Pamplona ya
dispone de 227 viviendas turísticas, según datos ofrecidos
por el Ayuntamiento de Pamplona. Asimismo plantea homologar los criterios
de concesión de la licencia para toda la ciudad, de forma que propone
que solo se puedan instalar en primeras plantas. En este sentido Abaurrea
ha apuntado que quienes tienen viviendas turísticas en plantas superiores
tendrían un plazo de seis meses para regularizar su situación
una vez que entrara en vigor la norma.
En los últimos
meses, tras la inspección realizada por el Gobierno de Navarra en
2017, en la capital se han incrementado en un 50% las viviendas turísticas
regladas, que han pasado de 99 a 149, con un total de 956 plazas, el 44%
en la zona histórica.
La mayoría
de ellos se encuentran en el Casco Viejo, y dentro de este las calles San
Nicolás, Mercaderes y Calderería cuentan con un mayor número.
En ese barrio, el “más crítico”, existen 165,6 plazas por
cada 1.000 residentes, lejos de las 530 que se contabilizan, por ejemplo,
en el barrio Gótico de Barcelona, por lo que existe “un amplio margen
de crecimiento”, según Bezunartea.
En Pamplona,
la siguiente zona con mayor número de este tipo de alojamientos
es la de hospitales, es decir Mendebaldea y Ermitagaña.
Aunque es difícil
determinar el número exacto de viviendas turísticos ilegales,
en un estudio realizado en 2016 se contabilizaron 343 en toda Navarra,
227 de ellos en Pamplona, donde la oferta aumenta durante los Sanfermines.
Respecto al
Plan General se propone incluir los viviendas turísticos dentro
de la categoría de “uso eventual residencial” y se especifica que
se podrán ubicar en planta baja y en primera planta salvo en la
zona centro (Casco Viejo y ensanches), donde se ubicarían exclusivamente
en la primera planta para minimizar las afecciones que el trasiego de personas
ocasiona al vecindario.
Se contempla
la posibilidad de alquilar habitaciones (que no el piso entero) como alojamiento
eventual en viviendas a otras alturas siempre y cuando éstas fueran
la residencia habitual de los ofertantes.
En cuanto a
la propuesta de cambios en el Plan Especial de Protección y Reforma
Interior (PEPRI) del Casco Antiguo, la más importante se refiere
a los edificios que se vayan a dedicar exclusivamente a uso turístico.
Para esos casos
y con el fin de evitar zonas de saturación, se propone que el Ayuntamiento
de Pamplona regule la concesión de licencias según un sistema
de distancias. Como norma general, la distancia entre edificios se calculará
multiplicando por 6 la medida correspondiente a la fachada que tenga contacto
con la calle, con una distancia mínima entre edificios de 36 metros.
La tramitación
comienza ahora y aunque, según Abaurrea, es difícil prever
cuando podrán entrar en vigor las nueva normativa ha opinado que
para antes del verano debería estar resuelto el debate. En todo
caso, la aprobación inicial del ordenamiento va acompañada
de una suspensión de licencias que en el caso del Casco Viejo afectará
a todo tipo de alojamientos y en el del Plan General a los viviendas turísticos,
según ha explicado.
CLAVES
Se trata de
una propuesta "técnica", de carácter "preventivo", que pretende
ser el punto de partida de un amplio debate social y político, según
ha indicado en su presentación el concejal de Ciudad Habitable y
Vivienda, Joxe Abaurrea, quien ha estado acompañado por la jefa
del servicio de Turismo María Bezunartea.
Urbanismo propone
regular en el Plan General la figura del vivienda turístico, que
está en "un cierto limbo", dentro del epígrafe de "uso residencial
eventual" y modificar el PEPRI del Casco Antiguo para ordenar estos usos
con un sistema de distancias entre los edificios destinados íntegramente
a alojamiento turístico.
Asimismo plantea
homologar los criterios de concesión de la licencia para toda la
ciudad, de forma que propone que solo se puedan instalar en primeras plantas.
En este sentido Abaurrea ha apuntado que quienes tienen viviendas turísticas
en plantas superiores tendrían un plazo de seis meses para regularizar
su situación una vez que entrara en vigor la norma.
En cuanto a
la propuesta de cambios en el Plan Especial de Protección y Reforma
Interior (PEPRI) del Casco Antiguo, la más importante se refiere
a los edificios que se vayan a dedicar exclusivamente a uso turístico.
Para esos casos
y con el fin de evitar zonas de saturación, se propone que el Ayuntamiento
de Pamplona regule la concesión de licencias según un sistema
de distancias. Como norma general, la distancia entre edificios se calculará
multiplicando por 6 la medida correspondiente a la fachada que tenga contacto
con la calle, con una distancia mínima entre edificios de 36 metros.
La tramitación
comienza ahora y aunque, según Abaurrea, es difícil prever
cuando podrán entrar en vigor las nueva normativa ha opinado que
para antes del verano debería estar resuelto el debate.
Aunque no es
el objeto de estas modificaciones, ha reconocido que es probable que el
proyecto de un "hostel" en el antiguo edificio de Unzu "planee sobre el
debate".
La aprobación
inicial del ordenamiento va acompañada de una suspensión
de licencias que en el caso del Casco Viejo afectará a todo tipo
de alojamientos y en el del Plan General a las viviendas turísticas,
según ha explicado.
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