una nueva ley en lugar de introducir los cambios necesarios a la normativa
ya existente.
Asimismo,
ha lamentado que se incluya parcialmente la regulación del suelo
rústico y que se cambien las reglas de cómo funciona el planeamiento
urbanístico. "Para nosotros el problema de planificación
urbanística es la cronificación, la capacidad de modernizarlo",
ha añadido.
"No acaba
de ser coherente y lo lía todavía más. Más
nos vale que tuviésemos una normativa con durabilidad en el tiempo
porque si en cada legislatura se tiene que hacer una no iremos por buen
camino", ha manifestado el diputado, quien ha avanzado que hay aspectos
en la ley que "no funcionarán y serán un fracaso".
El líder
de Podemos en Baleares, Alberto Jarabo, ha aprovechado su intervención
para recordar los escándalos urbanísticos que han salpicaron
al PP y a Unió Mallorquina y ha criticado que "los herederos ahora
presenten enmiendas a la totalidad".
Jarabo
ha indicado que lo que buscan con esta ley es acabar con la amnistía
a los infractores, evitar la presión al territorio y evitar la posibilidad
de crear una nueva burbuja inmobiliaria.
"Entendemos
que la ley es buena en general y mejora la LOUS que tenía demasiados
agujeros donde podía sacar la cabeza el urbanismo insostenible.
Además, entendemos que es un buen avance e innovador en el planteamiento
de la disciplina urbanística", ha defendido el de Podemos.
Desde el
PSIB, el diputado Damià Borràs ha manifestado que la normativa
permitirá que los procesos sean "más ágiles y eficiente",
que ayudarán a disuadir al infractor, a dar herramientas a los ayuntamiento
y a perseguir con más rigor las infracciones.
Por su
parte, el diputado del MÉS per Mallorca Antoni Reus ha explicado
que su grupo da su apoyo a la tramitación del proyecto de ley porque
consideran que "tiene medidas positivas para un urbanismo más sostenible
y más social".
En su turno
de palabra para mostrar su postura a favor, el diputado de MÉS per
Menorca Josep Castells ha asegurado que "el urbanismo es un punto negro
que nos distingue como comunidad autónoma" y ha afirmado que "todos
los esfuerzos para extraer este punto negro son positivos".
Finalmente,
el portavoz parlamentario de Ciudadanos en Baleares, Xavier Pericay, ha
indicado que su grupo decidía abstenerse en la votación de
las enmiendas a la totalidad al ser partidarios de la regulación
y ha puesto el acento en otros aspectos de la ley que consideran mejorables,
como el "afán intervencionista".
ANTECEDENTES
25 DE SEPTIEMBRE DE 2017
NOTICIA
ADAPTADA AL SISTEMA EDUCATIVO inmoley.com DE FORMACIÓN CONTINUA
PARA PROFESIONALES INMOBILIARIOS. ©
CLAVES
DE LA FUTURA LEY DEL SUELO DE BALEARES.
¿Qué
aprendo?
Se analiza
en la guía práctica inmoley.com de urbanismo de Baleares.
Convertir
conocimiento en valor añadido > Herramienta práctica >Guías
prácticas
Los alumnos
deberán remitir a su tutor un análisis sobre el proyecto
de la Ley de Urbanismo de Baleares
Según
aparece en el proyecto de la Ley de Urbanismo de las Islas Baleares La
Ley 2/2014, de 25 de marzo, de Ordenación y Uso del Suelo (LOUS)
estableció por primera vez una regulación general de la actividad
urbanística en la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares.
Señala que esta norma dejó fuera de su ámbito la regulación
del suelo rústico, lo que suponía la renuncia a una regulación
unitaria de las tres clases de suelo, que debe ser un objetivo básico
de toda ley urbanística. Por ello, la presente Ley incorpora tanto
el régimen urbanístico del suelo rústico, como los
aspectos de planeamiento y gestión relativos a esta clase de suelo,
sin entrar en los detalles, ahora previstos en leyes urbanísticas
sectoriales, que son más propios del desarrollo reglamentario. Su
denominación, Ley de Urbanismo de las Islas Baleares (LUIB) pretende
reflejar el propósito de regular integralmente esta actividad. Como
ley técnica profundiza en múltiples conceptos en los tres
grandes ejes del planeamiento, la gestión y la disciplina, lo que
facilitará su utilización por los diversos agentes que intervengan
en el ámbito urbanístico.
La aprobación
del Decreto Ley 1/2016, de 12 de enero, de medidas urgentes en materia
urbanística, que da cumplimiento a uno de los objetivos de hacer
frente a la desregulación llevada a término la pasada legislatura
en este ámbito, permitió asumir el compromiso de revisar
en profundidad la Ley del Suelo sin requisitos perentorios, pero con un
plazo máximo de dos años para su aprobación. Partiendo
de una premisa de consenso máximo en su elaboración, con
la finalidad última de hacer de esta ley básica una ley perdurable,
se establecieron ocho mesas técnicas de trabajo, organizadas en
torno a los títulos habituales de las diferentes leyes de suelo
autonómicas, con la participación de más de 60 técnicos
y profesionales de todos los campos de temática urbanística
y territorial de las diferentes administraciones, autonómica, insular
y local, entidades, organizaciones, asociaciones y colegios profesionales.
Para corregir
la situación descrita, el proyecto de de ley, partiendo de la distinción
ya existente entre determinaciones de ordenación estructural y de
ordenación detallada, distingue dos instrumentos de ordenación,
uno (el plan general) para las determinaciones estructurales y otro (el
plan de ordenación detallada) para el detalle y desarrollo de las
primeras. Con ello, además de aligerar el contenido del plan general,
y centrarlo en la definición del modelo territorial, se aclara también
la delimitación de competencias entre ayuntamientos de población
superior a los 10.000 habitantes y consejos insulares en los procesos de
aprobación del planeamiento: estos tienen que controlar la ordenación
estructural (determinaciones de ámbito supramunicipal-territorial),
mientras que la ordenación detallada (determinaciones de ámbito
municipal, fundamentalmente urbana) se reserva a la autonomía municipal.
La nueva
regulación del sistema de planeamiento municipal ofrece ventajas
importantes. En cuanto al plan general, se simplifica la documentación
(memoria general, normas urbanísticas globales y planos únicamente
de gran escala) y se facilita la comprensión del modelo de ordenación
planteado, al establecer sólo las determinaciones estructurales.
Ello puede contribuir a fomentar la presentación de alegaciones
más centradas en el interés general, al mismo tiempo que
desactiva la de propietarios concretos en demanda de mayores plusvalías
derivadas de la clasificación y calificación de sus suelos.
Por su parte, los planes de ordenación detallada podrán formularse
con gran flexibilidad, bien incluyendo toda la ordenación detallada
correspondiente a las tres clases de suelo, o bien tramitando varios planes
independientes, pero coordinados entre sí, en función de
las demandas socioeconómicas y urbanísticas y de criterios
de oportunidad política.
Se podrán
elaborar para ámbitos muy concretos, como el centro histórico,
la regulación de los ensanches, el desarrollo de un sector residencial
o turístico, etc., y podrán modificarse con facilidad, ya
que no habrá que alterar el plan general.
En materia
de gestión urbanística, señala el proyecto que la
LOUS es “ciertamente parca en sus previsiones”.
Regulaba
los clásicos sistemas de actuación (compensación,
cooperación y expropiación), y configura los dos primeros
como modalidades de la reparcelación, y algunos procedimientos (muy
limitados) destinados a la edificación y rehabilitación edificatoria
sobre la base del deber de edificar y conservar las edificaciones, pero
sin profundizar en su desarrollo ni incorporar algunas técnicas
relevantes ya previstas en otras legislaciones autonómicas. Había,
pues, un vacío significativo por la ausencia de las novedades instrumentales
derivadas de la legislación estatal reciente, sobre todo las que
afectan a la intervención en la ciudad consolidada.
En concreto,
por su trascendencia, hay que destacar las cinco técnicas instrumentales
siguientes que la nueva Ley urbanística de las Islas Baleares incorpora
y desarrolla: las memorias de viabilidad económica, los informes
de sostenibilidad económica, las actuaciones de dotación,
los complejos inmobiliarios y la ejecución sustitutoria concertada.
TRÁMITE
PARLAMENTARIO
El Parlament
debatirá y votará en el pleno las enmiendas a la totalidad
de devolución del proyecto de la Ley de Urbanismo de Balears presentadas
por El Pi y el PP. Con la Ley Urbanística, que sustituirá
a la actual Ley del Suelo, el Govern pretende simplificar la planificación,
luchar contra la especulación, cerrar de "una vez por todas la barrera
a todo aquello que se ha gestado ilegalmente" y ofrecer "más garantías"
para la protección de los suelos especialmente protegidos, según
el conseller del Territorio, Energía y Movilidad, Marc Pons. Las
enmiendas a la totalidad serán rechazadas con los votos de los partidos
que apoyan la gestión del Govern y el proyecto de ley proseguirá
con la tramitación parlamentaria.
ANTECEDENTES
JUNIO 2017
El Govern
aprobó el anteproyecto de Ley de Urbanismo que refuerza la disciplina,
simplifica la tramitación de los planeamientos, que prevé
que pueda acortarse de 8 a 3 años, y promueve que los planes generales
dejen un 30 % de la edificabilidad en suelo residencial para viviendas
de protección pública. El anteproyecto, que se presentó
en marzo, ha incluido total o parcialmente aproximadamente un 35 por ciento
de las 50 alegaciones presentadas, según resaltó el conseller
de Territorio, Marc Pons.
El texto,
que ahora comenzará su tramitación en el Parlament para su
aprobación definitiva, tiene entre sus objetivos "definir líneas
básicas y regulación de los tres tipos de suelo", incluido
el rústico, luchar contra la especulación urbanística
e introducir criterios de sostenibilidad. Pons resaltó el "consenso"
con el que se ha elaborado la Ley, en cuya redacción han participado
más de 60 profesionales de distintos ámbitos relacionados
con la materia.
La futura
Ley busca dar "máxima seguridad jurídica" y "acabar con todo
aquello que se ha gestado ilegalmente", impidiendo "la reclasificación
como suelo urbano de los asentamientos en el medio rural o la amnistía
de las edificaciones fuera de ordenación en suelo rústico".
Asimismo, se fijan "procesos controlados y tasados" para "problemas enquistados
como los núcleos rurales o los falsos urbanos".
Además,
con el fin de promover la sostenibilidad del territorio, da prioridad a
la reutilización del suelo urbano para evitar el uso de nuevo suelo
y articula instrumentos de control administrativo y económico para
combatir la especulación. Junto a ello promueve una disciplina urbanística
que sea "efectiva", con medidas que garanticen el cumplimiento de las sanciones
y las demoliciones, restableciendo "la legalidad cuando se haya vulnerado",
además de actuar como "elemento preventivo y disuasorio de comportamientos
irregulares tanto entre los particulares como entre los responsables públicos,
por acción u omisión". En este sentido se fijan "responsabilidades
para las autoridades o cargos públicos que, con conocimiento de
causa y teniendo la posibilidad de impedirlo, permitan la indisciplina
urbanística".
La nueva
normativa "da más garantías" para la preservación
de suelos especialmente protegidos (ANEI, ARIP y áreas de protección
territorial costeras), dando competencia a los consells y a sus agencias
de disciplina urbanística para actuar.
CLAVES
DE LA FUTURA LEY DEL SUELO DE BALEARES.
Para promover
la sostenibilidad del territorio, da prioridad a la reutilización
del suelo urbano para evitar el uso de nuevo suelo y articula instrumentos
de control administrativo y económico para combatir la especulación.
Promueve
además una disciplina urbanística efectiva tanto para garantizar
el cumplimiento de las sanciones y las demoliciones, como para actuar como
elemento preventivo y disuasorio de comportamientos irregulares «tanto
entre los particulares como entre los responsables públicos, por
acción u omisión».
La nueva
norma mejora la preservación de suelos especialmente protegidos
(ANEI, ARIP y áreas de protección territorial APT costeras),
dando competencia a los consells y a sus oficinas de disciplina para actuar.
El importe de las sanciones es para los ayuntamientos.
La norma
divide el planeamiento urbanístico tradicional en dos figuras: El
plan general, que regula los aspectos más estructurales, limitando
el contenido a la escala macro, las infraestructuras, dotaciones generales
y usos globales; y el plan de ordenación detallado, que determina
la ordenación de carácter más flexible en el tiempo
sobre forma urbana, tipologías y usos detallados.
Los municipios
de más de 10.000 habitantes podrán aprobar estos planes de
ordenación.
El anteproyecto
promueve la reutilización del suelo con medidas como la rehabilitación,
la puesta en el mercado de suelo urbano vacante y renovación y regeneración
de tejido urbano.
La norma
determina que las plusvalías generadas por los cambios de clasificación,
calificación o rentabilidad de usos que resulten superiores a «un
beneficio razonable» tendrán que repercutir en la administración.
Los convenios
de planeamiento urbanístico, que han sido fuente de conflictos y
en ocasiones han derivado en indemnizaciones importantes, se podrán
llevar a cabo, «pero con estrictas medidas de control y transparencia
con el objetivo de evitar situaciones anómalas como exigencias de
responsabilidades económicas a los ayuntamientos por incumplimiento
de los convenios».
La Ley
prevé la obligación de las administraciones de tener un registro
de su patrimonio de suelo público y que los planes generales reserven
un 30 % de edificabilidad residencial a vivienda protegida, con más
densidad de viviendas (sin aumentar la edificabilidad) hasta un máximo
de 75 viviendas por hectárea tanto en suelos urbanizables como urbanos.
La norma
modifica las sanciones por obras e instalaciones ilegales en suelo urbano
o urbanizable, con multas de entre el 50 y el 70 % del valor de la obra
ejecutada si su uso está permitido y del 75 al 100 % si no lo está.
Por obras
e instalaciones en suelo rústico, la multa será de hasta
el 300 % del valor si es un uso prohibido, y del 150 al 300 % si es autorizado.
Se simplifican
las ejecuciones de órdenes de demolición, que quedan exentas
de licencia urbanística previa: se presentará el proyecto
y si el ayuntamiento no dice nada en un plazo de un mes, se iniciará
el plazo para ejecutar.
El plazo
para la ejecución subsidiaria por parte de la administración
se amplía a 15 años.
Consells
y agencias urbanísticas tendrán competencia también
para imponer multas coercitivas en demoliciones.
Se fijan
responsabilidades para las autoridades y cargos públicos que, «con
conocimiento de causa y teniendo posibilidad de impedirlo, permitan la
indisciplina urbanística».
La ley
regula los núcleos rurales como una categoría especial del
suelo rústico, identifica los asentamientos irregulares en rústico,
los delimita e impide su ampliación.
La Ley
da un año a los ayuntamientos para resolver la situación
de los llamados «falsos urbanos» y fija que su desclasificación
no puede generar ninguna indemnización.
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