En cuanto a los riesgos clave, señaló los fenómenos meteorológicos, las nuevas tecnologías, la ciberseguridad, el terrorismo o los medioambientales. E incidió en la idea de que es fundamental hacer una buena gestión de riesgos y compartir ese conocimiento con todo el proceso ejecutor. El objetivo, según Redondo, es "ser más especializado en gestión de riesgos y ser capaz de prever e incluirlo en el informe de obra".

Durante la mesa redonda del evento se explicaron en detalle los productos de la compañía, sus coberturas y objetivos y se debatió sobre la la importancia y el valor añadido del seguro de RC Profesional, así como sobre los riesgos contractuales a los que están expuestos los clientes, especialmente en el extranjero.

A continuación Steve Powney, Head of Surety de AIG EMEA, habló sobre 'Caución: Mercado actual y Visión AIG' que según sus datos el 45% del mercado español de Caución son clientes del sector de la construcción, "pero sólo el 20% está asegurado". Asimismo, realizó un perfil de los clientes que contratan estas coberturas, fundamentalmente grandes firmas y empresas con negocio exportador. Tras señalar que el mercado del seguro de Garantías es muy estable, repasó su situación en EEUU y apuntó que está volviendo a crecer su contratación.

El evento se cerró con una exposición sobre 'Suscripción e ingeniería de proyectos. Conocimiento del riesgo y desarrollo de soluciones a medida' en la que se incidió en la necesidad de concienciar a las empresas para que ofrezcan la máxima información sobre sí mismas a la hora de suscribir una póliza y en la necesidad de hacer una buena valoración de riesgos para que el departamento de suscripciones pueda utilizar de manera práctica esos datos con el fin de preparar contratos lo más ajustados posible, siempre pensando en dar el mejor servicio a los clientes.

GESTIÓN DE RIESGOS INMOBILIARIOS

Los productos inmobiliarios guardan complejos y múltiples niveles de riesgos, sean estos sistemáticos o específicos. El objetivo es tratar de mitigar o al menos reducir el riesgo en cada caso y según el nivel de seguridad o de control operacional que se fije, implementar herramientas o modelos que ayuden a identificar y reducir tales riesgos.

Conocer la estructura de riesgos asociada a cada situación, aporta garantías y transparencia que, junto a una valoración o tasación, o una due diligence, forman un lote de seguridad que minimice la incertidumbre en la toma de decisiones.

La identificación de riesgos, tanto sistemáticos como específicos, su estimación y su evaluación, así como el grado de correlación que cualquier tipología de activo inmobiliario guarde con los diferentes entornos en los que se ubica (económico, social, geográfico, jurídico, etc.), es el preámbulo de conocimiento para la toma de decisiones.

Entre los riesgos a tener presentes en el sector inmobiliario cabe apuntar los siguientes: Tipos de interés, el comportamiento del propio sector dentro del ciclo económico, crecimiento económico de país, regional y local donde se ubica el activo, comportamiento del gasto privado, el margen (spread) del crédito por parte de entidades de financiación, la inflación –dado que hace variar cifras nominales sobre las reales–, el factor de liquidez de cada segmento (residencial, terciario, logístico, comercial, dotacional…), contexto financiero, político, social, tecnológico, legislativo y otros muchos, que si no son correctamente identificados, se convierten en incertidumbres o riesgos.