El O-HB ha
presentado el informe "La vivienda en la metrópoli de Barcelona
2017", que analiza las necesidades de la ciudadanía, el parque de
vivienda, la construcción y la rehabilitación, el mercado,
los problemas de acceso y de permanencia en la vivienda y las políticas
públicas en este ámbito.
La presidenta
del O-HB, Carme Trilla, ha expuesto que el informe pone en evidencia las
dificultades que tiene la ciudadanía para mantenerse en la vivienda
propia, ya sea de compra como en alquiler.
Así,
el estudio constata que a pesar de la gran mejora en la accesibilidad a
la vivienda de compra desde el punto álgido de la burbuja inmobiliaria
en 2008, las familias todavía tienen que hacer esfuerzos económicos
importantes para pagar las hipotecas.
Por ejemplo,
una familia de Barcelona que ingresa 1.840 ? mensuales debe destinar más
de la mitad para comprarse un piso de precio estándar y, en el ámbito
de la vivienda de alquiler, la situación es aún más
complicada.
El estudio
se basa en la tasa de sobrecarga, que muestra que el 42 % de la población
del área metropolitana destina 4 de cada 10 euros a pagar el alquiler
y los suministros básicos.
Sobre el mercado
del alquiler, señala que los precios han crecido en las diversas
zonas, entre el 24 y el 28 %, entre 2014 y 2017 y que comparando las ofertas
y demandas recogidas en portales inmobiliarios de Barcelona el año
2017 se constata que los precios de la oferta son claramente superiores
a los demandados ya en los de los contratos firmados.
El precio medio
de las ofertas que duran menos de 25 días sería de 990 euros/mes,
muy coincidente con el precio medio registrado por INCASOL (de 903 euros/mes),
y claramente inferior a 1.300 euros/mes de la media de la oferta global.
La escasa coincidencia
entre la gran proporción de demanda situada entre los 600 euros/mes
y los 800 euros/mes, y la gran proporción de oferta situada por
encima de los 1.000 euros mensuales, podría ser un indicio de techo
en la subida de los precios, según el informe .
En cuanto al
parque de vivienda, el informe de O-HB destaca que se han producido cambios
importantes en los contratos de alquiler y la escasa población metropolitana
que vivía en 2016 en pisos con contrato de alquiler indefinido,
que ha pasado del 23 % en 1990 al 2 % en 2016.
En 2016 hubo
106.000 contratos de alquiler en la demarcación de Barcelona, que
suponen 9.000 arrendamientos menos que en 2013.
En cambio,
las operaciones de compra de pisos se han incrementado un 87 % entre 2013
y 2016, y el precio de las viviendas de segunda mano ha crecido un 43 %
en los últimos 3 años.
Una de las
conclusiones del informe es que la dificultad de acceso y mantenimiento
de vivienda, junto con los elevados precios de los pisos, han provocado
una disminución de la emancipación de los jóvenes
de entre 16 y 29 años del 27 % en 10 años en Cataluña.
Otra de las
consecuencias que derivan de estas dificultades, según el estudio,
son los desahucios, a pesar de que se aprecia un ligero descenso en el
2016.
En los últimos
cuatro años se han producido 41.782, los cuales han afectado a 125.000
personas.
En referencia
a las políticas públicas de vivienda, el O-HB destaca la
recuperación del esfuerzo público en esta materia, tras la
caída en el período 2011-2015.
Durante el
2016 ha aumentado un 64 % el presupuesto público, lo que ha permitido
atender a más de 28.000 personas durante el 2016 y la bolsa de viviendas
ha crecido en 2.362, lo que supone un incremento del 37 % respecto al periodo
2011-2015.
PROBLEMAS
El informe
pone en evidencia las dificultades para mantenerse en la vivienda propia,
tanto de compra como de alquiler. Por ejemplo, una familia de Barcelona
que ingresa 1.840 euros mensuales, tiene que destinar más de la
mitad para comprarse un piso de precio estándar. Y un 42% de la
población del área metropolitana de Barcelona destina 4 de
cada 10 euros para pagar el alquiler y los suministros básicos.
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