Pregunta.
Acaba de vender la participación de su compañía en
Testa por 321 millones de euros a Blackstone. ¿Qué va a hacer
con esa desinversión?
Respuesta.
De forma inmediata repagar deuda, líneas de financiación
que se habían dispuesto para la adquisición de un centro
comercial en Portugal. Es un reciclaje interno de fondos, solo que una
de las operaciones se había adelantado a la otra.
P. Ha sido
el plan B. El plan A era sacar a Bolsa la compañía.
R. La salida
a Bolsa era una forma de desinvertir. Vinieron 1.500 viviendas procedentes
de Sacyr y desde el principio dijimos que no eran estratégicas para
la compañía porque no está entre nuestros objetivos
fundacionales trabajar en segmentos que no sean oficinas, logística
y comercial. Nuestra participación era minoritaria, del 16,95%,lo
que representaba solo un 2,5% de nuestro total de activos. Se intentó
sacar a Bolsa, pero no conseguimos maximizar precios y optamos por la venta
industrial.
P. ¿Hubiera
preferido que saliera a Bolsa?
R. Sí,
porque sería una compañía cotizada más que
daría profundidad y prestigio a la Bolsa española, pero no
es descartable que en el futuro Blackstone acabe cotizando. Por mis compañeros
de Testa se hubieran alegrado de que cotizara porque hubiera sido una sensación
de misión cumplida.
P. ¿Prevé
más desinversiones?
R. Sí.
Estamos permanentemente revisando la cartera de activos y aquello que consideramos
que a largo plazo tiene menos sentido los vamos rotando, entre otras cosas
como forma de autofinanciar nuestros planes de inversión.
P. ¿Cuáles
son esos planes?
R. En los próximos
tres años deberíamos poner en el mercado 800.000 metros cuadrados
de logística. La demanda supera con mucho a la oferta como consecuencia
de la penetración del comercio online y de la actividad industrial
exportadora de España. En centros comerciales invertimos en nuestros
activos para renovarlos y dotarlos de la última tecnología
para que compitan mejor con el comercio online. Es un trabajo de casco
y grúa, más de hormiguita, pero muy gratificante porque ver
transformarse un activo es precioso, aparte de muy beneficioso para la
economía y el empleo.
P. ¿Cuántos
empleos genera?
R. En los centros
comerciales se genera un trabajador por cada 10 metros cuadrados. Por tanto,
la actividad económica inducida por los 600.000 metros que tenemos
puede estar en los 60.000 empleos.
P. Las socimis
están en el punto de mira por sus ventajas fiscales. ¿Cree
que el Gobierno las va a eliminar?
R. Lo lógico
sería que no las tocaran. No nos consta que se haya trasladado a
ninguna medida o proposición de medida, pero por nuestra parte lo
único que podemos hacer es explicar qué es una socimi, cómo
tributa, por qué funciona así en todo el mundo civilizado
dando competitividad, eficiencia y cierto grado de democratización
al mercado y por qué ha convivido bien tanto con gobiernos de signo
conservador como progresistas.
P. Hay quien
habla de las socimis como especuladores que no pagan impuestos. ¿Los
pagan?
R. La socimi
es un vehículo de transparencia fiscal. El legislador considera
que es idóneo para el ahorro y lo que hace es trasladar la imposición
al destino. La clave es que está obligada a distribuir su excedente,
su beneficio, y es ahí donde se pagan impuestos. Es como funciona
en todo el mundo.
P. ¿Por
qué cree que en España tienen tan mala imagen?
R. Se nos sigue
confundiendo con vivienda y se insiste en que no pagamos impuestos y no
es verdad. También hay mucho agitador de masas, pero eso es ya juego
político en el que no podemos entrar. Ni nosotros ni ninguna socimi
del continuo, como Lar y Colonial, tenemos exposición a vivienda.
Pese a ello, siempre se mezcla socimi con vivienda y nosotros no tenemos
nada que ver con el alza de los precios del alquiler ni con las preocupaciones
que nuestros gobernantes tengan en materia de política de vivienda.
Y lo segundo es que la socimi no tiene impuesto de sociedades, pero sí
tributa. No lo pagan en ningún país del mundo porque el legislador
quiso que no pagasen. Tenemos que desmontar esos dos mitos: no tenemos
viviendas y sí pagamos impuestos.
No nos olvidemos
de que el ciclo inmobiliario en España hasta el año 2014
que salieron las primeras socimis estaban exclusivamente dominados por
los llamados como fondos buitre, y así hubiera seguido si no hubiera
sido por la introduccción de la figura de la socimi. La socimi fue
una fuente de captación de capital institucional que ha traído
un montón de dinero al sistema, unos 20.000 millones de equity y
unos 20.000 millones de deuda, es decir, 40.000 millones de recursos del
sistema inmobiliario y, por tanto, con un efecto colateral beneficioso
en el sistema financiero que se han movilizado y se ha sacado de una situación
de insolvencia. Han tenido bastante relevancia en la recuperación
reciente que hemos podido vivir en España.
P. Merlin fue
el ejemplo más claro del interés del capital extranjero por
España. ¿Cree que ese interés se agota?
R. Todo lo
contrario. No olvidemos que el nivel de rentas está todavía
lejísimos del pico anterior y nuestros competidores están
muy por encima. En condiciones normales tendríamos por delante cuatro
o cinco años de ciclo expansivo. Y eso luego no debería dar
luegar a ningún tipo de caída, sino a una estabilización
que es lo que pasa en los países serios. Eso sería lo deseable.
España
históricamente ha sido un país un poco volátil, ha
tenido ciclos de gran atracción de capital extranjero y ciclos de
expulsión. Pero Francia o Alemania no son así, hay un flujo
constante de inversión, son mercados bastante estables y las cosas
suben o bajan de forma moderada.Tendríamos que evitar volver a los
tiempos de la volatilidad extrema y de que a un ciclo de atraccción
de capital extranjero siguiera un ciclo de expulsión. Eso sería
muy negativo.
P. ¿Le
está afectando la situación política?
R. Empezamos
a notar cierto ambiente de incertidumbre y el retraso en la toma decisiones
de inversión, de incremento de plantilla y de espacio ocupado de
edificios de oficina. Creemos que es coyuntural, hasta que se aprueben
presupuestos o haya unas elecciones y se fijen unas mayorías de
gobierno estables y un rumbo económico claro.
P. ¿Le
preocupa la evolución de los tipos de interés?
R. Me preocupa
en cuanto podría tener un reflejo en la valoración de activos,
no tanto por el cash flow de la compañía, porque la deuda
la tenemos ya fijada. La deuda bruta es 5.200 millones de euros y la neta
de 5.000 millones. Tenemos un 43,2% de apalancamiento y la idea es llevarlo
al 40%. Estamos trabajando en alargar los vencimientos y llevarlos por
encima de los 7,5 años, que encajaría muy bien con los 6,6
años de vencimiento de los alquileres.
P. ¿Qué
opina del rechazo de los accionistas de Merlin a los sueldos del consejo?
R. El incremento
del voto negativo responde a dos factores: la separación de la gestión
de inversiones y del gobierno corporativo en algunas de las grandes gestoras;
y la irrupción de los llamados proxy advisors, que se encargan de
hacer una recomendación de voto que no está basada en un
criterio de análisis de evolución o gestión de compañía
sino que lo hacen de forma robotizada en función de determinados
criterios estándar marcados por ellos, iguales para todas las compañías
cotizadas del mundo. En EE UU el Congreso está actualmente debatiendo
cómo afrontar este problema porque entiende que el voto de las Juntas
de medio mundo no puede estar en manos de un oligopolio.
Fuente; https://elpais.com/economia/2018/09/27/actualidad/1538062518_097976.html
|