Como ha explicado,
estas evaluaciones son necesarias a la hora de hacer una modificación
del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), como es el caso de
Madrid Nuevo Norte, pero "no han salido a la palestra" hasta el año
pasado, cuando aparecieron las primeras sentencias judiciales que anulaban
un plan por la ausencia de este estudio (el de Boadilla del Monte y Loeches,
en el caso de la Comunidad de Madrid).
"Hay una herida
en la ciudad, una rotura ocasionada por las vías y los terrenos
semiabandonados", ha continuado la catedrática, que ha expuesto
cómo las necesidades específicas de las mujeres en el diseño
urbano parten de tres premisas: el uso de la ciudad que hacen hombres y
mujeres es distinto como consecuencia de los cuidados de niños,
mayores y dependientes --tareas que asumen mayoritariamente las mujeres--;
la percepción de inseguridad que tienen es mayor que la de los hombres;
y la feminización de la pobreza (afectando más a las víctimas
de violencia de género, inmigrantes y mayores).
En la evaluación,
sus responsables han valorado distintos campos: la vivienda protegida,
la vía pública, el transporte, los equipamientos y los espacios
de trabajo y en lo que respecta a Madrid Nuevo Norte, se ha planteado un
modelo de ciudad compacta, de distancias cortas y relativa densidad.
"Una ciudad
con un buen sistema de transporte público y espacios públicos
seguros y de calidad, con una oferta diversificada de vivienda protegida,
con mezclas de usos en todas las escalas y dotada de un sistema de equipamientos
de proximidad, complementario a los ordinarios, dirigido al cuidado tanto
de mayores como de menores", ha indicado.
De este modo,
se ha valorado en la evaluación la reserva de un 20 por ciento (el
doble de lo establecido por la ley) de vivienda protegida, muy destacable
desde "el punto de vista de género porque dadas las condiciones
particulares de las mujeres, las hacen más dependientes de este
tipo de vivienda", ha manifestado, subrayando el caso especialmente de
las familias monoparentales, víctimas de violencia de género
o de las que están al cuidado de personas con discapacidad.
También
se ha tenido en cuenta la red de transporte público intermodal propuesta,
pues han detectado que todas las parcelas tienen acceso --como máximo,
a 200 metros-- a alguna de las modalidades de transporte. Esto, según
el estudio, tendrá un impacto positivo en los barrios colindantes
y permitirá descongestionar el tráfico de la zona.
Desde la perspectiva
de género también se ha valorado la seguridad en los espacios
públicos, como las zonas verdes repartidas por todas las zonas o
la iluminación nocturna de las aceras. "Se ha incluido un criterio
de intensidad lumínica que permita reconocer a las personas a una
cierta distancia y las caras", ha explicado la asesora.
También
destacan los trazados de las nuevas calles, que lo que hacen es "coser
esta ruptura en la ciudad y construir un tejido urbano donde desaparecen
los desniveles que ahora hay, con esos pasos de separación de tráfico
rodado, que generan tantos espacios de inseguridad, en el entorno de la
estación de Chamartín", ha indicado.
Y es que ha
recordado que a día de hoy "no se puede entrar casi a pie" en la
estación y que está lleno de "espacios intrasitables para
mujeres solas según qué momentos". Este aspecto lo han destacado
en el sentido de que hay muchas mujeres que por la percepción de
inseguridad o de riesgo a una agresión sexual dejan de ir a determinados
sitios.
Otro punto
que se ha valorado en el estudio desde la perspectiva de género
es la reserva de suelos dotacionales que en un futuro podrán albergar
equipamientos y servicios públicos de proximidad, que afectarán
a los barrios colindantes, muchos de ellos con población de rentas
más bajas y que actualmente sufren carencias de este tipo, ha indicado.
En cuanto al
gran centro de negocios con oficinas que se construirá junto a la
estación de Chamartín, el informe destaca la "mezcla de usos"
que se planea para crear una "potente" área de actividad, con presencia
de vivienda, equipamientos y comercios. En este sentido, se ha valorado
la existencia de zócalos (plantas bajas y primeras alturas) en los
edificios de oficinas, que podrán albergar estos comercios o servicios
de apoyo a la conciliación.
De este modo,
se evitan los modelos existentes actuales con centros de negocios vacíos
en días y horarios que no son laborales y que también generan
inseguridad. "Esta mezcla es fundamental para facilitar las tareas de la
vida cotidiana, como ir a comprar, y la seguridad", ha añadido Sánchez
de Madariaga.
Esta experta
asesora trabaja desde hace meses con Distrito Castellana Norte revisando
toda la documentación técnica del proyecto para ver estas
"cuestiones de seguridad, cuidado y provisión de servicios", que
se podrán establecer, en definitiva, "a través de la mezcla
de usos, de la calidad del espacio público y de la seguridad en
el diseño".
"Hombres y
mujeres hacen un uso distinto de la ciudad: ellos se mueven de manera más
pendular, mientras que ellas tienen una movilidad poligonal, con viajes
encadenados": llevar al niño al colegio, ir a trabajar, hacer la
compra de camino, acompañar a un familiar al médico, hacer
gestiones del hogar.
Este "rol de
cuidados" que asume la mujer, "afecta a todos los campos del urbanismo,
a cómo están localizados los equipamientos, el transporte
público", según Sánchez. "Otro aspecto importante
es la seguridad del espacio público: las mujeres tienen una percepción
distinta de esta", por ello es clave la trama de calles, la iluminación
y la imbricación de paradas de transporte intermodal.
"Todas las
parcelas de nueva creación tendrán acceso a una parada de
transporte público en un radio de 200 metros. Las mujeres son sus
principales usuarias", afirma la profesora.
"Los técnicos
que han diseñado el proyecto han recibido formación específica
en materia de género", señala Sánchez para añadir
el tercer aspecto del informe: "la pobreza relativa que es mayor en las
mujeres y la población infantil", lo que genera mayor dependencia
de los servicios y prestaciones públicas.
"Un 20% de
las viviendas serán protegidas, el doble de lo que exige la normativa.
Hemos valorado muy positivamente este porcentaje, principalmente para mujeres
que son cabeza de familia", subraya.
También
es "innovadora, muy avanzada, la mezcla de usos del terreno, incluso en
la escala de la parcela". No habrá zonas exclusivamente de oficinas,
que puedan volverse inseguras por la noche. "Se mezclan los usos en un
entorno inmediato para que haya gente a distintas horas todos los días",
explica.
Y en la zona
de oficinas -el Centro de Negocios- "los zócalos en planta baja
y primera planta permiten mezclar usos", detalla.
Además,
una "gran cantidad de parcelas están asignadas a equipamientos de
distinto tipo", y el Ayuntamiento de Madrid está haciendo un estudio
sobre estas dotaciones para "servir a las necesidades de los barrios colindantes".
La evaluación
global "es positiva": desde el porcentaje de vivienda social, la seguridad
del espacio público, las infraestructuras de transporte, la localización
de los equipamientos y los grandes esfuerzos por la mezcla de usos", valora.
A través
de la reserva de suelo y la "novedosa" mezcla de usos, con "integración
de usos no terciarios en plantas bajas y primeras plantas", se busca crear
"una ciudad viva, vibrante, donde haya gente a distintas horas", afirma.
La seguridad
en el parque lineal -sobre las vías soterradas- se basa en los principios
de la ONU de 'Safer cities': "ver y ser vista; oír y ser oída;
poder escapar y pedir ayuda, en un entorno ordenado donde haya ojos que
vean. También en criterios de luminosidad mínima, que permita
el reconocimiento incluso de las caras a pocos metros", detalla.
La evaluación
no está terminada, "se van analizando los documentos según
van saliendo", por lo que la experta pide que "en las asignaciones pendientes
haya usos de atención tanto a los menores como a los mayores".
El proyecto
"genera un tejido urbano muy bien conectado, muy imbricado, con una tupida
red de transporte intermodal", y será un "elemento importante de
cosido de las heridas de la ciudad", concluye esta asesora en materia de
género de ONU Habitat.
ANTECEDENTES
MAYO 2017
El Tribunal
Superior de Justicia de Madrid (TSJM) anuló el plan urbanístico
de Boadilla del Monte, que ya estaba aprobado por la Comunidad de Madrid,
porque la Dirección General de la Mujer (dependiente del Ejecutivo
autonómico) no realizó un informe de impacto de género
que garantice la igualdad entre hombres y mujeres en el desarrollo de ese
plan. La sentencia, dictada por la Sección Primera de la Sala de
lo Contencioso Administrativo del TSJM el pasado 19 de abril, pone en peligro
el urbanismo de la región, ya que pueden ser muchos los municipios
madrileños que tampoco hayan cumplido con este trámite. La
denuncia la puso un vecino de esta localidad (50.000 habitantes) del oeste
de la región. El consistorio, gobernado por el PP, ha señalado
a El Confidencial que recurrirá la sentencia.
Boadilla aprobó
en marzo de 2015 su nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU),
que plantea la construcción de un máximo de 26.000 viviendas
para los próximos 15 años y un crecimiento poblacional de
hasta 78.000 vecinos. Con este plan la localidad no agota todo su suelo
urbanizable, ya que en la zona sur de la Ciudad Financiera del Banco Santander
todavía hay un millón y medio de metros cuadrados sin desarrollar
reservados para el futuro. También salvaguarda el entorno del Palacio
del Infante Don Luis, el principal monumento arquitectónico de la
ciudad, e incrementa la protección del famoso monte del municipio.
Meses después,
el 20 de octubre de 2015, la Comunidad de Madrid ratificó el plan
(requisito imprescindible) porque "se adapta plenamente a la normativa
legal urbanística y medioambiental y refuerza de manera especial
la protección del medio natural de Boadilla".
Sin embargo
un particular recurrió la decisión de la comunidad y reclamó
al TSJM la nulidad del plan de Boadilla.
El plan se
había aprobado sin la previa emisión de informe alguno sobre
impacto de género, siendo el mismo preceptivo al tratarse de una
disposición de carácter general.
El Gobierno
regional, que había aprobado el plan diseñado por Boadilla,
defendió ante el TSJM que ese informe de género no era "un
documento necesario", ya que solo es "una disposición general pero
no un reglamento propiamente dicho". Además, las dos leyes en vigor
en Madrid son posteriores a la aprobación del plan urbanístico
del municipio. Se trata de la 3/2016, de 22 de julio, de Protección
Integral contra la LGTBifobia y la Discriminación por Razón
de Orientación e Identidad Sexual, que en su artículo 21
regula que "todas las disposiciones legales o reglamentarias de la Comunidad
de Madrid deberán contar con carácter preceptivo con un informe
sobre su impacto por razón de orientación sexual, identidad
o expresión de género por quien reglamentariamente se determine".
Y la 2/2016, de 29 de marzo, de Identidad y Expresión de Género
e Igualdad Social y no Discriminación, que también señala
que "las normas y resoluciones de la Comunidad de Madrid incorporarán
la evaluación del impacto sobre identidad de género en el
desarrollo de sus competencias, para garantizar la integración del
principio de igualdad y no discriminación por razón de identidad
de género o expresión de género".
El TSJM, no
obstante, señala que aunque es cierto que cuando se aprobó
el plan de Boadilla por parte de la comunidad "aún no estaban en
vigor los preceptos legales que se acaban de reproducir", una sentencia
del Tribunal Supremo, que ya anuló en noviembre de 2015 otro plan
urbanístico aprobado por la Junta de Andalucía porque esta
no emitió el informe sobre impacto de género que la propia
legislación andaluza exige, deja claro que "sí debía
haberse observado lo dispuesto en el entonces vigente artículo 24
de la Ley 50/1997, modificado por la Ley 30/2003, pues, a la postre, en
ausencia de normativa específica autonómica, el artículo
33 del Estatuto de Autonomía de la Comunidad de Madrid prevé
el carácter, en todo caso, supletorio del Derecho del Estado respecto
del propio de la Comunidad Autónoma". El TSJM también invoca
en su justificación para anular el plan de Boadilla la ley del Gobierno
socialista de Zapatero de 2007 para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres.
Estas dos leyes
"conducen a esta Sala", señala la sentencia, "a concluir que no
solo es preceptivo sino, más aún, necesario el informe de
impacto del que carece el instrumento de ordenación que aquí
nos ocupa. Y es que, aunque, por el momento, los pronunciamientos jurisdiccionales
hayan sido muy escasos al respecto, lo cierto es que la ciencia urbanística
y la doctrina científica se están encargando cada vez más
de poner en concreto valor, de modo activo y práctico, lo que la
normativa legal ya avanza aunque sea solo de modo genérico. Asume
por ello esta Sala que no carece precisamente de relevancia sino todo lo
contrario que el planificador, con base en los oportunos estudios demográficos,
deba considerar el impacto de género".
El TSJM culpa
a la Comunidad de Madrid de la ausencia de dicho informe y exonera al Ayuntamiento
de Boadilla de cualquier responsabilidad, ya que el plan fue sometido a
información pública y remitido a los órganos competentes
del Gobierno regional para la emisión de los informes preceptivos,
entre los que no está el informe de impacto de género, que
según el Decreto 197/2015, de 4 de agosto, del Consejo de Gobierno
de la Comunidad de Madrid, debía haberse emitido por la Dirección
General de la Mujer.
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informe completo
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