Convertir conocimiento
en valor añadido > Herramienta práctica >Guías
prácticas
Los alumnos
deberán remitir a su tutor un análisis sobre la justificación
de la decisión municipal de retrasar la reparcelación hasta
que se constituya la junta de compensación en la que debe participar
el propio ayuntamiento malagueño como propietario.
En el caso
de La Térmica de Málaga, el ayuntamiento se opone a la aprobación
del proyecto de reparcelación para los suelos que detallará
el reparto de derechos edificatorios que tienen en ellos Endesa, el Ayuntamiento
y también Anida (BBVA). Endesa, a través de Nueva Marina
Real Estate, quiere agilizarlo, ya que esta circunstancia está perjudicando
la posible venta de sus derechos a otro inversor. En cambio, la gerencia
Urbanismo condiciona la aprobación de la reparcelación a
que previamente se constituya la junta de compensación. El proyecto
de reparcelación de los suelos de La Térmica, comprende la
construcción de 874 viviendas de las que 273 serán
de protección oficial, oficinas, comercios y un hotel, presentado
por Nueva Marina Real Estate (NUMA), una de las tres propietarias del suelo
junto con Endesa y el Ayuntamiento. La posición de la propiedad
es que aunque hay una «demora muy importante» en la constitución
de la junta de compensación, es necesario ir avanzando en la reparcelación
de los suelos para fijar qué parcelas corresponderán a cada
propietario y las cargas que cada uno deberá asumir.
Urbanismo
se opone a la aprobación de este proyecto de reparcelación
presentado unilateralmente por NUMA al entender que «no ha seguido
el procedimiento legalmente establecido» ni lo acordado en la adenda
al convenio urbanístico firmado entre el Ayuntamiento y Endesa.
La adenda supuso
la entrada del Ayuntamiento como propietario de parte del suelo, con un
46 por ciento, a cambio de renunciar a los 58 millones de euros que Endesa
debía abonar por la recalificación del suelo. Endesa y su
filial NUMA son propietarios mayoritarios del 53% del suelo.
Esa situación
de propietario de uno de los suelos más golosos del litoral obliga
al Ayuntamiento al desarrollo de esos suelos y prepararlos para ponerlos
en venta.
La parcela
que acogió la antigua central térmica de Málaga capital
podría ser vencida por 70 millones de euros. Esta es la cuantía
que, de manera separada, vienen a sumar los valores de mercado que reclaman
Endesa y el Ayuntamiento de la ciudad, que se reparten la propiedad de
la finca y sus aprovechamientos urbanísticos. Según varios
medios, el precio que la compañía eléctrica pone a
su parte del pastel ante potenciales inversores interesados ronda los 40
millones de euros, mientras que en el caso de la porción municipal
el precio de salida se sitúa en unos 27 millones.
El valor medio
que se estima para el metro cuadrado residencial sin urbanizar se sitúa
en unos 850 euros, mientras que la tasación del metro cuadrado de
terciario-hotelero ronda los 600 euros. Conforme a estos parámetros,
el precio de la parte de viviendas, que permitiría a la empresa
eléctrica edificar unos 250 pisos, se situaría en unos 21
millones de euros, mientras que la reserva hotelera, que alcanza los 28.648
metros de techo, rondaría los 17,2 millones.
El reparto
hizo que el ayuntamiento sea propietario de 29.500 metros cuadrados de
techo residencial libre, algo más de la mitad, así como de
todo el aprovechamiento destinado a VPO y de 11.000 metros de uso terciario.
Todo ello, según fuentes municipales consultadas por este periódico,
tiene un valor de tasación de 27 millones, 19 millones menos de
lo que esperaba ingresar el ayuntamiento por vía del convenio con
Endesa.
NUEVA FACHADA
DE MÁLAGA
La franja de
naves industriales y solares que existe entre la sede de la Diputación
Provincial y la urbanización de Sacaba Beach será nueva fachada
marítima para Málaga que se apoyará en la prolongación
del paseo marítimo de Antonio Banderas hacia el oeste, activada
recientemente por el Gobierno central en un primer tramo de 90 metros.
El proyecto
para el sector denominado Torre del Río ha pasado a Metrovacesa
que, tras la aportación de proyectos por parte del BBVA y los bancos
Santander y Popular, pasa a convertirse en una de las compañías
constructoras con más pulmón en el panorama nacional.
Torre del Río
está ubicado entre el suelo de La Térmica y la manzana de
naves industriales delimitada por las calles Ayamonte y Almonte, al oeste
de la Diputación. Aquí, tras el desmantelamiento de algunas
naves que todavía quedan en este suelo, el vigente PGOU prevé
la construcción en primera línea de tres torres de 22 plantas
más la baja que albergarán 125 pisos cada una de ellas. Tras
ellas, en una segunda fachada si se mira el proyecto desde el mar, irá
un hotel de diez plantas más la baja y otro bloque de planta baja
más siete para un total de 124 viviendas. En la parte más
próxima al camino de la Térmica, el proyecto urbanístico,
elaborado por la empresa Ejecución del Planeamiento, reserva espacio
para un centro escolar, que ocupará una parcela de 6.000 metros
cuadrados.
El
proyecto
Ubicación.
La parcela
está situada en el sector conocido como Torre del Río, delimitado
por las calles Pacífico (al sur), Ayamonte, Camino de la Térmica
y avenida de Moliere.
Edificios.
Contará
con tres torres de viviendas de planta baja más 22 en la fachada
al paseo marítimo, de 125 pisos cada una. Tras ellas, hacia el interior,
habrá un hotel de 10 plantas y otro edificio de baja más
siete para 124 pisos. Por último, se reserva suelo para un centro
escolar y otro social.
Urbanización.
La preparación
del terreno para el proyecto está valorada en 4,7 millones de euros. La actuación
prevé la excavación de un gran aparcamiento subterráneo
sobre el que se asentará parte de la gran plaza pública que
rodeará a las tres torres de viviendas previstas –el proyecto planifica
más de 1.500 estacionamientos en conjunto para todo el ámbito–,
y la reserva de 4.515 metros cuadrados, al sur de los viales de la calle
Pacífico, que se encuentran en zona de servidumbre de protección
del dominio público marítimo-terrestre y que, en principio,
se delimitan para un uso deportivo, condicionado a lo que se autorice en
función de lo permitido por la Ley de Costas y la Junta de Andalucía.
Medio millar
de viviendas
En total,
el proyecto supondrá el desarrollo de 499 viviendas, más
un hotel de diez plantas, un centro escolar y otro de carácter social.
Inicialmente, era la inmobiliaria Reyal Urbis la que iba a tirar del carro
de esta operación urbanística, pero la crisis hizo que sus
derechos edificatorios quedaran en poder del BBVA y el Banco Santander,
que ahora los han transferido a Metrovacesa.
Para Metrovacesa,
Torre del Río es un proyecto de relevancia, potente y singular que
supone desarrollar una nueva fachada marítima para el oeste de Málaga,
por lo que este grupo promotor está decidido a impulsarlo a partir
del año que viene. Falta por aprobarse de manera definitiva el proyecto
de reparcelación y el de urbanización. Este último
valora en 4,7 millones de euros los trabajos necesarios para la preparación
de los terrenos, una cifra que se eleva a 7,4 millones si se suma la aportación
económica de los promotores a la mejora de las infraestructuras
del entorno.
Además
de Metrovacesa son promotores de Torre del Río el Ayuntamiento,
que posee el 35,5% de la operación (en concreto el proyecto hotelero,
que prevé poner a la venta, y derechos para más de un centenar
de pisos con los que compensará la obtención de suelos para
uso público), y varios propietarios minoritarios.
MARTIRICOS
En el caso
del proyecto de Martiricos también hay desencuentro con el ayuntamiento
porque quiere cobrar a la promotora Espacio Medina por la ocupación
del subsuelo de calles adyacentes a la parcela que albergaron las instalaciones
de Citesa para poder ampliar el aparcamiento subterráneo previsto
y preservar de esa forma los restos arqueológicos de la época
romana que se encontraron en el solar. La promotora rechaza pagar por los
550 metros cuadrados que se ve obligada a ocupar bajo tierra para no perder
plazas de ‘parking’ y, al mismo tiempo, no tocar el alfar romano encontrado.
Además, asegura que esta circunstancia le ha ocasionado un perjuicio
económico de más de un millón de euros.
Urbanismo sostiene
que debe pagar y tiene previsto rechazar en el consejo la modificación
del proyecto de reparcelación propuesto por la empresa, lo que deja
por ahora en suspenso la licencia de obras que le otorgó meses atrás.