—¿Realmente
ya hemos superado la crisis en el sector inmobiliario sobre todo en lo
que se refiere al mercado residencial?
—Creo que sí,
sobre todo en el sector residencial con más claridad respecto al
sector de oficinas, que va un poco más retrasado. Madrid y Barcelona
ha sido los motores que han despertado la demanda. Y después se
han ido incorporando progresivamente otras zonas como Málaga, Valencia,
Burgos, Cantabria, Baleares... La segunda residencia ha tardado más,
aunque parece que hay un nuevo resurgir. Antes teníamos una gran
cantidad de promociones en todas partes con muchísimo riesgo, y
sabemos que esto no puede ser así. Tenemos que ser más selectivos
y rigurosos.
—¿Han
detectado falta de suelo para construir en Madrid y Barcelona?
—Sí.
Una de las asignaturas pendientes en el sector inmobiliario es la generación
de suelo, la agilidad de la Administración para la salida de suelo
y para la tramitación de los proyectos. Nos encontramos con trámites
de obtención de licencia de 8, 9 y 10 meses. No es normal tener
frenado un desarrollo económico que pone en el mercado viviendas
para los consumidores, que supone impuestos para los ayuntamientos, puestos
de trabajo... Todo eso está retenido por trámites administrativos
lentos.
La falta de
suelo es más acusada en Barcelona por su orografía. Madrid
tiene 360 grados de posible crecimiento, pero la lentitud de la Administración
y determinados criterios políticos frenan expansiones inmobiliarias.
—¿Qué
se puede hacer?
—Que la Administración
evolucione, que los políticos entiendan que tienen que ser más
eficientes, no solo la empresa.
—¿También
existen problemas o demoras en la financiación del suelo?
—Es completamente
distinto. Si eres una promotora con prestigio, rigurosa... es una cuestión
de pactar las condiciones. Sí que ha habido hace unos años
un cierto temor por parte de las entidades financieras a la promoción
inmobiliaria, pero los promotores que han pasado los años difíciles
y estamos aquí los bancos lo entienden, están muy activos
en su actuación comercial para intentar captar promociones interesantes
que financiar y promotores con los que trabajar.
—¿Cree
que la correción de precios de las viviendas ha tocado fondo?
—Hay una cierta
tendencia a una subida moderada de precios, que va por zonas. Hay zonas
con subidas acusadas y otras que no tienen subida de precios. Y se seguirá
dando.
—¿Qué
previsiones hace para 2018 en el sector inmobiliario?
—El sector
inmobiliario es un sector de ciclos. Lo que tenemos que conseguir todos
los que estamos en este sector es que esos ciclos se suavicen. Siempre
tendremos esos ciclos que van acompañados de la confianza de los
compradores, de la situación financiera, de cuestiones políticas,
de macroeconomía del país... Todo nos indica que 2018 también
será un año razonablemente bueno. Las perspectivas son atractivas,
pero hay que evitar que esto se dispare y vayamos a una carrera de precios
que nos llevará a otra caída. Ciclos más largos y
contenidos esa es la tendencia a la que debemos ir.
—¿Qué
tipo de vivienda tiene más éxito ahora, porque parece que
el precio ya no es la variable más importante?
—El comprador
es más exigente, está muy informado, sabe lo que hay en el
mercado y lo que ofrece cada promotor. Nosotros hemos detectado, y nuestra
promociones se basan en este perfil, que el público joven ahora
hace una vida más hacia el exterior, da mucha importancia a las
terrazas; quiere zonas comunes potentes con espacios deportivos y zonas
verdes; con una superficie determinada, ni en exceso ni en defecto, por
eso potenciamos las viviendas de 3 y 4 dormitorios; quiere equipamiento
que energéticamente sea eficiente... Estamos centrados en esa vivienda
de primera residencia, para toda la vida, ya no es una vivienda especulativa.
El público ha entendido que el banco le financia pero en diez
años si quiere cambiar de vivienda la situación de las entidades
financieras puede ser bien distinta y a lo mejor no consigue financiación.
—¿Qué
distingue a Inbisa de otras inmobiliarias?
—El rigor,
que pasa por analizar con profundidad cada promoción inmobiliaria
que decidimos sacar al mercado tanto a la hora de buscar el suelo, definir
el producto, las estrategias y los precios... Nuestro objetivo es limitar
el riesgo. Las promociones que estamos haciendo están teniendo muy
buena respuesta comercial y estamos contentos y tranquilos, pero si el
mercado no respondiera como tenemos previsto no empezaríamos ningún
desarrollo. No vamos en una carrera desbocada de crecimiento. Nuestra idea
es ser rigurosos, hacer las cosas bien, asumir pocos riesgos, aprender
continuamente de la evolución del mercado y adaptarnos siempre al
público. Además, contamos con el apoyo de la constructora
de nuestro grupo.
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