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Los alumnos
deberán remitir a su tutor un análisis sobre la necesaria
modificación del plan parcial y el PGOU.
La edificabilidad
del ámbito (metros cuadrados edificables respecto al bruto de metros
cuadrados) se reduce de 1,05 m2 a 0,98 m2 y la mayor parte de las viviendas
se situarán en la zona sur, en el área más cercana
a la estación donde puede que haya torres de viviendas junto al
centro de negocios (últimos flecos de la negociación ya que
DCN insiste en que esa zona de negocios debe ser de uso mixto, es decir,
que incluya no solo torres de oficinas, sino un área con viviendas,
restaurantes y tiendas, además de contar con grandes inmuebles que
permitan albergar grandes sedes corporativas). Más al norte, se
reduce la elevación de los edificios, que previsiblemente tendrán
entre cinco y siete plantas. El acuerdo final incluye la rebaja en el número
de viviendas inicialmente propuesto por la empresa, un 20% menor, lo que
supondrán entre 13.000 y 14.000 viviendas. En el proyecto original
para ese ámbito se preveían 17.000 casas y en el proyecto
municipal Madrid Puerta propusieron 4.000 unidades. A pesar de que se reduce
la edificabilidad se mantienen todas las infraestructuras previstas por
DCN en el anterior proyecto, desde las estaciones de Metro (una condición
básica para la Comunidad de Madrid) como carreteras, dotaciones
o puentes y pasarelas entre el este y oeste de esa zona del norte. Con
una excepción, el nudo Norte reducirá su capacidad por petición
municipal.
Otro aspecto
relacionado, pero que tampoco está cerrado, es la movilidad. Aunque
está claro que se quiere reducir la necesidad del transporte privado,
aún hay que desarrollar esta idea. El proyecto estipula amplias
zonas verdes y peatonales, algo que también contenta al Gobierno
porque se enmarca en su plan de una ciudad más accesible y sin coches.
Esta reforma
requiere de una modificación puntual del Plan General de Ordenación
Urbana (PGOU) debido a una rebaja de la edificabilidad prevista anteriormente
y debido a que el nuevo proyecto pasará de ser una actuación
privada, actualmente bajo el promotor DCN (Distrito Castellana Norte, controlada
en un 75% por BBVA y en un 25% por Grupo San José), a la iniciativa
pública.
DCN cede la
iniciativa al Ayuntamiento, que será a partir de ahora quien tenga
que desarrollar el proyecto, con la base del diseño que termina
de consensuar con el equipo de Simon Smithson, arquitecto británico
en quien la empresa ha delegado la negociación.
Esta modificación
legislativa puede dilatarse más de un año, ya que requiere
modificar el PGOU y el plan parcial del proyecto, lo que conlleva el visto
bueno de la Comunidad de Madrid.
La junta de
Gobierno municipal debe dar una aprobación inicial del nuevo plan
parcial, una decisión que se puede retrasar hasta diciembre. A partir
de ahí, se prevé unos trámites de varios meses, ya
que el Consistorio debe presentar antes numerosos informes favorables de
distintos organismos, pasar el periodo público de alegaciones y
el visto bueno de los partidos políticos en el Pleno municipal.
Después se trasladaría para que el consejo de Gobierno de
la Comunidad otorgue el permiso definitivo.