Esa catalogación
condiciona la intervención pero, según apuntó Carlos
Castillo, que este pasado miércoles mantuvo una reunión con
el concejal de Ordenación Territorio, Francisco Pomares, va a poder
encajarse mediante la tramitación de un estudio urbanístico
que permitirá la construcción de un nuevo edificio junto
al colegio y conectado con él mediante una pasarela «transparente».
De este modo, la promotora podrá obtener los metros cuadrados necesarios
para cumplir con la normativa establecida por la Junta de Andalucía
para este tipo de centros, sin superar la edificabilidad permitida en la
parcela.
«El uso
como geriátrico encaja en la calificación de equipamiento
de la finca, por lo que no creemos que exista problema en ese sentido»,
indicó Castillo, quien resaltó que esta futura residencia
para ancianos concertada, cuyas obras podrían empezar este año
con un plazo de ejecución de unos 14 meses, implicará la
creación de un centenar de puestos de trabajo directos. «La
apuesta del grupo Bastón de Oro por Málaga es decidida y
no descartan abrir otra residencia más, ya que han detectado un
déficit de unas dos mil plazas en la ciudad. Esta es su primera
incursión en Andalucía, pero también tienen puestos
sus ojos en Sevilla, Granada y Córdoba», comentó este
gestor inmobiliario.
Por su parte,
el arquitecto Carlos Bassó destacó que el proyecto restaurará
la fachada del antiguo colegio, de planta baja más dos y marcada
por un estilo que remite a la arquitectura palaciega italiana, aunque muy
simplificada. El edificio, que ha estado hasta ahora en manos de la comunidad
de religiosas de los Santos Ángeles Custodios, fue construido a
principios del siglo XX y ocupa una superficie de 4.650 metros cuadrados.
|