Se trata de
el sector del golf (una zona que rodea el campo de golf de Xàbia
en la que se podían construir más de 1.000 viviendas) y otra
es Rafals (una zona sin construir a las faldas del conjunto los Molinos
de les Planes), que será convertida en un parque público.
El resto de
sectores urbanísticos donde ya no se podrá construir son
el Saladar, la Llobaterra, el Portitxol, o la Falzia que es una de las
últimas zonas que se ha quedado libre de edificación sobre
los acantilados del sur de Xàbia.
Se quiere recuperar
la arquitectura tradicional de Xàbia así como declara Bien
de Relevancia Local los núcleos urbanos del pueblo, el puerto y
la zona de la Granadella. El equipo de gobierno presentó el documento
del Plan General Estructural a los miembros del Consell d'Urbanisme, el
órgano consultivo en materia de Urbanismo de la localidad en la
que participan políticos, empresarios y asociaciones. Fue una primera
toma de contacto de todos ellos con el futuro ordenamiento urbanístico
de la ciudad. Allí la concejal de Urbanismo, Isabel Bolufer, destacó
que busca poner fin al expansionismo del urbanismo de los últimos
años, proponiendo un crecimiento «hacia dentro», es
decir, que «cierre las tramas urbanas ya desarrolladas y no coma
más territorio».
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