Uno de los
requisitos que pretenden cumplir los promotores, según fuentes municipales,
es que el complejo sea sostenible, minimizando el impacto en el lugar a
través de procesos de diseño y construcción ecológicos
y libres de tóxicos. Entre los objetivos a conseguir estará
la utilización de energías renovables, así como reciclar
el agua y generar su propia electricidad.
La concejala
de Urbanismo, Dolores Torreblanca, destaca que están «encantados
con que se piense en Cabanes para situar iniciativas que respeten la naturaleza
y el medio ambiente, lejos de otros modelos urbanísticos pasados».
Además, desde la población valoran que el futuro centro crearía
más de 40 puestos de trabajo, ayudando a frenar la despoblación
que sufren los municipios del interior de Castellón.
La concejala
de Turismo, Virginia Martí, apunta que será una «revolución»,
iniciando «una nueva era en el sector turístico». Según
la exalcaldesa, que abordó como munícipe los contactos iniciales,
«el modelo cambia» y han sido «elegidos a nivel europeo
para combinar el patrimonio natural con playa y montaña».
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