Entre las
principales propiedades se encuentra Torre 30, junto a la M-30, en las
cercanías de la salida de la A-2, y valorada en 50 millones, ocupada
por Ilunion. También el Edificio Cristalia Play, con Aegon como
inquilino, con un precio de 40,5 millones. En Barcelona, el inmueble Les
Glòries-Gran Vía, de 37,3 millones y ocupado por Sage.
Este es el
segundo intento de Hispania, gestionada de forma externa por Grupo Azora,
de vender su cartera. El primero estuvo a punto de cerrarse antes del verano
pasado. Al otro lado de la mesa se sentó la aseguradora Swiss Life.
La compraventa estaba prácticamente cerrada antes de agosto, según
explican fuentes del mercado, pero por algunas leves divergencias no se
llegó a cerrar antes del parón estival. A la vuelta de vacaciones,
la situación se había enrarecido por el desafío independentista
en Cataluña y la aseguradora dejó de estar convencida en
esta operación, según los relatos de distintos expertos del
sector. No hay que olvidar que el perfil de Swiss Life es de un inversor
institucional conservador, que compra a buenos precios inmuebles que le
otorguen retornos seguros. Esa transacción ha estado asesorada por
las consultoras inmobiliarias CBRE y JLL.
“A la vista
de las actuales circunstancias de incertidumbre en Cataluña, la
sociedad ha decidido posponer el proceso de desinversión de activos
de la cartera de oficinas hasta el primer trimestre del año 2018”,
reconoció la sociedad en un comunicado a la CNMV a finales de octubre.
El nuevo candidato
para quedarse con las oficinas, por delante de otros finalistas, es Tristan,
una gestora británica de fondos, tanto de core-plus como value-added,
en la jerga inmobiliaria, lo que significa que busca inmuebles tanto prime
—de gran calidad en la mejor ubicación— como otros con cierto recorrido
de rentas a través de inyectar inversiones. La firma con sede en
Londres tiene a Ric Lewis y a Ian Laming como principales ejecutivos y
a Cameron Spry como director de inversiones.
Tristan dispone
de varios vehículos para invertir y gestiona activos por alrededor
de 7.000 millones de euros en Europa. En España, el pasado año
ya protagonizó una compra con uno de esos vehículos, llamado
CCP 5 Long-Life, al hacerse con un complejo empresarial de Manoteras en
Madrid, hasta entonces propiedad del fondo Lone Star. Entonces coinvirtió
junto a Zaphir Asset Management, una gestora ligada en el pasado a Aguirre
Newman, consultora integrada desde este año en la nueva empresa
Savills Aguirre Newman. También en 2017 se desprendió de
una cartera de hipermercados ocupados por Carrefour y Eroski al fondo MDSR
Investments.
La negociación
de venta a Tristan no ha sido confirmada por la socimi. “Hispania, dentro
de su anunciada estrategia de desinversión de la cartera de oficinas,
mantiene conversaciones constantes con múltiples de grupos inversores,
sin que exista en estos momentos ningún compromiso concreto con
ninguno de ellos”, explicaron desde la empresa a Cinco Días.
La socimi se
encuentra en plena transformación. Nació en 2014 bajo el
impulso de Fernando Gumuzio y Concha Osácar, socios de Grupo Azora,
y en sus escasos años de vida controla ya propiedades por un valor
de 2.475 millones de euros (a cierre de 2017). La compañía
anunció el pasado año que ponía a la venta las oficinas
y las viviendas destinadas al alquiler —en este último caso en el
mercado minorista, piso a piso, para maximizar el beneficio—, para convertirse
en el gran propietario de hoteles operador por grandes cadenas como Barceló.
La empresa
controlaba a cierre de 2017 un portfolio de 1.639 millones en hoteles,
a los que hay que sumar una compra de ocho establecimientos por 184 millones
a finales de febrero. En total, es propietario de 13.100 habitaciones en
46 hoteles, lo que según datos de la inmobiliaria, le sitúa
por delante de Meliá y H10.
Esa transformación
también implica la posibilidad de sobrevivir más allá
de los seis años de vida con la que fue concebida. Hispania nació
con la estructura de un fondo, para hacer compras durante un periodo limitado
y vender posteriormente todas las propiedades en 2020, para ofrecer a sus
inversores las plusvalías por las rentas generadas y la posterior
venta de esa cartera.
Pero después
de tres años de vida y de construir la mayor empresa propietaria
hotelera de España, los gestores de Azora creen que hay una oportunidad
para que la socimi permanezca en el tiempo como un vehículo exclusivamente
de hoteles. Así lo confirmó el pasado abril Rafael Miranda,
presidente del consejo de administración de la compañía,
en la junta de accionistas. “En Hispania se producirá un cambio
de control de la sociedad cuando esta sea totalmente hotelera”, explicó.
Eso supone que los gestores buscarán activamente un comprador, previsiblemente
no antes de finales de 2018, para dar salida a los socios que permanecen
en el capital desde el inicio.
|