Tras un análisis
de las variables ambientales, históricas, culturales, paisajísticas
y socioeconómicas, el Plan establece un diagnóstico de los
principales problemas, oportunidades y tendencias que concurren en la Huerta,
así como una determinación de las 24 unidades de paisaje,
cuya homogeneidad interna, facilita la definición de distintos niveles
de protección y la aplicación de medidas concretas que permitan
alcanzar dicha preservación.
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DOCUMENTACIÓN
La parte propositiva
de la versión preliminar del Plan de Acción Territorial de
Protección de la Huerta de Valencia se estructura a partir de 5
estrategias que desarrollan objetivos complementarios. La primera de ellas,
está dirigida a hacer de la Huerta el elemento vertebrador de la
gran infraestructura verde que conecte las ciudades, pueblos, espacios
naturales y espacios rurales del Área Metropolitana de Valencia.
Por otro lado, el Plan define los programas necesarios para garantizar
la continuidad de la actividad agrícola en la Huerta, incorporando
la posibilidad de facilitar la puesta en marcha de actividades complementarias
a la agricultura y la de revertir en la huerta parte de los beneficios
procedentes de las importantes externalidades que ésta genera. La
integración y mejora de la relación física y visual
de las infraestructuras y los bordes urbanos con la Huerta constituye la
tercera de las estrategias propuestas, que se complementa por una cuarta,
dirigida a poner en valor sus recursos culturales y visuales. La potenciación
del uso público-recreativo de la Huerta completa el conjunto de
estrategias del Plan y prevé distintas actuaciones y programas que
faciliten su función como espacio público y como soporte
de servicios compatibles con su carácter agrícola y abierto.
El Plan de
Acción Territorial (PAT) de la Huerta de València permitirá
la construcción de más de 500 viviendas en La Punta según
la memoria económica del plan -en vías de aprobación-,
en cuya justificación de la viabilidad del sector detalla que contará
con una edificabilidad residencial de 64.652 metros de techo (superficie
para albergar alrededor de 539 viviendas de una media de 120 metros cuadrados).
Un 30% de la
edificabilidad residencial corresponderá a vivienda protegida (19.396
metros cuadrados, alrededor de 162 viviendas) mientras que el resto será
vivienda libre (45.256 metros, unas 377 residencias).
En su conjunto,
el sector de recuperación de huerta de La Punta abarca una superficie
de 208.555 metros cuadrados, de los que el 24,59% serán "zona urbanizada"
-un total de 51.277 metros cuadrados de suelo-. El resto, 157.278 metros
cuadrados, será la superficie de huerta recuperada en el lugar.
Por lo que
respecta a las cifras económicas del sector, este prevé unos
costes de 8,5 millones de euros, si bien contempla alcanzar unos ingresos
de 25,5 millones de euros.
El Ayuntamiento
de Valencia acotó a solo dos áreas el crecimiento de la ciudad:
el sector de La Punta y el de Benimàmet, que además contarán
con una cantidad de viviendas muy reducida en ambos lugares.
Así
lo introdujo el Ayuntamiento en las alegaciones presentadas ante la revisión
del Plan General de Valencia del año 2010. El costoso proceso, que
se abrió en 2014, lo cerró el pasado mes de octubre el actual
equipo de Gobierno, que ha aprovechado el trámite para introducir
en la ordenación su política urbanística.
La línea
seguida en La Punta ha consistido en mantener como futura zona urbanizable
la zona más próxima al núcleo urbano de la ciudad
"para garantizar la conexión y permeabilidad con el barrio de Nazaret",
todo mientras se protege la huerta del lugar.
La decisión
no implica que dicho espacio vaya a ser urbanizado a corto plazo, pero
sí señala esta zona en el mapa de la ciudad como la próxima
zona a desarrollar cuando se completen los sectores que se impulsan en
la actualidad -todo pese a que se trata de un volumen pequeño de
viviendas para tratarse de un PAI-.
El ayuntamiento
apuesta por completar los huecos sin construir de la ciudad antes que proceder
a su expansión. Según sus cálculos, la capital cuenta
con "la existencia de suelo para construir unas 40.000 nuevas viviendas",
además de otras 60.000 por rehabilitar.
Por contra,
los promotores defienden que la cifra real es muy inferior y que la política
municipal llevará a un incremento de precios provocado por la escasez
de producto.
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