El Ayuntamiento
sacará el plan a información pública y se pondrá
en contacto con los propietarios de los solares, proceso que esperan culminar
para finales de año y en el que ellos podrán presentar alegaciones.
Después, los propietarios tienen un año para pedir la licencia
de obra y otro para iniciarlas. En caso de que no lo haga, el Consistorio
puede expropiar el solar.
El concejal
de Urbanismo ha indicado que el plan «lo teníamos listos desde
hace tiempo y ahora es el momento, justo tras la aprobación inicial
del plan de mejora del casco histórico». Ambos instrumentos
tienen distintos campos de actuación y, en el caso de los solares,
las posibilidades de edificación no se ven alteradas por el otro
documento.
El concejal
del PP Constantino Álvarez consideró positiva la iniciativa,
que considera que es complementaria al plan del casco histórico.
"Pero también queremos mostrar prudencia y evitar caer en el triunfalismo
dado lo compleja que puede ser la gestión", dijo. Los motivos de
esa dificultad, explicó, son el mínimo aprovechamiento urbanístico
de alguno de los solares, que apenas dan para una o dos viviendas (excepto
La Estación 55, donde salen 28, el resto son de menos de 10) , y
la fragmentación de la propiedad, con un número de herederos
que puede llegar a los 16, algunos residentes en el extranjero. "E incluso
con litigios familiares enquistados. Todo esto no ayuda a garantizar su
gestión", añadió. Por eso, pidió al gobierno
que dote a la sociedad municipal Ruasa "de los medios necesarios para poder
acometer como agente urbanizador el desarrollo de las actuaciones donde
sus propietarios declinen". "Ruasa no nació para gestionar aparcamientos
municipales, nació para rehabilitar y esas actuaciones se cuentan
con los dedos de la mano", remató.
El portavoz
de Somos, David Salcines, consideró que no se pueden mantener los
vacíos en el casco histórico y propuso actuar también
en edificios en ruina o a punto de estarlo. No obstante, recela de que
sea Ruasa la que lidere la urbanización en caso de que no la realicen
los propietarios. "Creemos que al final serán las entidades privadas.
Y tememos estar asistiendo a un proceso de gentrificación -desalojo
de las clases trabajadoras en beneficio de personas de alto poder adquisitivo-
dentro del casco histórico", dijo. Lo adecuado, añadió,
sería un compromiso público en la generación de espacios
más amables.
Para IU es
importante el plan de edificación forzosa, que mejorará considerablemente
la imagen del casco histórico. También Ciudadanos lo avaló,
como indicó su portavoz, Carmen Pérez Soberón: "Hace
tiempo que se venía demandando y, por fin, será una realidad.
Con estas medidas se mejora el casco histórico, una atracción
para los visitantes y un orgullo para los que aquí vivimos". Ganemos
ya había anunciado el día anterior su apoyo al plan.
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